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Críticas de David Dunn
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Críticas 43
Críticas ordenadas por fecha (desc.)
3
26 de febrero de 2020
2 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pues, "Brigsby Bear" crea una urdimbre lacrimógena a cada paso sorprendente, pero absolutamente inverosímil, como metáfora del papel crucial que desempeña la cultura popular como estímulo de la imaginación —facultad al parecer imprescindible para sobrellevar una realidad muggle siempre gris— de treintañeros solitarios, sensibles, soñadores y profundamente desencantados. "Forrest Gump" con un frikazo en lugar de una persona con inteligencia limítrofe. Ya lo visteis en "Fanboys", de 2009. E incluso antes.
David Dunn
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7
28 de febrero de 2019
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dado que considero el found footage como una buena puerta de entrada al cine experimental, también me hizo bastante gracia el formato screenlife; esas películas narradas íntegramente desde la pantalla de un ordenador que el productor ruso Timur Bekmambetov lleva varios años intentando impulsar. Fruto de este impulso, en 2018 tuvimos tres lanzamientos destacados por parte de Bazelevs, la factoría de este magnate soviético: "Unfriended: Dark Web", "Profile" y "Searching", dirigida por el debutante Aneesh Chaganty, quien pasó varios años creando spots publicitarios para los productos de Google.

A diferencia de la franquicia de terror juvenil "Unfriended", Chaganty no quiso atarse para su primer largometraje a una narración en tiempo real, a un plano panorámico fijo sobre el escritorio virtual de una computadora ni tampoco a un uso diegético de la música. De hecho, la banda sonora -especialmente el tema "New User"- constituye un aspecto destacado del filme. El montage inicial con que abre "Searching", que recoge influencias de la película "Up" y también del cortometraje "Seeds" del propio Chaganty, consigue implicarnos inmediatamente en la relación padre-hija que conforma el núcleo del relato.

En la dirección encontramos, sin salir del escritorio, paneos, zooms, cortes, planos detalle de distintos tamaños, fundidos a negro, etcétera. Todo ello sirve para otorgar dinamismo a la película y, sobre todo, para guiar la atención de los espectadores, pues "Searching" fue concebido como un thriller de misterio orientado a un público general, se encuentre o no familiarizado con las nuevas tecnologías. No obstante, el punto más innovador del screenlife consiste en explotar la capacidad expresiva de nuestro comportamiento cotidiano frente a los social media. Y Chaganty tampoco quiso renunciar a ello. Por ejemplo, las distintas formas de redactar un mensaje para luego no enviarlo tiene tanta importancia que cierra el arco de personajes. Un corte de vídeo o una notificación no atendida constituyen momentos de gran tensión. Mientras que una simple palabra escrita en el buscador rematará algunos de los chistes que “Searching” utiliza para equilibrar sus momentos más dramáticos.

Aunque el guion está construido con gran atención al detalle, la película afronta una acusada endeblez en su parte media debido a una sucesión de giros espectaculares, tal vez pensados para mantener la atención del espectador. Sin embargo, esto hace pensar en cualquier serie procedimental policíaca. Cuando le pillamos el tranquillo a dicha estructura de sorpresas encadenadas, algunos elementos previsibles estorban. Aún así, el desenlace sorprende y proporciona el placer intelectual de haber estado ante nuestras narices todo el tiempo, además de un gran componente emotivo.

Los actores también contribuyen a sujetar la película allí donde el concepto desfallece. John Cho recrea perfectamente a un padre estricto; distante, aunque cariñoso. Debra Messing exuda profesionalidad por cada poro sin perder cercanía en el trato. Y la joven Michelle La, vivo retrato de la dulzura triste, tiene un momento tan brillante que Chanaganty lo repite innecesariamente, como si estuviéramos ante una moviola.

Tal vez la historia parezca demasiado intrincada para resultar verosímil, pero "Searching" no engaña, pues siempre señala su propia artificialidad y construye ese tipo de lógica aumentada que hemos aceptado en innumerables novelas de detectives. Además, el discurso articulado desde el subtetxto conecta con una realidad donde quizá sea más sencillo desahogarse online que abrirse offline. Si, como mencionaba al comienzo, el found footage me parece una buena puerta de entrada el cine experimental, "Seaching" constituye un magnífico punto de acceso al formato screenlife. Dadle un oportunidad.
David Dunn
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4
22 de enero de 2019
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hallar una dirección precisa, calmada, elegante y actuaciones magníficas en una película de M. Night Shyamalan casi se da por sentado. Pero conviene destacarlo también en "Glass". James McAvoy se sale, lo pasa en grande; Sarah Paulson repugna casi menos de lo que su presencia como actriz inspira normalmente y la cámara fluye tan bien como siempre. La paleta cromática se usa del modo instructivo habitual, aunque no hacía falta insistir tanto en ciertos pasajes: el asunto ya queda claro en el cartel. Mientras que la partitura, en línea con "Split", funciona peor que allí. Ese insistente tictac rompe la película cuando aparece.

No obstante, lo peor es que "Glass" no captura las mejores cualidades del cine de Shyamalan. Aquí no encontramos su atmósfera cautivadora, un poderoso ambiente de misterio ni momentos de verdadera emotividad. Los flashbacks carecen de fuerza, por mucho metraje de "Unbreakable" que rescaten, algo que resulta inédito en el director indoestadounidense. Por otra parte, quién sabe si por convicción o incapacidad, el director rehuye nuevamente los códigos del cine de acción cuando rueda las peleas, adoptando una inefectividad comparable con lo que contemplamos en "The Last Airbender". En cambio, la trama que lleva al tercer acto queda, sin ninguna vergüenza, como una fantasmada calibre James Bond.

El montaje se antoja tan raruno en ciertos lances y el impacto de algunos personajes se reduce hasta tal punto que quizá haya algo bueno en los minutos faltantes. El plot twist sigue la línea de indiferencia general. Además, el subtexto alcanza esa moñez vista en "Lady in the Water". No es que las ideas que plantea la película sean ingenuas de por sí. Pero, tal como un servidor lo entiende, el cine utiliza emociones plasmadas sinceramente para convencer a la platea, cosa que aquí no se logra. De hecho, "Glass" parece un encargo hecho a un director eficiente para cerrar un universo ajeno, algo difícil de asumir en una trilogía que ha tardado 19 años en completarse.

Con todo, queda sitio para la esperanza. Si en "The Visit" Shyamalan expresaba sus puntos de vista acerca del estilo found footage, aquí tal vez haga lo propio con el cine de superhéroes. Podría ser simplemente que quien esto escribe no tuviera tanta experiencia en un género como en el otro. Al fin y al cabo, el director habla del poder de la creencia para trascender. En el peor de los casos, el cineasta de Philadelphia ya ha saldado una deuda que parecía importante para él y podrá dedicarse, esperemos, a proyectos más interesantes.
David Dunn
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6
10 de marzo de 2018
18 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
Al principio, cuesta un poco entrar en esta película. Algunas insuficiencias en cuanto a valores de producción, fruto de un presupuesto ajustado, son demasiado visibles. Y esa comedia basada en los mamporros y el gesto físico exagerado nos coge por sorpresa. Un humor propio del teatro de guiñoles o de un cuentacuentos. Pero es cuestión de pillarle el aire; porque, de hecho, Errementari adapta un cuento popular vasco. En la herrería, la película mejora mucho respecto a la aldea. Kandido Uranga y Eneko Sagardoy hacen un trabajo espectacular, los efectos visuales y de maquillaje son sólidos y los giros de guion terminan de engancharnos a un filme que, sobre todo, destaca por la ambición del director, el debutante Pablo Urkijo, quien logra el sabor y las emociones del cine de aventuras ochentero con apenas un par de localizaciones. Además, la película habla del choque entre iglesia católica y folclore pagano, así como de lo saludable que es cuestionar las nociones absolutas del bien y el mal. Pero jamás sacrifica el placer de narrar un cuento, como aquellos que nos contaba John Hurt, bien disfrutable por niños y mayores.
David Dunn
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Hostage to the Devil
Documental
Irlanda2016
4.6
60
Documental, Intervenciones de: Malachi Martin, John Zaffis, Art Bell, Karla Lyons ...
3
4 de diciembre de 2017
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Aunque esta producción comparta título con aquel best-seller setentero que recogía cinco casos de posesión demoníaca pretendidamente reales, en modo alguno puede ser contemplada como una adaptación. Por tanto, quien esté interesado en conocer los detalles de esos casos, así como la descripción de los exorcismos correspondientes, deberá acudir al libro. Lo que ofrece el documental “Hostage to the Devil” es un repaso a la vida de Malachi Martin, autor de dicho best-seller. Un jesuita irlandés afincado en El Vaticano que llegó a colaborar en la traducción de los pergaminos del Mar Muerto. Descontento con las profundas reformas surgidas en el Concilio Vaticano II, Martin abandonó la iglesia en 1965 y se trasladó a Nueva York. Allí reveló al público su faceta de exorcista y compaginó críticas furibundas hacia las posiciones más progresistas de la institución eclesiástica con tratados de demonología que contribuyeron en la instrucción, junto con otros gurús de lo sobrenatural como la ínclita Lorraine Warren, de la siguiente generación de caraduras: Ralph Sarchie, Jimmy Petonito, John Zaffis, etcétera.

El acercamiento a la figura de Martin que compone “Hostage to the Devil” es fundamentalmente acrítico, de modo que el grueso de las entrevistas incluidas en el documental provienen de sus acólitos. Aquí también encontramos algunos testimonios de personas -periodistas o editores- que si bien no parecen comulgar necesariamente con las ideas de Martin, ganaron dinero con él e impulsaron en este proceso el negocio del exorcista. Por su parte, las poquísimas voces críticas que se incluyen en la cinta pueden ser fácilmente entendibles desde el conflicto de intereses. Además, como un modo de legitimar los exorcismos de Martin, “Hostage to the Devil” dedica bastante espacio a trasladar la posición actual de la iglesia católica respecto a este particular ritual, aspecto que se cuenta entre lo más interesante del filme...junto con el apresurado recuento de su etapa como empleado vaticano.

Por otro lado, aunque veamos en la película recreaciones que se mueven entre lo hortera y lo cutre, el director de “Hostage to the Devil” hace buen trabajo a la hora de otorgarle dinamismo. Para ello, echa mano de recursos tan lucidos como planos de transición llenos de movimiento, un misterioso trayecto en coche o una utilización efectivamente tramposa del suspense que incluso logra hacernos morder las uñas mientras esperamos un desenlace increíble. Por fortuna, “Hostage to the Devil” se conforma con el único anticlímax razonable, cosa que devuelve con brusquedad al espectador a una realidad imposible de esconder tras un fanatismo tan auténtico: Hay espíritus, sofisticados y reales, que están aquí para lastimarnos. Pero no deben buscarse en las vaporosas huestes demoníacas, sino entre las inacabables filas de individuos increíblemente seductores. Malachi Martin es sólo un ejemplo.
David Dunn
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