Haz click aquí para copiar la URL
Reino Unido Reino Unido · Edinburgh
Críticas de JonGS
<< 1 2 3
Críticas 12
Críticas ordenadas por utilidad
6
9 de enero de 2012
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
La cuestión que trasciende tras ver “La ciudad de los niños perdidos” (Jean-Pierre Jeunet, Marc Caro, 1995) es si la técnica, el preciosismo artístico, y el universo propio del director de Delicatessen (1991) y Amelie(2001) es suficiente para no considerarla una trampa efectista que deja en segundo plano el guión y la construcción de los personajes.

La historia gira entorno a Krank (Daniel Emilfork), un ser maléfico que vive en una plataforma en medio del mar, y su incapacidad para poder soñar. Ante este problema se dedica a enviar a sus secuaces a la ciudad para robar niños y poder disponer de una transfusión de sueños que le permita detener su vejez. Uno de los niños desaparecidos será Denree (Joseph Lucien), hermano de One (Ron Perlman), un forzudo que trabaja en una feria ambulante demostrando sus cualidades de escapista. La desaparición de Denree será el inicio de la búsqueda de One por llegar hasta el maléfico Krank y salvar a su hermano pequeño, para lo que contará con la ayuda de Miette (Judith Vittet) una niña de la calle que se solidariza con One y del que más tarde se enamorará. La película la completan una serie de extravagantes personajes que conforman la familia del malvado Krank: Irvin, un cerebro que vive en un acuario, padece migrañas, y actúa como consejero (voz de Jean-Louis Trintignant); una serie de hermanos clónicos que padecen la enfermedad del sueño (interpretados todos ellos por Dominique Pinon), una enana que se supone la mujer de Krank… si no tienes suficiente también están las hermanas Octopus, las cuales gestionan un orfanato y obligan a los niños a robar para ellas, los cíclopes que se dedican a robar niños, etc..
JonGS
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
8
9 de noviembre de 2011
0 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Barton Fink (Coen Brothers, 1991) parece una película pensada desde el principio para el actor protagonista, John Turturo, en el papel de un escritor judío de éxito enfrentado al dilema que le causa el distanciamiento del hombre común. Un hombre que sufre oyendo de boca de otros las buenas críticas y alabanzas que el Herald hace de su última obra “Bare Ruined Choirs”, presentada en la escena teatral de Broadway en el año 1941.

Garland Stanford (David Warrilow), el agente de Burton Fink, le comunica que una Major estadounidense, Capital Records, esta interesada en contratarle por la sustanciosa cifra de 1.000 dólares al mes. Para ello se tendrá que trasladar a Los Ángeles, donde se encuentra todo el stablishment hollywoodiense, cosa que en un principio no le hará mucha gracia pero a lo que accederá quizá pensando en un futuro que le permita vivir sin problemas económicos mientras escribe obras sobre “las experiencias cotidianas” dirigidas a la cultura de masas.


En Los Ángeles se alojará en el Hotel Earl, el lugar “menos Hollywood” que ha podido encontrar y el escenario más importante de la película , cuyo eslogan reza: “A Day or a Lifetime”. Al día siguiente de su llegada Barton irá a conocer al presidente de Capitol Pictures, Jack Lipnik (Michael Lerner), un extravagante y hortera hombre de negocios de origen ruso que no cesará en alabar a Barton y al que ofrecerá su primer trabajo, el guión para un película de serie B sobre lucha libre.

Es de suponer que la inspiración para construir el personaje de Lipnick tuvo en cuenta a históricos de Hollywood como Louis B. Mayer productor de cine estadounidense que formo su propia compañía, la cual terminaría formando parte de Metro-Goldwyn-Mayer. Louis B. Mayer nació en Minsk al igual que Lipnick.

De vuelta en el Hotel Earl, Barton intentará empezar el guión de la película sin mucho éxito por los ruidos provenientes de la habitación contigua. Avisa a Chat sobre la situación, y éste llama al vecino para que cese los ruidos. Éste, enterado de quien se ha quejado, sale de su habitación y llama a la puerta de Barton, Charlie Meadows (John Goodman) entrara en escena para disculparse por las molestias y en señal de amistad invitarle a un trago de su petaca. Charlie se gana rápido la confianza de Barton ya que encarna ese ideal del hombre común al que hace referencia repetidas veces.

Barton Fink trata varios temas que se podrían considerar filosóficos y a la vez esconde múltiples referencias tanto a la II Guerra Mundial (uniforme de Lipnick, nombre de los detectives, referencia a Hitler), el infierno (llamas, sótanos, calor, número 6), el papel del artista-creador. Parecen demasiados temas para una misma película que hará la delicia de aquellos que les guste investigar simbologías, referencias literarias e históricas en relación a los personajes.
JonGS
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 2 3
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow