Historia futurista de guión confuso (me recordó ligeramente a Akira) que cuenta, por otro lado con una impecable factura. Acción rápida y contundente, buenos efectos y violencia a raudales. Una interesante paranoia "japo".

Último capítulo de la saga Elm Street (si no tenemos en cuenta la nueva pesadilla y la posterior Freddy vs Jason) en la que se finiquita al señor Kruegger tras los fallidos intentos de las anteriores entregas.
Habiendo dejado de lado el terror puro de la primera entrega, este episodio sigue explotando el lado más cómico y burlesco de Freddy (la escena del videojuego habla por sí misma) como ya hicieran en entregas anteriores, por lo que el resultado sigue siendo muy flojo. Si a esto añadimos un guión más que pobre y unos efectos limitados (lo de las gafas 3D me parece poco afortunado), es de agradecer que se liquide esta saga que ya venía resultando repetitiva y escasa en imaginación.

Típica fantochada americana (atención a la carátula con bandera de fondo) de volteretas, martingalas y chascarrillos varios. En esta ocasión, el tipo duro turno se ventila a una organización entera de ninjas de todos los colores. Con todos los tópicos incluidos.
En la época, recuerdo que puso de moda el traje de ninja en los carnavales de mi pueblo, y, no es que guarde un mal recuerdo del film, pero es que no da para más. Dio pie a dos secuelas más, si no recuerdo mal, a cada cual peor.

Historia curiosa de decadencia urbana en la que un grupo de "hombres" duros, Los Güarriers, son injustamente acusados del asesinato de una especie de dios de las bandas callejeras, y, como consecuencia, son perseguidos por el resto de bandas. Hasta ahí, puede sonar interesante.
En cambio, después de verla, el asunto me resultó un poco bochornoso. El guión es ridículo (atención a la fulana que se une a la banda y se enamora del líder porque sí) y los personajes parecen sacados de una "boys party" de Sitges (chalequitos sin mangas, pantalones prietos, cuero, pañuelos y cositas, que no digo que no molen, pero en mi barrio las bandas no van precisamente así).
Me esperaba otra cosa.

Que los actores de este bodrio anodino se llamen Goya y Óscar suena a pitorreo, porque ya me dirás tú quién se cree que estos dos son actores después de verlos en este pestiño... a saber: la Goya en plan cara de palo toda la peli y el Jaenada en plan Carmen Sevilla leyendo los rótulos con sus diálogos y masticando tabaco a la vez... Y qué decir de Nancho... si el mejor de la peli es el mono de cartón piedra!!! Y luego, la trama, que te la enchufan ahí sin anestesia y sin nada. Maldita sea la hora en que acepté hacer un ciclo de pelis de terror malas... en el fondo me lo merezco, la úlcera y la miopía que estoy cogiendo.