Allá por 1956, en EE UU nace un chico con ojos claros. Este muchacho saldrá del país por voluntad de su padre, por el miedo que este tenia a que sus hijos fuesen reclutados para ir a la guerra de Vietnam. Gibson se instalará junto a su familia en Australia. Destacando y dándose a conocer mundialmente por su papel de Max en la mítica “Mad Max”. Llegará a Hollywood, interpretando al carismático, graciosísimo y letal Martin Riggs de Arma Letal. Papel que le catapulto como un icono de los años ochenta y estrella a todos los niveles mediáticos y económicos.
La crítica le consideraba un Van Damme más, un Patrick Swayze con fecha de caducidad, un actor de serie "B" sin el más mínimo talento, un encefalograma plano. Muchas bocas se cerraron en el año 1993 cuando sorprendió a crítica y público con un film intimista y de bajo presupuesto que él mismo dirigió e interpreto. Estamos hablando de una historia bella y bien narrada, la puesta en escena de un gran director, se trata de “El hombre sin rostro”. Con este film dejó plasmado su talento narrativo y visual, así como su capacidad para interpretar personajes más allá del “efecto Gibsonazo”*
No fue suficiente con esto que unos años después emprendería un arriesgado viaje a un género muerto en aquel entonces, La Épica. Ese genero que hoy goza de tan buena salud. Los “expertos” dicen que se debe a “Galdiator “ y a “El señor de los anillos”. No señores cultobtusos, se debe a que un genio llamado Mel Gibson realizó una obra maestra titulada Braveheart. En una expresión: “LO CAMBIO TODO” El modo de dirigir, la puesta en escena, la caracterización, la verosimilitud del contexto… TODO. Esas batallas sangrientas, bestiales, sin piedad, con coraje, la figura del líder, la barbarie, la creencia religiosa…. Como el propio Gibson dijo:
” Tenias que ser muy duro para simplemente sobrevivir en la Edad Media”.
Y el discurso, ese magistral discurso de motivación, a las tropas, tan copiado por las mencionadas “Galdiatror” y “El Señor de los Anillos”.
Mel Gibson es a la Épica, lo que Sergio Leone fue al Western. Un "revolucionador" que enseño a los antiguos maestros de un genero como hacer un clásico cargado de verosimilitud (tíos feos, sin dientes, sucios, con chepa...).
En conclusión una obra que no ha envejecido con el paso de los años, cosa que no se puede decir de muchas “obras maestras en su época” Que ahora parecen chistes, y todo porque la estrellita de turno quería aparecer bien vestido, arreglado, peinado y guapo. Así como rodeado de una estética de “cuento de hadas”. No señores, la Edad Media es una época oscura donde se libraron batallas mortíferas, donde el más inteligente creaba la estrategia a partir de cuan fieros eran sus soldados. Eso es la Épica.
Mel Gibson se ganó el reconocimiento de crítica y público así como la antipatía de todos los amantes de la envidia y del cine fácil. En los últimos años Gibson a realizado otras dos películas cargadas de absurda polémica, que no han hecho más que ayudarle a conseguir más taquilla.
Gibson esta obsesionado con la figura del líder que sacrifica su vida por su cultura, su pueblo, su familia.... ¿Y cómo trasmite este sentimiento?: Haciendo películas con guiones que ninguna productora se atreve a realizar. Fijándose en historias y personajes, que a priori, aparentan ser poco rentables en taquilla. ¡Él los convierte en muy rentables en taquilla!
Su éxito con “La Pasión de Cristo” fue tal, que se le llegó a ofrecer la presidencia de La Disney. Porque un tío que hace tales proezas como productor y director, es un SemiDios en el país del dólar. Pero para mi, Gibson, es un ser verdaderamente comprometido con el cine, utiliza los millones recaudados en películas comerciales para dejárselos en sus proyectos cinematográficos. Es a nivel visual uno de los mejores directores del mundo. Y a día de hoy no ha realizado una sola película como director que no sea extraordinariamente bella. Gibson lo cambio Todo en la Épica, y todo el cambio ha sido para bien. Y que los “Judinazis“ dejen de hacer campaña contra uno de los máximos talentos cinematográficos, que oxigenan el oxidado cine de nuestros días.

*Llamemos así al potencial y atlético Mel Gibson de los años 80 y 90. Tal y como Bart Simpson se refirio a él en el capitulo de "Los Simpson" en el cual Mel Gibson pide ayuda a Homer (Graciosisimo)

Hará ya más de tres estaciones , viendo los Oscars a altas horas de la madrugada, y hablando con mi amigo Ramón Doval por teléfono, los dos nos quedamos profundamente sorprendidos con las imágenes de la película rusa que optaba al Oscar al mejor Film de Lengua extranjera. Eran unas imágenes bellas, planos generales con unos paisajes que recordaban a esas bastas llanuras con montañas salpicadas de agua en Braveheart. Batallas y monólogos que llamaban al interés de dos soñadores del cine que les encanta la épica. Habíamos perdido la esperanza de poder ver (legalmente) en un cine de nuestro pis este film. Pero 10 meses después tenemos en taquilla por fin esta Obra que relata la legendaria historia de uno de los conquistadores militares mas grandes de todos los tiempos. El gran Genghis Kan consagrado desde los más humildes y trágicos comienzos.
Muy equivocado he de estar, pero esta película esta basada más bien en un legendario poema que relata los origenes de Genghis Kan. La realización tiene una puesta en escena muy visual, con unas localizaciones maravillosas, que piden planos lentos y largos. Con un ritmo parsimonioso vamos avanzando en una historia que se muestra desde el lado poético y místico en vez del de la narrativa y épica pura.
Bien, es cierto que existen distintas batallas a lo largo del trascurso del film, y son muy buenas, pero las extensas secuencias de penumbra por las que pasa Genghis Kan… Y las copiosas elipsis donde se omiten la creación de su ejercito, la conquista de medio mundo… Hacen que esta película sea todo lo contrario a lo que he leído en críticas. No es un producto para vender en occidente, creado a imagen y semejanza de superproducciones americanas. Más bien es una superproducción del Este que muestra una leyenda contada al estilo de las leyendas clásicas de su lugar de origen.
Un estilo harto complicado..pues la narrativa goza de estructura, y toda estructura puede analizarse y teniendo técnica puede dominarse a pesar de la carencia de talento. Pero la poesía… la poesía es un nivel superior, ha de haber un gran talento que sepa hacer pesia con una película, y para mi gusto…Sergei Bondrov carece del talento suficiente para llegar a crearte una obra con poesía a través de las imágenes, como bien pueda hacerlo Terrence Malick (La delgada Línea Roja).
Los interpretes están todos correctos, muy orientales. Tadanobu Asano (Genghis Kan), que es Japones, como no; hace una buen papel pero interpreta exactamente igual que en “Zatoichi”.
Mongol dura dos horas y diez minutos , pero aparenta durar tres horas. No es una mala película, pero si peca de ir más allá de la adaptación cinematográfica. Una pena pues con otro ritmo, otras elipsis y otra realización, que no realizador, podríamos estar ante una muy buena película. Pues la historia , desde el punto de vista que nos muestran deja a Genghis Kan como un bendito iluminado líder. Pero en realidad era un duro líder militar. Un Napoleon, un Alejandro Magno, un Rodrigo Díaz “El Cid”… Que difícil es llegar ha realizar una película a la altura de semejantes personajes históricos.

Una vez más TCM vuelve a dar en el clavo con un extraordinario documental sobre uno de los más grandes iconos de la historia de la NARRATIVA contemporánea... Digo NARRATIVA, así en mayúsculas, por las grandes incorporaciones en radio, teatro y cine de este genio y figura. El documental muestra un análisis al director, locutor, actor y dramaturgo siempre desde la perspectiva de aquellos que le conocieron y trabajaron junto a él, así como aquellos que le admiran e idolatran con grandes argumentos. Recuperamos sus últimos días así como materiales cinematográficos inacabados. 100 años después de su nacimiento Orson vuelve a las pantallas para redescubrirse de la mano de TCM como el genio eterno, una locura mezcla entre Brando, Shakespeare, Dalí y un sin fin de personalidades enmarcadas en una oronda figura... Destacar las preciosas declaraciones de su última amante y un vistazo al triste final de su carrera en el que, como no, reinventó el modo de producir cine, así como le llaman ahora, cine independiente. Tristemente entrevistado unas pocas horas antes de su muerte podemos presenciar de principio a fin una vida genial, una de esas vidas que debieron ser de 300 años, pero que quedaron condensadas en siete prodigiosas décadas...

En un mundo en crisis, en un incierto futuro económico, James Cameron ha regresado con la mayor producción de todos los tiempos. Una producción realizada íntegramente en 3D Estereoscópico y con una nueva captura de movimientos… con un sistema de filmación en entorno 3D generado por ordenador, por ”el ordenador”… estos son meros datos técnicos que quedan en segundo orden pues lo verdaderamente fantástico y revolucionador es el efecto que ha creado en el espectador… No es un Blockbuster, no es una Superproducción Épica… es la nueva generación, es la recuperación de la inocencia para el espectador. Porque si no va al cine a ver Avatar en 3D perderá una experiencia innovadora y nueva… verdaderamente ir a ver Avatar es encontrar una experiencia audiovisual alucinante, una ficción con el verismo de los documentales de IMAX 3D con una entretenida y clásica historia cargada de matices heroicos, románticos y ecologistas que configuran un guión redondo con unas interpretaciones excelentes gracias a los actores y al refinado trabajo de 7 de las mejores compañías de Fx del mundo, principalmente Weta Digital (EL Señor de los Anillos) y Industrial Light and Magic (STAR WARS)… Y con la inconmensurable imaginación de Cameron accedemos a un mundo nuevo con sus ecosistemas, sus animales, sus paisajes y tribus…
Hablar del cine de Cameron, es hablar del mayor éxito económico de la historia, pues tiene tres películas entre las más taquilleras de todos los tiempos, siendo el único que ha sobrepasado los mil millones de dólares con dos películas, que son a día de hoy las dos más taquilleras de todos los tiempos… ¿Por qué este éxito? … ¿Por qué el público reacciona así ante un director no tan conocido como Spielberg o Scorsese? … Sencillamente porque es un ser único e inimitable… es un inventor de técnicas y formatos cinematográficos y es posiblemente el director que mejor domine los tiempos y el ritmo en sus películas, especialmente las secuencias de acción. Es un maestro del personaje y de la historia… Es cercano al espectador absorbiéndole a un mundo de ensueño que comienza en la realidad más cercana y termina en la mayor aventura que un ser humano podría desear, y eso es hablar de James Cameron, hablar de un inventor, de un artista idóneo para el cine.
Ahora bien, hablar de Avatar es hablar del regreso del cine de gran formato pensado para entretener con una narración y espectacularidad nuca vistas…
El ex marine Jake Sully es por azar o destino llamado a presentarse en Pandora. Su genoma humano ha sido mezclado con el de los NaVi, humanoides que pueblan Pandora… Su misión será la de proteger al equipo del proyecto Avatar, unos científicos que estudian y contactan con los indígenas Na´Vi a través de trasladar su mente a un Na´Vi artificial para tomar contacto físicamente en Pandora, el lugar más hostil para el ser humano…
En este viaje, de iniciación del héroe, Sully vuelve a tener la oportunidad de caminar, cosa que hace sin esperar demasiado en una de las secuencias más encomiables del film… al poco Sully quedará perdido y abandonado en la oscura jungla de Pandora, lugar que desconoce y en le que pronto se encontrará en aprieto… Pero Pandora tiene un sistema de vida extraordinario en el que toda su faz esta conectada y una gran fuente de energía y equilibro todo lo domina… y de algún modo Sully es elegido, como si de Neo en Matrix se tratase, para ser enseñado en las artes y costumbres Na Vi… con el tiempo Sully nos narrara sus experiencias en su “Video Log”, algo así como el diario que escribe Bailando con Lobos…
Pronto Sully comienza a descubrir la grandeza de Pandora (el espectador descubre al mismo tiempo la grandeza de la imaginación de Cameron) y su mente comienza a estar más a gusto en ese extraordinario y verde mundo que en su lisiado cuerpo de parapléjico… (CONTINUA EN SPOILER)

Tras una idea concebida a los 16 años, Christopher Nolan presento y desarrollo el complejo y Original guión de Inception, aquí “traducido” como Origen. El guión, que tras la repercusión de la que puede ser la mejor película de la última década, Memento, paso a convertirse en proyecto en 2002. Christopher Nolan (en adelante C.N) ha reescrito y trabajado durante 8 años hasta estrenar su film hace menos de un mes.
C.N está empeñado en superarse a sí mismo en cada proyecto.
En esta ocasión logra una brillante puesta en escena con un onírico relato que muestra la historia de Cobb, un espía y ladrón de ideas, un as en el asalto de mentes al subconsciente. Cobb es un magistral desarrollo del personaje encumbrado por la portentosa interpretación de Leonardo Di Caprio, esperamos el Oscar que le va tocando.
Cobb se enfrenta al reto de su vida, redimir su trágica vida y lograr lo imposible, no robar información de una mente ajena sino introducir una idea.
Si hay algo por encima del poder de la información es la abstracción de la idea en la mente humana.
Cobb concibió su talento al mismo tiempo que su vida se desmorono, un hecho que hará de su misión aún más compleja si cabe. El porque no lo digo, cuanta menos información mejor, he ahí la gran dificultad de esta crítica.
El espectador ha de permanecer atento a cada detalle, a cada uno de los sin fin de matices, a cada conversación y explicación. No puedo decir más de esta primera mitad.
A partir de la segunda mitad del film habremos dejado un espectáculo visual que merece una mención especial a la fotografía y la dirección artística.
Cobb reune un equipo para logar el Origen. Este equipo ha de rozar la perfección, cada uno de ellos podría tener su álter ego en la preparación y ejecución de un film. Dónde claramente Cobb es Nolan.
Nolan desarrolla una estructura de guión que perfila las experiencias de cada uno de estos integrantes, porque cada uno de ellos es fundamental en cada nivel, la misión de Origen arraiga unos riesgos inimaginables, una helicoide de sueños dentro de sueños en la que el equipo de Cobb ha de adentrarse dejando en cada nivel a un integrante del equipo. Este integrante verá como el entorno se asemeja en condiciones climáticas, y gravitatorias, al entorno del sujeto en el inmediato nivel superior. Esto es un estudio previo del subconsciente.
Nolan se atreve a desvelar las leyes del subconsciente en un entramado final de casi tres cuartos de hora en el que el desfase temporal, gravitacional y el montaje forman una narración perfecta. La emotividad de las escenas asciende según los protagonistas se adentran más y más en el subconsciente.
De este modo C.N nos muestra de nuevo su estilo “neonarrativo” en el que hace que el personaje, y así mismo el espectador, lleven la estructura de su narración. Cada acción, cada conversación, cada trama que se descubre deja una pequeña sensación de pre-cognición en el espectador. ¿Por qué? O mejor aún, ¿Que quiero decir? quiero decir que la narración perfecta es la que te hace ponerte en el lugar del personaje, ya sea acompañándolo o haciéndote sentir su emoción. Pues bien, si C.N, logro a la perfección que el espectador se sintiese como Leonard en cada instante de Memento, en Origen logra que acompañemos a Cobb en su viaje hasta lo más profundo de su mente, hasta su tormento y su redención final.
Nolan consigue que sintamos la extraordinaria emoción de lograr el Origen a través del sentimiento que desborda el rostro de su víctima, una gran interpretación de Cillian Murphy.
La abstracción e integración de una idea ha sido una aventura extraordinaria.
Nolan desarrolla una serie de “leyes” en su trama que hacen que el espectador se de cuenta de su consciencia en la terminología del sueño. Porque Nolan es el maestro que enseña a un niño el porque una manzana cae del árbol, el niño sabe que la manzana cae, es consciente de ello, pero no le presta atención…. Pero si el viaje de la manzana del árbol, en su recorrido hasta el suelo, tiene una historia tan apasionante y emotiva, tan visualmente y magistralmente narrada como Origen, el niño adquiere en su vida una historia que le hace pensar, una historia deslumbrante, tan magistralmente narrada que deseará volver a ver una y otra vez.
Pero siempre habrá algún niño que se pregunte; ¿Seguiría la manzana cayendo de no estar el suelo? Así como algún espectador se preguntará; ¿Seguirá Cobb soñando?