El personaje de Woody Allen enamora a tres mujeres del calibre de Diane Keaton, Meryl Streep y Mariel Hemingway. Pero no es de extrañar porque consigue enamorarme a mí, que aparte de ser heterosexual, encuentro a Woody Allen un tipo bajito y feo.

Su personaje un tipo ingenioso, interesante, entrañable, gracioso, seductor. Comparte historias y cama con una mujer impresionante encerrada en el cuerpo de una niña de 17 años. Y con una niña "resabida" a la par que encantadora metida en el cuerpo de una mujer de 40 años.

Llena de diálogos inteligentes en una historia de amor con moraleja.

Película inundada de azul: de los ojos de la seductora Isabella Rossellini, de los de la recatada-con-ganas-de-marcha Laura Dern, del azul del terciopelo azul, de la embriagadora canción blue velvet, del cielo de la misteriosa ciudad de Lumberton.

Mezclado con el amarillo del inquietante Kyle MacLachlan, escondido debajo de su flequillo de niño bueno.

Removido con el rojo de las noches llenas de sadismo, voyeurs, travestis, prostitutas, sexualidad.

Con el negro de la intriga, la mafia, la corrupción, la droga.

Y con toques de un morado surrealista.

Da como resultado un azul lleno de matices, tantos como los reflejos de los pliegues del terciopelo azul.

Un inicio frenético, con personajes curiosos y situaciones tronchantes. Una metamorfosis espectacular de Marie Trintignant en Janis Joplin. Un gran John Lenon. Sergi López, su papel no daba para sobresalir tanto como en otras cintas, aunque está a la altura. Pero una vez que llegamos al climax de la película, ésta se va desinflando lentamente hasta un desenlace flojo, solo reanimada por momentos por esa gran y seductora Janis Joplin francesa: Marie Trintignant.

Ella si era una rockera y no el cobarde de su marido, que le quitó la vida, y al mundo nos privó de ella.

Como dice el tipo del peto vaquero, sentado en el rincón, que toca la mandolina: Lo ideal sería aplicar las capacidades de la vida real a las ideas de los sueños.

Un poco de esto ha aplicado Richard Linklater, usando una técnica sorprendente de animación, sobre un guión de ensueño que desprende inteligencia por los cuatro costados.

Aparentemente carece de una trama principal que una la sucesión de monólogos, pero siempre tenemos presente el hilo conductor de los sueños y de la "waking life". Algunas de las conversaciones han hecho que me pierda en la espiral de razonamientos (experiencia nada desagradable), pero otras perfectamente abarcables, me han hecho plantearme cuestiones que de otra manera nunca hubiera encarado.

Película con la mente sana y el cuerpo muy muy atractivo.

Después de ver esta película me resultaría menos chocante ver a De Niro con la nariz hinchada y torcida, con andares destartalados, que verle como realmente es. He empezado a creer que De Niro es un boxeador retirado que ahora se dedica al cine.

La película es la mezcla de elementos muy atractivos: boxeo, mafia, amor, celos, malos tratos, familia, éxito, fracaso distribuidos con maestría a lo largo de dos horas salvajes.