Ninguna película ha conseguido hacerte sentir tan drogado como sus propios protagonistas, todo ello a ritmo de un didáctico, desternillante y delirante viaje por el mundo de una época de nihilismo estadounidense.

Excelentísimo trabajo de Johnny Depp.

Una genial y desenfadada parodia de los torneos de poker televisados. Tiene algún leve altibajo, pero si eres de los que disfrutas viendo los programas de EPT y sobretodo las WSOP, te troncharás. Y a base de bien.

Muy buena caricatura del mundillo, lleno de caras conocidas y chorradas pokerianas muy divertidas.

Entretenida y simpática comedia negra de enredos forzados que arranca más de una sonrisa con su desmadrado desarrollo.

Con muchos altibajos, pero realmente se pasa un rato palomitero.

Se pierde todo rastro de entrañabilidad, no hay apego a personajes del universo Dragon Ball, su infantilismo coquetea constantemente con la vergüenza ajena, y como se ha desmostrado con el tiempo, ha dejado de ser canon dentro de la saga, cosa que es de agradecer.

Sólo para los más fans, ya que ha quedado como una mera curiosidad. Aún así cuesta digerir su empalagoso bajón cualitativo, que sin Toriyama se hizo más que evidente.

Obra de arte de la chorrada pura y dura. Con momentos realmente hilarantes y surrealistas. Verla es como fumarse un buen troncho de satyva, y si se hacen las dos cosas a la vez, se puede llegar al clímax de la tontería más absurda y graciosa.