Haz click aquí para copiar la URL
España España · Barcelona
Críticas de edgar_33
<< 1 2 3 4 5 6 >>
Críticas 30
Críticas ordenadas por utilidad
Dragon Ball (Serie de TV)
SerieAnimación
Japón1986
7.8
73,985
Animación
9
28 de junio de 2017
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Goku, de 11 años, de cabello negro y puntiagudo, sirviéndose con un palo rojo que se alarga infinitamente a su antojo y con cola de mono a temer en días de luna llena, vive aislado en las montañas desde que aplastó sin querer a su abuelo adoptivo Son Gohan. Recluido en la naturaleza, se las apaña para sobrevivir sin ayuda. Con una sonrisa de oreja a oreja vive una vida sencilla y sin complejos alejado del alboroto urbano en una cabaña adyacente a una cordillera.

Mientras rompe tejas a puñetazos, oye de lejos el ruido de un motor procedente de la senda que lleva al monte donde habita. Explora la zona y se topa con Bulma -el único punto de inflexión de la vida de Son Goku-. Arrolla su coche, artilugio extraño para él.

Empieza la aventura.

Ignorando rasgos físicos y psicológicos prototípicos de un ser humano, Goku es incapaz de distinguir entre sexos, no se guía por códigos morales o éticos, y vive con naturalidad. No es alguien superficial, sexista o pervertido ni comprende estas definiciones o etiquetas; simplemente es. No distingue entre especies: le gustan animales, humanos, plantas, ríos, montañas, la naturaleza por igual. Le da igual ir o no ir desnudo. Desatiende conceptos de belleza o de inteligencia (no los necesita). Sin saber lo que son las definiciones de ningún tipo ni las leyes humanas, observa, conoce y descubre. Toca y curiosea aquello que desconoce, sin miedos, sin prejuicios. Es sincero y sencillo. Los únicos conceptos arraigados son el de comer y el de dormir, las necesidades básicas de cualquier persona.

Sin aparente sabiduría, sin nada, emprende un viaje para obtenerlo todo. Parte del punto 0, con intriga, expectación y ganas de aventura. El mundo es precioso y hay que salir para ser testimonio de ello. Bulma viaja con el objetivo de conseguir las Dragon Ball para satisfacer sus propios deseos, Goku para curiosear y ayudarla sin saber muy bien por qué. Encontrar y proteger una bolas anaranjadas con estrellas que brillan por si solas ¿Qué tienen de especial estas simples piedras? Goku quiere la suya, la de su abuelo y ya está, las otras no importan. Pero decide continuar con la aventura. Nosotros nos sentimos como él, fascinados por un mundo de dinosaurios y tortugas hablantes. Sus descubrimientos a lo largo y ancho del planeta, sus embelesamientos ante aquello que conoce, son los nuestros. La percepción del mundo es impactante para un chico acostumbrado a vivir entre montañas que sale de la burbuja, que de repente empieza a recorrer parajes diversos, con una vida consistente en peligros, riesgos y miles de peripecias. Cualquier persona con la cual se relaciona es atrayente, para bien o para mal, y su vida es trepidante. La sonrisa nunca la pierde por valiente y ambicioso. Y el deseo de explorar le permite avanzar en cualquier misión, con humildad. Un humilde sin declarar que lo es. Ni conoce la existencia de la palabra “humildad”.

Poco a poco, hace gala y se percata de su descomunal talento innato por la lucha. Perfecciona sus habilidades perpetuamente sin alcanzar ningún límite porque no los tiene. Nunca, aun habiendo recorrido el planeta entero, se le borra la sonrisa, la inocencia, la honradez, la benevolencia o la espontaneidad. Siempre conserva esa enorme pizca de humanidad que le convierten en un corazón puro capaz de atravesar fuego, tierra, mar y aire. Y eso que no es humano.

Con el objetivo de mejorarse a sí mismo, llega a hermosos lugares inhóspitos e inexplorados. Recorre paisajes remotos que muestran la inmensidad del mundo, y a medida que descubre nuevos lugares, su mundo interior y experiencia se amplían y su destreza en combate aumenta. Con eso, nunca pierde. Y con una infinita ambición, no hay lugar para la rendición. Montes helados, volcanes en erupción, bosques salvajes, animales indómitos, junglas repletas de dinosaurios, cielos escabrosos gigantescos, Tao Pai Pai o el asesino a sueldo más poderoso del planeta, la torre de Karin y la superación personal, el empeño en ser el vencedor de los torneos de artes marciales, el templo de Kami -el Dios ¿terrestre?-, y la victoria ante un vil extraterrestre llamado Piccolo, capaz de aniquilar el planeta.

Una persona sencilla, simple, constituida de bondad, que, arrastrada por sus ansias de pasarlo bien combatiendo, se convierte en héroe del mundo.

La evolución en espacio: de una insignifcante montaña al planeta entero. La progresión constante sin frenos.

Vencidos todos los obstáculos, qué límites hay para Son Goku en la Tierra?
edgar_33
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
8
24 de septiembre de 2016
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
La historia cuenta como un hombre y una mujer conviven en el mismo bloque de pisos (en pisos diferentes, claro) con su pareja, la cual nunca para por casa. Día a día se van conociendo más y más, hasta que llega un punto que el flirteo es inevitable. Sin embargo, reculan y impiden sus deseos más instintivos. Se quieren, pero no deben. La presión hace un doble efecto, les obliga a tener un romance pero a su misma vez les tortura ante la posible infidelidad.

Wong Kar-Wai empieza a hacer visibles sus metafóricas cartas a partir de este momento. Los dos personajes se mueven en espacios interiores constantemente, con una fotografía consistente en planos cerrados. Nunca se observa un plano general en toda la película. Exteriores hay.

En especial uno: Hay escenas donde observamos a ambos, algo distante ante el posible horizonte de traición e infidelidad a sus verdaderas parejas. Parece que estén metidos en un lugar interior, dentro de una cúpula. Las sombras parecen barrotes, señalando la estrechez en la que se encuentran ligados. La mujer, apoyada en la pared, agacha la mirada evitando el contacto visual, mientras que el hombre, reflejado en su sombra se dirige a ella un poco sin convicción, para no sucumbir ante la tentativa.

Wong Kar-Wai de igual manera usa los silencios para transmitir la incomodidad de ambos. Y asimismo, usa el “slow motion” en muchas ocasiones a lo largo del metraje, y queda perfecto. Acompañado de boleros cantados en español por Nat King Cole. Algo que suena bizarro. El uso de la cámara lenta se produce acompañado de miradas sin rumbo, sin un punto fijo, inmersas en los pensamientos de uno hacia el otro, hacia la imposibilidad de la relación y sus consecuencias. Cada estrategia narrativa usada por el director tiene una justificación.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
edgar_33
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
8
23 de abril de 2016
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Día 113

Nota 1:

“Qué lejos he llegado. Qué bonita es Alaska.

Este viaje es la mejor decisión que he tomado en mi vida. No ha sido sencillo lograrlo, he pasado de todo hasta llegar aquí. Aventuras, emociones, vivencias extraordinarias, y muchos obstáculos. Conseguí llegar a Alaska y me enorgullezco de ello. Un placer haber podido convivir con la naturaleza y observar la vida real en su máximo esplendor. Siempre a mi lado están los Tolstoi, London, Dostoievski y Thoreau para hacerme la vida más amena y recordarme quién soy. Si antes de emprender el viaje ya era un hombre sabio, ahora he alcanzado mi plenitud. Y con tan sólo 24 años, quién lo diría. Me he encontrado a mí mismo. He abandonado la sociedad del materialismo y me he labrado una vida viviendo de la tierra, alejado de este mundo putrefacto que me rodea. Afirmo que con los mínimos elementos es posible subsistir, así he podido comprobarlo yo; no es necesario vivir rodeado de máquinas consumiendo patológicamente. Yo lo he demostrado. He aprendido viviendo EN y DE la naturaleza. Mirad lo poco que necesitan los animales para tirar adelante: su instinto de supervivencia, comer y dormir, punto. Sin la voracidad inherente de los humanos. Así soy yo ahora. Puedo arreglármelas solo, estando junto a mi amiga la naturaleza.

Qué precioso es vivir en la tierra. No necesito ayuda de nadie.
Lástima que me haya comido una semilla venenosa. Estoy pidiendo auxilio desesperadamente, pero aunque no vengan a socorrerme, me da igual. Porque gracias a Dios moriré en paz.

He tenido una vida feliz y doy gracias al Señor. Adiós y bendiciones a todos.”

RIP


Nota 2:

“Durante mi etapa universitaria desarrollé la idea de recorrer el mundo para encontrarme a mí mismo. Al poco de graduarme, tomé la decisión definitiva: emprendería un viaje en búsqueda del conocimiento real, pues el materialismo de la sociedad no me dejaba vivir en paz. Lo hice. Y en estos 113 de odisea he aprendido mucho. Ahora, aquí me encuentro, en el río Teklanika en Alaska, escribiendo mis últimas líneas en un bus abandonado. Agonizo. Nadie puede oír mis gritos de socorro. Estoy completamente solo y me lo he buscado. Convertí la vida en una idealización y me transformé en un ser egoísta.

Por el camino he conocido a grupos de personas que anhelaban llevar a cabo sus sueños. Todos iban acompañados de alguien o algo que los mantenía en pie. O vivían de su pareja y amigos, o vivían de los recuerdos, como el viejo Ron. Cuando los acompañaba, veía el amor que se transmitían entre sí, pero me era completamente indiferente. Luego, en mi soledad, leía y leía, y sólo me paraba a pensar adonde iría después. Todos ellos me mostraban maneras de vivir y ser feliz, de cómo es la vida, y yo lo ignoraba. Me mostraba fuerte exterior e interiormente, pero en el fondo era débil porque estaba solo y cegado por mi idealismo.

Me paro a pensar en mis padres. ¿Les habré hecho sufrir? Crecí marcado por sus problemas conyugales, y siempre he sido algo esquivo con ellos. Pero me quieren, estoy seguro. Cierto que por momentos parecía que ni mi hermana ni yo existíamos, que solo existían sus problemas. Pero así son los matrimonios, ¿No? Por ese entonces era un chico inmaduro sin ser consciente de ello, porque me creía lo más. En realidad, he seguido siendo inmaduro hasta este momento, cuando me encuentro perdido en un bus atascado en la nieve. ¿Y mi hermana? Superé con ella todas las adversidades de mi juventud pero la abandoné y olvidé para solo recordarla en mi lecho de muerte cuando mi mente repasa instintivamente momentos de mi vida. Moriré solo por culpa de mis decisiones. La cagué. Un error humano. O muchos. Quién lo diría con lo buen estudiante que fui. Cuando descubran mi cuerpo y lean mis memorias descubrirán que sólo fui un egoísta, un prepotente y un cobarde con la realidad con pretensiones heroicas.

¿Porque salen a la luz todos estos pensamientos, estos remordimientos? Con la seguridad y fortaleza que tengo. Quizá es porque no he podido alcanzar la felicidad que tanto codiciaba. Esta felicidad construida a partir del idealismo, de MI idealismo, de aquello creado en MI mente.

Estoy solo…
Muy solo…
Completamente solo…

Ya veo: La felicidad solo es real cuando se comparte.”

RIP
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
edgar_33
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
8
4 de abril de 2016
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Se abre el telón. Un plano detalle de un chico postrado en una silla de ruedas. Se abre plano y vemos una secuencia entera que muestra el centro penitenciario Oswald, mientras el chico habla como si fuera un narrador. En los primeros 2 minutos aparecen un par de recién llegados y un apuñalamiento con una breve explicación del horror carcelario. Mundo de la serie creado con tono y ritmo marcados des del primer segundo. O quizá no. Quizá el apuñalamiento solo refleje un estereotipo de las cárceles. Pero no.

Oz narra la vida de presidiarios que conviven en una unidad experimental llamada Emerald City, perteneciente al centro penitenciario de alta seguridad Oswald (Oz). La unidad es completamente nueva, financiada por el estado. El encargado de dicha unidad divide los presos de manera que los habitantes sean heterogéneos, de todos los grupos sociales, para que aprendan a convivir, con el objetivo de rehabilitarlos. Ahora bien, ¿Es posible cambiar a un criminal? El encargado cree en ello; el alcaide es un poco susceptible al respecto. La idea de la serie gira entorno a esta cuestión. El nombre “Emerald City” es una referencia a los libros de Frank Baum, la saga Oz; es la ciudad donde transcurre la historia. Aunque la serie de la HBO nada tiene que ver con la fantasía infantil de Wizard of Oz, la idea del encargado es que la prisión sea un campo de rosas. Una aparente utopía. Emerald City es lo mismo que Alcatraz, Guantánamo o cualquier sector de la misma Oswald.

En Oz no existe la felicidad; los amiguismos son falsos, no existe la familia, no hay pareja sentimental. Apenas existen elementos que llenen la vida de alguien. Sí que hay amargura, impotencia y remordimientos (pocos). Cada personaje se encuentra solo. Hay clanes en la prisión: los latinos, los musulmanes, los italianos, los nazis, los negros, los moteros, los queers, los cristianos, los perturbados y los marginados. Aunque también se traicionan entre sí. Con todo lleno de asesinos, ladrones, violadores y drogadictos, la convivencia se hace un tanto complicada.

Las rivalidades nacen en el primer episodio. Hay un conflicto previo entre el líder de los irlandeses y un italiano; de aquí nace una batalla entre clanes, donde hay traiciones e hipocresías. Aunque sólo es un conflicto más. La estructura de los capítulos, para dar cabida a la cantidad de personajes que existen, se divide por secuencias con protagonistas diferentes en cada una. Cuando entre escena y escena hay un fundido, significa que cambia de protagonista. Durante la hora de capítulo, se recrean diferentes historias paralelas de distintos habitantes de la prisión que en ocasiones se cruzan. Y a lo largo de la serie, todos los clanes terminan peleándose contra todos.

La constante lucha lleva al incesante sufrimiento a seres acechados por la cercana presencia de la muerte. En cualquier esquina, cualquier armario o cualquier pequeña habitación, puede aparecer un nazi y clavarte un puñal por la espalda. Incluso mientras comes, duermes o te duchas, alguien puede acabar contigo. Todos mirando siempre por el rabillo del ojo, porque al despistarse, adiós. La vida carcelaria se basa en la inseguridad y la supervivencia a toda costa, así que las alianzas son fundamentales. Es un juego de poder constante: los fuertes van a por los débiles, que o se les unen o los matan. Luego, las revanchas. Una vez se enciende la mecha en el primer episodio, todo son venganzas, una tras otra. La pizca de humanidad la ponen los débiles, y los débiles, en la prisión, son incapaces de alzarse con el poder, así que la bondad brilla por su ausencia. ¿Dónde queda la humanidad en una prisión? ¿Existe? A los condenados a perpetua les da igual, total, no van a poder salir de allí nunca, no tienen nada que perder. Y a los capaces de salir en libertad condicional se ven engullidos por los vaivenes de la cárcel.

Vivir en Oz es como un infierno; o una antesala. El chip de la violencia llega por el mero hecho de vivir allí del por qué viven allí. Hay una pobreza sentimental; los residentes buscan medios totalmente ilusorios para satisfacer de alguna forma sus placeres más primarios y aislarse de la realidad. Se trafica con armas, drogas y revistas eróticas. Y finalmente, se busca la religión para poder vivir en paz o creer en algo del más allá porque la realidad es una mierda, ellos lo saben. Oz no es vida, lo contrario. O más bien es otra vida, muy diferente a la real. La prisión es la antesala a la muerte o la muerte en sí misma, aquello que lleva a la degradación hasta que finiquita lo que eras anteriormente. Sin duda, el análisis de una historia ambientada en una prisión deja muchas reflexiones por el camino. El narrador en este caso se encarga de refrescarnos y da sus opiniones. Es un prisionero más, aunque de los pacíficos, y narra todo des de un punto de vista totalmente agorero y pesimista, o mejor dicho, realista. Muy HBO.

Oz fue el primer éxito del canal. Fue la primera joya. No es perfecta, pero combina la dosis de autenticidad, el “pasa lo que tiene que pasar”, y el acabar con un personaje cualquiera por muy encariñado que estés con él, tres elementos muy HBO. De paso sirvió para dar a conocer a actores anónimos. Buena parte del reparto de The Wire apareció en Oz, así como en otras series de HBO y en producciones de otras cadenas como Breaking Bad o Lost. Y también están JK Simmons, Rita Moreno o Ernie Hudson, conocidos por un público mayor.

Puede no ser la mejor serie de la cadena. Cuando empezó su fama fue a partir de The Sopranos, de dos años más tarde. Oz es tan sólo el inicio de la mejor creadora de series televisivas que existen, que ya es mucho. Altamente recomendable.
edgar_33
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
Humana
Documental
Francia2015
8.3
1,978
Documental
8
8 de mayo de 2018
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
"No tienes una pregunta más sencilla? El sentido de la vida... A menudo pienso en una frase que escuché cuando era un crío. Un amigo decía: <<La vida es mandar un mensaje desde el niño que eras hasta el anciano que serás; tu propósito es asegurarte de que este mensaje no se pierda por el camino>>. Cuando era pequeño solía imaginar cosas bonitas, soñaba en un lugar sin mendicidad donde todo el mundo era feliz. Algo simple, sencillo. Pero lo pierdes con el paso de los años; trabajas para poder comprar cosas e ignoras al mendigo, deja de preocuparte. ¿Dónde está el mensaje del niño que una vez fui? (Quizá) el sentido de la vida es asegurarse que este mensaje no desaparezca"

Argus, de Brasil.
edgar_33
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 2 3 4 5 6 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow