El caso es que ‘La Llorona’ no me ha parecido en ningún momento una mala película. Es más, tiene un arranque inquietante y poderoso, lo suficiente como para que me enganche a la historia de esta mujer / fantasma vestido de novia que quiere matar a tus hijos. Pero todos los caminos que eligen sus responsables para el desenlace final, no pueden ser más equivocados.

Michael Chaves dirige el guión escrito a cuatro manos por Mikki Daughtry y Tobias Iaconis que es, además, una adaptación de una antigua leyenda mexicana sobre un espectro o alma en pena que perdió / mató a sus hijos y los busca en la noche, asustando con su sobrecogedor llanto.

Enmarcada en, lo que podíamos denominar el “Warrenverso” (el Universo de ‘Expediente Warren’) gracias a un pequeño cameo, la película sigue la estela de una familia cuya existencia se ve amenazada (de forma bastante tonta, todo hay que decirlo) por culpa de La Llorona. A partir de aquí, sustos por doquier, que no están mal ejecutados.

El problema llega en su tercio final, con el clímax, en el que se quiere meter con calzador demasiados elementos (el colgante, ¿Para qué rayos sirve? ¿Es bueno o malo?) o personajes (como es el caso del desaprovechado personaje de Raymond Cruz) y combinarlos con sustos cada cinco minutos porque, recordemos, esto es una película de terror y hay que subir la música cada cierto tiempo.

La película queda plenamente descompensada con un decepcionante desenlace que no hace justicia a lo visto con anterioridad. Da la sensación de que han desperdiciado con ‘La Llorona’ una buena historia de terror para intentar aplicar el esquema convencional. Una lástima.

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Partiendo de la base de que desconocía completamente la existencia de este personaje (mis conocimientos sobre el mundo del cómic llegan hasta donde llegan), puedo decir que la historia que envuelve al personaje de ‘¡Shazam!’ me ha resultado de lo más atractiva. Arranca muy bien, con la creación del villano y contando con Mark Strong, que en ese campo se mueve francamente bien, termino enganchado a los pocos minutos de metraje.

A partir de ahí, toca hablar del héroe, un chico sin hogar que tiene que encontrar su sitio y que termina siendo el elegido para llevar ese inmenso poder. Su responsable principal, David F. Sandberg, consigue dar con la tecla y establecer una identidad propia al personaje.

Aunque la historia pueda parecer un poco trillada, lo cierto es que se guarda un par de sorpresas finales y los toques de humor funcionan lo suficientemente bien como para hacer su visionado atractivo. Eso sí, los avances de la cinta parecen indicar que el film va a ser mucho más gamberro (un ‘Deadpool’ para DC) de lo que en verdad termina siendo. Tiene algunos gags realmente desternillantes, pero no es una sucesión de ellos.

Es decir, este ‘¡Shazam!’ suma y no resta. Otro acierto de la compañía que, sumada a ‘Wonder Woman’ y ‘Aquaman’, es una buena base para establecer los cimientos de su universo.

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Dentro de las recomendaciones que surgieron por parte del equipo de críticos de cine de blogs amigos, una película se repitió bastantes veces aunque no terminase estando en el top: 'A Ghost Story'. Ni corto ni perezoso, me dispuse a ver esta marcianada de película que, si bien en un principio quise arrojarla a la basura, terminé hasta encontrándola el punto.

La historia trata (ya que la sinopsis no es muy extensa) sobre una pareja de chicos jóvenes interpretados por Casey Affleck (bajo la sábana) y Rooney Mara que acaban de mudarse a una casa a las afueras. Él, músico, sufre un accidente de tráfico en el que pierde la vida, pero termina regresando a la casa convertido en un tradicional fantasma (sábana con agujeros para los ojos). A partir de ese momento, él, imperecedero en el tiempo, contempla la vida que allí se está dando.

Con un presupuesto casi inexistente, un ritmo muy lento (que puede resultar chirriante sobre todo en su arranque inicial) y un minimalismo que roza la pretenciosidad en más de un momento (lo de rodarla en 4:3 es una cosa que, por ejemplo, no entiendo), David Lowery dirige este experimento cinematográfico (pues no tiene otro nombre) dejándose llevar hasta sus últimas consecuencias.

Hay un concreto momento del film que exigirá al espectador (que tendrá que poner mucho, MUCHÍSIMO de su parte) un nivel de complicidad que, quizás, no se ha ganado. Será el momento de odiarla definitivamente o de darla una última oportunidad. Pero como dije, Lowery tiene una idea de película y tiene la valentía de llevarla adelante hasta el final. Es curioso cómo, según va avanzando todo terminas queriendo saber hacia dónde se dirige el final.

No es una película que volvería a ver, pero es cierto que tiene algo que hace que pienses en ella. Es un film desconcertante, repleto de largas escenas (como la escena de Mara comiendo) que buscan un grado de realismo que te haga capaz de entender lo que viene a continuación.

Repito, 'A Ghost Story' es una marcianada que no recomendaría y no volvería a ver. Pero que ha terminado teniendo algo que la hace diferente y al final, la originalidad en estos tiempos, es sumamente escasa.

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Si las pinturas hablasen, ¿Qué secretos nos contarían de sus autores? ¿Qué pasaba por la cabeza del artista mientras dejaba volar su imaginación? ¿Qué le preocupaba? Ese es el interesantísimo punto de partida de este largometraje compuesto, directamente, por pinturas animadas. Es difícil resistirse al encanto que trasmite ‘Loving Vincent’, un film que pretende homenajear (y lo consigue) a la figura del (ahora) mundialmente conocido artista holandés Vincent Van Gogh.

Más allá del desarrollo de la historia, más allá de lo que la película nos quiera contar, hay que echar un vistazo a la belleza con la que está realizada, en la que cada fotograma es un cuadro pintado sobre óleo. Sus escasos ochenta minutos de duración se componen de cerca de 56800 fotogramas que han sido pintados, uno a uno, por excelentes artistas a lo largo de los años, inspirándose en el estilo y arte de Van Gogh.

Para ello, han prestado Douglas Booth, Saoirse Ronan, Jerome Flynn o Eleanor Tomlinson sus voces y rostros. Hay que reconocer también el titánico esfuerzo de los directores Dorota Kobiela y Hugh Welchman en esta estimulante producción polaca. Sus coloristas viñetas se funden en una trama que no termina de atrapa del todo, pero que conduce bastante bien la narración.

‘Loving Vincent’ es el perfecto ejemplo de homenaje mediante cuadros en movimientos a un artista único.

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Necesitaba un reboot. Era inconcebible pensar en que el hombre araña tuviese la peor franquicia cinematográfica del momento, en plena era de los superhéroes, con las nefastas entregas protagonizadas por Andrew Garfield (donde él era de lo poco que daba la talla). Ahora, Spiderman vuelve a casa de la mano de Marvel y se nota en cada momento de una película que ni luce tan bien como la pintan, ni tan mal.

Escogido un Peter Parker que es EXACTAMENTE como debe ser Peter (un Tom Holland en el papel de su vida y que le puede catapultar a la fama), un villano resultón (Michael Keaton divirtiéndose) pero un poco descentrado del cómic, más unas pocas sorpresas de guión bien aventuradas hacen que este nuevo proyecto arranque bien.

Se agradece no tener que ver la muerte del tío Ben, o que Mary Jane Watson no sea el primer gran amor de Peter. Por fin vemos en pantalla un hombre araña que, en esencia es lo mismo, pero no me lo cuentan igual por tercera vez en diez años.

Es curioso que el plato fuerte, lo que verdaderamente esperas de un blockbuster, sea tan sumamente light: las escenas de acción. ‘Spiderman: Homecoming’ apenas luce en ese aspecto y eso que suceden bastantes cosas en las dos horas de metraje: la escena del ascensor, del barco, del avión… será que estamos demasiado acostumbrados a que nos ofrezcan más y más. Tanto, que si no llega a ser por el par de sorpresas de su tercio final, quizás hablaríamos de un Spiderman mucho más rutinario.

A todo esto hay que sumar la presencia de Robert Downey Jr./Tony Stark, que se agradece, pero que nos lleva a la siguiente pregunta: ¿Funcionaría igual la película sin Iron Man?

Así pues, ‘Spiderman: Homecoming’ no es la versión definitiva del héroe, es más, es inferior a cualquiera de la trilogía de Raimi. Hay buenas mimbres y todo tiene una pinta excelente. Veremos si en futuras apariciones, el hombre araña nos deja más anonadados.

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