Creo que muchas críticas lo que valoran en realidad es que sea una obra del judío neoyorkino.
Tiene tantos diálogos repetidos en otras películas y la temática plagiada de sí mismo.
Dicen que para plagiarse hay que saber hacerlo y aquí el viejo Allen no sabe hacerlo, para mí.
Posiblemente su última o penúltima película y valoramos eso por encima de otras consideraciones.
Así que me sumo a homenajear a un autor grandioso que me ha hecho reír, reflexionar, emocionar, etc.
Pero no le pongo un 10 o 9 o 8 como he visto a mogollón.

Se sigue con agrado hasta el final aunque sea predecible tiene su característico aroma ya olido.
El reparto es lo único novedoso y me quedo con el actor y personaje del marido celoso, posesivo, que tantas veces retrata en sus películas.
La fotografía de Vittorio Storaro deslumbra en algún momento con ese uso de la luz y la capacidad de sacar una luz lujosa a chorros, estertores que luego se transforma en esa fotografía suntuosa que dado el ambiente de clase media alta en que se mueve la historia le va en una opulencia visual que recrea ese París de alto copete.
La música de jazz con "Cantalupe Island" como tema principal, la inmortal composición de Herbie Hancock.
La algo más que curiosidad que este rodada en francés y casi todo el equipo técnico es nuevo.

Celos, culpa, el error de estar con el equivocado y la suerte, el azar que tantas sorpresas da en la vida y sin el que sería tedioso existir.
Estos ingredientes son con algún otro el cine de Woody Allen y aquí hace otra revisión ya visitada con su inconfundible marca del universo de su autor.

El gran director checo firma una obra intimista, con un dominio de la luz, las texturas, las atmósferas, los encuadres sublime, esta vez en color.
La larga secuencia del desfloramiento virginal es una virguería visual con unas capas de conseguido erotismo, entre el juego, lo ameno y la naturaleza del descubrimiento amoroso. (Solo por esa secuencia ya merece la pena su visionado)
Además la sincronización de la música es excelente no lo siguiente.
Las escenas del puerto marítimo contienen una magia visual indudable con ese dominio de los ambientes que posee.
Desliza el humor con algún plano de surrealismo realista (Si eso existe)
El tono general elegido es desenfadado con preeminencia de una banda sonora soberbia.

La versión que he visto dura 2 horas 55 minutos.
Hay otra primera de unas dos horas de duración.
Basada en la novela de Anne Hébert, escritora del guión también junto al director.
Kamouraska es un municipio regional del condado de la provincia de Quebec, pequeño pero de gran belleza paisajística.

Una historia de amores y desamores en una producción de enorme presupuesto y cuidados detalles.
Es una película de época al estilo más clásico del concepto.
Una fotografía deslumbrante, localizaciones escogidas con mimo y gusto.
El vestuario es digno de alabar, con una inmensa, pulcra, vasta sucesión de escenas y prendas.
La interpretación de Geneviève Bujold asombrosa, para recordar.
Contiene a través de algún personaje golpes de humor con toques grotescos y extravagantes.
El ritmo es pausado, la excesiva duración quizá lastra bastante la película.
Hay secuencias de una admirable potencia y calidad visual por ejemplo, el baile.
No es histórica es una ficción que hace de los mitos y leyendas algo que se asemeja a la realidad.
Una obra que en su momento fue la más cara con un millón de dólares de presupuesto y que se nota en los realces visuales del paisaje, vestuario, puesta en escena, extras y un sinfín de detalles.
Para deleitarse sin prisa con tiempo y ganas en un universo peculiar de una época en un contexto y lugar.

Mucho tiempo que no veía un western tan notable, rozaría el sobresaliente si no fuera por la música aunque tampoco perjudica la historia.
Con una fotografía de Lucien Ballard "Grupo salvaje" sería una autentica obra redonda o como queramos llamarlo, la fotografía sin ser mala tiene algunos momentos flojos en la iluminación.
Por donde empezar, pues por ejemplo por las magníficas persecuciones a caballo, hay varias y destaco el momento en que cambian de caballo de refresco en plena persecución, es real, los dobles increíbles.

Te va atrapando poco a poco hasta meterte en la historia real de este mexicano que tuvo la desgracia y fatalidad del racismo y discriminación de los rangers y en general de los gringos.
Un aluvión de sensaciones que produce la historia e imágenes que quedan en la retina grabadas a fuego.
Solo citaré la de los niños y el tren. (Así no hago spoiler) Quién la vea ya sabrá.
Recuerda a Peckimpah en más de un momento, el de los niños es uno.
Otra en un enfrentamiento a disparos casi a bocajarro, el tono realista produce escalofríos.

El guión es de lo mejor, con una fusión de voz en off, flashback, reconstrucciones de los hechos y narrativa que la colocan muy por encima de casi cualquier historia del oeste desde los 90 a hoy día.
Tampoco tiene un gran presupuesto pero muy bien aprovechado.
El estilo documentalista que utiliza le proporciona vigor, credibilidad y veracidad.

La historia arranca en 1901 en Texas y es un claro alegato social, valiente, honesto y sincero, sin maniqueísmos.
Una palabra, sí eso, una palabra, una confusión y puede derivar en tragedia, ese era el inhóspito oeste que no suelen retratar el cine.
Muy aconsejable esta obra tan desconocida, opacada como de hermosa y profunda calidad.
Me reservo para el final destacar la interpretación de Gregorio Cortez por un inconmensurable E. James Olmos. Actor fetiche de este director y documentalista.

Floja floja propuesta, a nivel narrativo mala y tediosa de una pobreza cargante.
La fotografía en blanco y negro lo mejor junto a una única escena de cierta carga morbosa bien filmada, el resto prescindible y cuando se pone en plan bucólico pues que quieres, que se puso ñoño nostálgico pastoril el director.
La actriz está bastante acertada en lo dramático o actoral, más allá de su innegable atractivo físico.
Por fortuna dura una hora y se puede ver mientras realizas otras tareas, a nivel narrativo imposible perder el hilo argumental y a nivel visual pues eso, filmada con cierto estilo pasable, cuidada la puesta en escena y las localizaciones.
La propuesta me resulta notablemente vacía.