En el año 1957, el director J.A. Nieves Conde se adelantó al siglo XXI y realizó un film sobre el problema de la vivienda en España, ese film lleva por título El Inquilino. Un trabajo que tuvo que luchar contra la censura, el olvido y los estamentos gobernantes de la época. Fernando Fernán Gómez se mete en la piel del único inquilino que queda en una finca declarada en ruina y que debe abandonar. Con él su mujer y sus cuatro hijos, pero al no tener padrino el encontrar una nueva vivienda se hace imposible. El apoyo de los trabajadores encargados del derribo y de unos pocos vecinos, logrará que el deshaucio se atrase unas horas, pero el final es irremediable. Algo que por desgracia está pasando en esta época nos ha tocado vivir. Un film denuncia del siglo pasado imprescindible para entender que nos está pasando.

En 1967 José María Forqué planteaba el dilema moral en una pareja al encontrarse “Un millón en la basura”.
El próximo viernes 13 de Noviembre, el debut en Hollywood del director danés Henrik Ruben Genz nos plantea lo mismo en “Una decisión peligrosa”, al adaptar la novela de Marcus Sakey “Good People”. Ambas películas ponen al espectador ante la misma pregunta, ¿Qué haríamos si nos encontrásemos 240.000 Libras Esterlinas, o un millón de las antiguas pesetas, cuando la necesidad aprieta?
Pero si la película de Forqué es sublime, con unas actuaciones interpretativas maravillosas, una fotografía en blanco y negro majestuosa, un montaje esplendido y unas situaciones de guion que hace que te conviertas en cómplices de la pareja protagonista-José Luís López Vázquez y Julia Gutiérrez Caba-, en Una decisión peligrosa todo esto falla, o quizás falte por expreso deseo de su director.
Los protagonistas del film, un matrimonio formado por Kate Hudson y James Franco, están fríos. Los secundarios encabezados por Tom Wilkinson y Omar Sy, están desaprovechados- sobre todo Omar Sy- y los malos son muy malos, pero desde el minuto uno ya te plantea que morirán, que no tienen salvación.
El guion del film está repleto de fallos y parece en muchos momentos que en vez de ver una película de intriga y acción, que sólo aparece en el escenario final, estemos viendo las segundas partes de films como: “Esta casa es una ruina”, “Sólo en casa” o “La comunidad”, pero para llegar a ser como ellas, le falta sarcasmo y sobre todo humor negro tan sólo mostrado por una gota en una de las escenas finales del film.
Otra gran diferencia del film de Forqué es que en “Un millón en la basura” el espectador no sabe de donde proviene el dinero, mientras que en “Una decisión peligrosa” el dinero ya sabemos desde el minuto uno que proviene de los negocios sucios de la droga, aunque la peor droga de todas es precisamente… el dinero.

Con ilusión esperaba el nuevo trabajo del director Cédric Anger y del actor Guillaume Canet. Y la verdad es que no defraudaron. Obra intensa, donde lo que más engancha es su banda sonora, que te atrapa en la piel del asesino, que juega a dos bandas, el del polícia y el del enfermo que mata en serie.
Basada en hechos reales, el gran trabajo interpretativo de su protagonista masculino, así como su fotografía nocturna y el gran montaje final, hacen del film uno de los mejores que han pasado por este certamen del festival de cine Sitges 2015.

En el festival Grec de Barcelona del año 2012, Josep María Mirò presentaba su obra “El principio de Arquimedes”, una obra que reflexiona sobre el miedo y la libertad.
En 2015 nos llega desde la visión de Ventura Pons, que codo con codo con el escritor, ha sabido adaptar el guion y espacio del libreto original a su versión cinematográfica.
Con los mismos actores que ya actuaran aquel lejano verano del 2012 en el espacio escénico de la montaña de Montjuich, Ventura Pons logra formar desde la visión poliédrica de un problema como lo viven sus protagonistas en la Barcelona que tan bien nos describe en sus películas. Roser Batalla, Rubén de Eguia (debuta en el cine), Albert Ausellé, Santi Ricart y Diana Gómez hacen creíbles las situaciones y sus personajes en una sociedad actual que vende seguridad, libertad y miedos a partes iguales.
Los que la vean podrán encontrar cierto parecido con otras películas, como por ejemplo “La Calumnia” que dirigió William Wyler en 1961, pero bendita sea la coincidencia ya que desde un historia mucho más moderna, el director toca el tema de la pederastia de una manera elegante.
Pero lo que realmente llamó la atención del humilde servidor que escribe estas líneas es su final, al que comparo con la maravillosa película de Charles Laughton “La Noche del cazador” (1955), donde nos muestra un pueblo exaltado por el convencimiento religioso y por un Dios que no puede hacer justicia en la tierra. En este film el pueblo se exalta en la violencia por unas fotos colgadas por el protagonista, en algo a lo que hemos convertido en “Dios”, el Facebook y las redes sociales.
Una reflexión sobre lo que estamos convirtiendo nuestra sociedad, que para vender seguridad antes debe introducir “EL VIRUS DE LA POR”.

Con una atmósfera delirante, que en algunos momentos recuerda a la de Blade Runner, y una fotografía interesante, THE DOUBLE, nos muestra la vida anodina de un simple funcionario que cambia un buen día, con la aparición de un doble.
A raíz de este acontecimiento, el protagonista piensa, que este doble está ahí para sustituirle.
Magnifica interpretación de su actor protagonista Jesse Eisenberg.
Hay que verla.