Una notable película del subgénero de infiltrados, digna sucesora de aquellas películas de John Frankheimer, Don Siegel y demás. Si dices que no la disfrutas por aquello de la moralina, es como si me dijeras que El mensajero del miedo es una americanada anticomunista. Una gozada para fundamentalistas de el cine de genero

En vista de que Walter Hill, tras LA PRESA y FORAJIDOS DE LEYENDA, perdió el fuelle tratando de seguir la estela de su difunto boss SAM PECKINPAH, había perdido toda esperanza de ver esas atmósferas maestras, esa violencia soterrada que estallaba de forma seca y brutal, sorpresa, el tal McKEE ha conseguido que durante el visionado recordara las mismas sensaciones que la primera vez que vi PERROS DE PAJA. Casting perfecto, impagable el tio ENGLUND en un registro breve pero sorprendentemente alejado de sus tonterías anteriores, MUY BUENA.
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