Ni los tiros de la ensalada final suenan como debieran en el tipo de arma que utilizan. Que mal hecha, Dios mío. Parece un trabajo de pura alimentación. ¿Y las interpretaciones? El tal Colin Farrell es un prenda impresentable. Ni locos nos creemos que con su aspecto y poses de macarra barato pueda convencer a Gong Li para ni tomar una copa. ¿Y el prenda de Luis Tosar? ni pasándolo por el peluquero daría la talla de un capo mafioso del tipo que pretende representar.
ABSOLUTAMENTE PRESCINDIBLE.

Todos cuantos lean esta crítica, como buenos aficionados al cine, habrán tenido la sensación de lamentar la vuelta a visionar una película de la que, desde su infancia o juventud según el caso, mantenían un buen recuerdo. LA DECEPCIÓN.
Guardamos en la memoria filmes de aquellas épocas que más o menos marcaron un tiempo que fue, sin nosotros saberlo, el inicio de nuestra actual afición a este bello arte. Algunas, muchas, siguen teniendo hoy atractivo puesto que comprendemos que el paso del tiempo ha hecho que en muchos aspectos (evidentemente el técnico) han sido ampliamente mejoradas. Sin embargo, aquellos argumentos, aquellos directores, aquellos actores, y, sobre todo, aquellos guionistas no han sido ni mucho menos superados. De ahí la existencia de títulos que fueron y siguen siendo un referente para todos nosotros.

Tambieén hay, y ésta película es de ellas, algunas que volviéndolas a visionar ahora, nos hacen lamentar haberlo hecho y, en nuestras actuales circunstancias y conocimientos, eliminar aquella inocente aureola de que las dotamos tiempo atrás.

Una pena.

Lo siento. Veo valores en este film de buen cineasta, con planos muy bellos, travellings originales y la propia historia de decadencia muy bien reflejada. pero NO PUEDO soportar los varios y muuuuy largos momentos de música en el salón del protagonista. Especialmente la canción (?) del tipo de barbas y la no menos apabullante (y larguísima) danza del casi final. Comprendo que pueda haber a quien guste esa música, pero a mí me ha hecho bajar en picado la nota que debía adjudicarle al film, valioso por otros detalles como dejo comentado.

Ya hay muchas críticas que inciden en lo mismo : mucha ráfaga de avión a otro caza, mucha cara de susto por lo que puede aparecer (luego no aparece nada ( hay un Heinkel que por salir sale hasta tres veces desde varios puntos de vista)), uy..uy..uy que vienen, pero nada. La llegada de los barcos privados (hecho absolutamente real) no puede ser más penosamente representado, y así un largo rastro de penosos planos impropios de una narrativa épica que refleje fielmente lo que históricamente fue aquel hecho bélico.
Mi crítica quiere indicar un hecho que a mí particularmente me ha cargado hasta decir basta : ¿nadie ha sumado los minutos de proyección con el primer plano del rostro del piloto del spitfire último que se pasea por los cielos ? Plano que se repite una y otra vez entre ráfaga y ráfaga a lo largo de este plúmbeo tostón que ni es cine bélico, ni tiene una vis dramática capaz de enganchar, ni empatizas con nadie.

Un lío. Así definiría este film que, en base a un supuesto choque de mundos paralelos, nos introduce en un permanente vaivén en el tiempo, sin llegar en algún momento a aclararnos cual es el definitivo objetivo de tantas singladuras.

Llega uno a pensar si lo que ocurre es que no tiene un buen día. Por esa razón he postergado 24 horas el escribir esta crítica para ver si en ese margen pasaba alguna solidez por el filtro de mi intelecto. Sí, algo ha filtrado: la confirmación de un buen lío, mal explicado y sin sentido.

No la recomiendo.