Espectacular película animada que derrocha imaginación por los cuatro costados, dotada de impresionantes dibujos acompañados de una hermosa banda sonora, que incluye una magnífica versión del tema de George Harrison "When my guitar gently weeps" y una entretenida historia de aventuras tal vez demasiado adulta por el carácter alegórico y onírico de la cultura japonesa que trata.

Revolucionaria en su género al combinar las técnicas más avanzadas y modernas de animación con el stop motion, la película es un prodigio desde el punto de vista técnico pero también tiene una historia trabajada y original que lamentablemente no dio los frutos deseados en taquilla aunque la crítica la encumbró como merecía.

No me ha parecido que se trate de una película infantil, tampoco adulta, parece más bien para adolescentes, demasiado gótica tal vez, al estilo a las de Tim Burton aunque sin llegar a tanto. Está muy bien hecha, con unos dibujos animados chulos y una bonita banda sonora pero sin un ápice de humor ni de números musicales. Es decir, ni Pixar ni Disney, de ahí los discretos resultados en taquilla mientras que la crítica respondía positivamente.

La historia es original aunque un tanto perturbadora, no resulta muy entretenida pero se deja ver porque en suma se trata de una buena película. Tal vez por su inquietante argumento le cueste encontrar a su público objetivo.

Con un ritmo endiablado Rodrigo Sorogoyen narra un intenso thriller político que muestra las vergüenzas de la corrupción política española de los últimos años. Un inmenso Antonio de la Torre encarna al político corrupto acorralado que sufre el ninguneo y desprecio de sus compañeros de partido mientras trata de reunir pruebas para su defensa. Sin embargo la información que descubre es de tal gravedad que los que en un principio se prestan a ayudarle le dejan solo.

La quinta entrega de Misión imposible confirma el vigor de la saga y va a más. Tom Cruise cincuentón sigue estando en forma y se encarga él mismo de rodar sin dobles la mayoría de escenas peligrosas. El prestigioso guionista Christopher McQuarrie demuestra su talento también para la dirección en una vigorosa historia de acción plagada de secuencias vertiginosas filmadas a un ritmo trepidante y con una trama digerible que mantiene el interés más allá de las cada vez más espectaculares escenas de acción. Sus responsables se lo han currado, se han gastado la pasta y han creado otro producto modélico, sin embargo y a pesar de todas sus bondades hay un problema grave de fondo y es que la película se olvida tan rápido como se ve.

En su afán de darle ritmo al tinglado todo está rodado a tal rapidez, con miles de planos por segundo, que apenas tienes tiempo de disfrutarlo. Escenas que han costado un dineral y semanas de planificación a penas duran unos pocos segundos en pantalla. Este tipo de films, irreprochables desde el punto de vista técnico, no quedan en la retina del espectador ni siquiera como un mero pasatiempo. En este sentido echo de menos aquellas películas de acción de antaño que siguen en el recuerdo porque veías lo que pasaba y lo disfrutabas más. Ahora la acción tiene un ritmo tan acelerado que no te da tiempo a asimilar nada de lo que ves.

Al igual que Tim Burton con su Ed Wood, James Franco homenajea el excéntrico Tommy Wiseau, un cineasta peculiar y sin talento empeñado en escribir, dirigir y producir una obra estúpida y sinsentido, titulada The room, considerada por muchos como la peor película de la historia.

A pesar de la incapacidad de Wiseau para filmarla, no deja de ser encomiable su firme determinación en llevar a cabo su proyecto a pesar de todo y aunque la película fuese un fracaso total, con los años se la ha considerado como una obra de culto. Tan mala que divierte. Puede que no fuera esa la intención inicial de su creador pero lo cierto es que el que la ha visto sabiendo de antemano lo que va a ver se echa unas buenas risas con la sobreactuación de su protagonista y lo disparatado de su historia.

Franco se mimetiza con su personaje magistralmente, imperdonable que la Academia no se acordara de él nominándole al mejor actor, también su hermano Dave está muy convincente demostrando sensibilidad y talento con su actuación.

La película cuenta el caótico rodaje de The room y lo que subyace detrás de las risas que te puedas echar viéndola, es la admiración y el respeto de Franco hacia todos aquellos que se dedican al cine y lo aman por encima de todo.