Notable telefilme que rinde homenaje a uno de los Papas más grandes del siglo XX, Angelo Giuseppe Roncalli - Juan XXIII, un hombre de origen campesino y artífice de la urgente apertura de la Iglesia Católica al cambiante mundo de la segunda mitad del siglo XX. Es muy convincente la performance del británico Hoskins como el Papa, sobre todo, el maquillaje, que le dan gran parecido con el verdadero Roncalli, aunque éste era más rústico que lo que muestra la película (basta ver los documentales de la época). La película hace hincapié en su larga amistad con el cardenal Mattia Calcagno y su compañero de seminario Niccola Catania, en las personalidades de los tres (el primero moderado, el segundo muy conservador y el tercero muy liberal) y en las batallas que tuvo que librar para realizar un pontificado abierto al diálogo en un mundo azotado por el miedo a la Guerra Fría y al comunismo soviético. Destaca también sus esfuerzos por persuadir al embajador alemán (Erland Josephson, antiguo actor fetiche de Ingmar Bergman) en Turquía para que salve a 600 niños judíos en plena Segunda Guerra Mundial, cuando era obispo.
En síntesis, un magnífico homenaje a un gran Papa, beatificado por Juan Pablo el Grande en 2000 y muy querido tanto por católicos como por no creyentes.

El hace poco fallecido Sydney Pollack dirigió a comienzos de los ochenta esta inteligente y divertida comedia de enredos. Es un ejemplo curioso de hacer buen cine cómico sin caer en los continuos clichés y convencionalismos de la actual comedia de Hollywood, que en muchos casos produce comedias para llorar. Si alguien quiere darse un respiro de tanto bodrio supuestamente gracioso sólo tiene que desempolvar esta película y disfrutarla, porque eso es lo que logra Pollack. Un Dustin Hoffman realmente hilarante, unos correctos Bill Murray y Jessica Lange (guapa como siempre y encima premiada con un Oscar) y el propio Pollack. Hasta Billy Wilder la aplaudiría, teniendo en cuenta que homenajea a su célebre Some like it hot.

Es cierto que el paso del tiempo ha hecho que esta magistral comedia de Frank Capra haya caido en el olvido, especialmente porque el gusto del público ha cambiado y está acostumbrado a ver comedias de nula calidad llenas de un humor asquerosamente ridículo y desagradable que Hollywood distribuye a los cinco continentes, demostrando así su decadencia creativa.
Pero seamos justos: ésta es una película notable porque si la comparamos con las actuales, en el plano técnico podrá estar vieja, pero en el narrativo y actoral es una verdadera delicia, pues basta contemplar el origen teatral de esta historia y su negrísimo humor para comprobar que estamos ante una película, que luego de visionarla es difícil de olvidar. Y lo digo, luego de verla y compararla con la obra que hace poco vi en el teatro, ambas son muy divertidas, pero la película tiene sus diferencias por ser el cine un medio artístico muy distinto.
Capra demuestra lo gran director que fue con un manejo fluido y pujante de un guión que no tiene nada de desperdicios en ninguna escena y con situaciones absurdas pero simplemente hilarantes en las que Cary Grant acaba imponiéndose en medio de un reparto lleno de personajes disparatados como el loco hermano que se cree el presidente Teddy Roosevelt, el otro hermano que es un delincuente parecido a Boris Karloff, junto con su simplonazo doctor que le operó la cara, las tías que son adorables pero dudosamente caritativas en su proceder delictivo y un par de locos policías, uno de ellos un frustrado dramaturgo.
Es mejor no revelar la trama pues se perderían las sorpresas de la historia.
Simplemente digo véanla y disfrútenla, pues las risas están garantizadas.

Vi esta película en el Festival de Lima 2008 y pude felicitar a Oscar Borda en persona por su excelente actuación en esta cruda, pero a la vez divertida película colombiana sobre narcotraficantes. La crudeza se encuentra en los momentos de violencia y en los ritos de brujería, de los que es devoto el mafioso de la historia. Marlon Moreno está convincente en su papel, sobre todo, en los momentos en los que lo atormenta la conciencia ya que se encuentra en la disyuntiva de entregarle el dinero a su jefe o llevárselo con su novia e hija a Estados Unidos. Se nota también la influencia estética y temática de Amores Perros de Alejandro Gonzáles Iñárritu y Traffic de Steven Soderbergh.
En conclusión, no está mal para un director novel como Carlos Moreno.

Fui sin mucha expectativa a ver el remake de Furia de titanes, dada la tendencia de Hollywood a alterar las historias o los mitos de otras culturas y pueblos en nombre del entretenimiento y la espectacularidad audiovisual. E hice bien, porque esta nueva versión divierte, especialmente a quienes nunca han leído nada de mitología griega ni conocen nada de la historia de Perseo y los dioses. Pero decepciona en partes iguales, porque la historia original se ha cambiado por completo convirtiéndola en una especie de videojuego sin intensidad ni suspenso y con malas actuaciones:

a. los dioses parecen Caballeros del Zodiaco, no tienen el suficiente poder para imponerse (Zeus sucumbe en una escena ante Hades y luego éste cae al inframundo fulminado por un rayo), y Zeus ni sabe que tiene un hijo bastardo ni dónde está; además Liam Neeson no tiene la talla actoral de Laurence Olivier;

b. Perseo parece más un personaje de película de acción gringa que un héroe mitológico (a diferencia de Harry Hamlin) y con peinado muy al estilo del siglo XXI; además aprende en cuestión de segundos a ser el mejor guerrero del grupo y eso que nunca ha peleado;

c. la Medusa es guapa y ríe cuando en realidad era horrible y daba miedo;
Andrómeda (Alexa Davalos) parece una reina de discoteca y no una princesa (más bonita era Judi Bowker);

d. el Kraken parece más una mezcla de pulpo gigante con el mostruo de la película Cloverfield que un monstruo mitológico, además aparece muy poco;

e. el Pegaso es negro, cuando desde siempre ha sido blanco, símbolo de pureza y belleza creada por Zeus;

f. Calibos es Acrisus el rey de Argos y no dos personajes distintos, además no es un hombre deformado por Zeus, sino un freak creado por obra del maquillaje;

g. la madre de Perseo muere en el sarcófago y es criado por una pareja de pescadores;

... entre otros.

Lo mejor, sin duda, es la escena de los escorpiones gigantes y Mads Mikkelsen como Draco. Y definitivamente los efectos visuales superan a los de la versión original.
Eso sí, no vale la pena verla en 3D porque se nota que la filmaron en 2D y luego la adaptaron a aquél formato y no sale igual.
Lo peor es el final, que deforma la historia por completo, insulta a la mitología griega y provoca la decepción para quienes si conocen esta historia.
Si buscas entretenimiento, vela, pero no busques fidelidad a la mitología, porque esto parece una imitación barata de esas historias con el objetivo de complacer a las masas adictas a espectáculos audiovisuales ya nada sorprendentes.
Definitivamente, me quedo con la versión original de 1981.