A pesar de su efectivo villano, que sostiene la película, la historia es excesiva, tanto que no puede ser. La tensión se mezcla con esa sensación de exceso y queda un sabor raro.

Fuera de carta es una de esas películas excesivas en todo, exageración en las interpretaciones, excesiva velocidad que no ritmo, mucho ruido y pocas nueces y un vocabulario fuera de todo, con un guión pasable, pero con una historia vacía, muy vista y por lo tanto muy previsible.
Intenta ser la comedia del año pero se queda a medio camino.

Yo también la ví en el Festival de Málaga y es cierto que la gente se reía bastante y tiene algunos gags buenos pero en este, nuestro festival, todavía el público está muy verde y es de risa fácil.

Desde el principio la elección de Gary Piquer para hacer de escocés ya repele y no ayuda a que la película arranque. Cuando va pasando el tiempo te das cuenta de que no hay fuerza alguna, y que únicamente es salvable el resto de actores.