Haz click aquí para copiar la URL
Críticas de Caligari sin gabinete
<< 1 2 3 4 10 13 >>
Críticas 63
Críticas ordenadas por utilidad
6
8 de octubre de 2013
10 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hoy nos quejamos, con razón, de la poca imaginación de Hollywood, saturado de remakes nostálgicos, adaptaciones de cómics e incluso de videojuegos. Bueno, en realidad no es una cuestión de falta de imaginación, sino la imposición del mercado, que apuesta corto y a lo seguro. En el pasado ocurría menos, eran tiempos distintos, pero he aquí uno de los ejemplos de reciclaje de una fórmula que funciona. Y es que ''El extraño caso del dr. Jekyll y mr. Hyde'' es una pequeña gran historia, de esas que marcan épocas.

Mucho se ha criticado a las versiones cinematográficas su alejamiento de los elevados intereses de R.L. Stevenson, cuya novela era más ''metafísica'' (¿?) que morbosa. Estos críticos deberían pararse a pensar que si todas las adaptaciones del cine han subrayado sin excepción la temática sexual implícita, que apenas encontramos en la casta novela, será por algo. Será que la historia así se crece y pone los pies en la tierra. Que no se me malinterprete: la obra original de Stevenson fue buena, muy buena; una de las mejores historias que parió la sugestiva e hipócrita Inglaterra victoriana. Pero creo que fue su mismo contexto victoriano el que refrenó y suavizó algunos aspectos que podían haberse desarrollado más, sin que la cuestión ética principal se empobreciera con ello. Al fin y al cabo, la fantasía nos permite tratar estas cosas sin ponernos límites; e historias tan geniales como ésta deben ir adaptándose a los tiempos.

En 1920 apareció la primera gran adaptación del cine mudo: ''Dr. Jekyll and Mr. Hyde'', con la recordada actuación de John Barrymore, que siempre tuvo fama de sobre-actuar, pero aquí clava un doble personaje; angelical por un lado y perverso por el otro, ¡sin apenas maquillaje! Actores como estos quedan pocos. La siguiente versión llega una década después, con la homónima de 1931, conocida en España como ''El hombre y el monstruo'', y quizás la mejor versión cinematográfica jamás realizada, de pocas sutilezas estéticas (mr. Hyde luce un marcado maquillaje) y terrorífica para su época. Vamos, que pasó la censura de milagro. Su mayor virtud es el guión, que enfatiza el morbo que ya inició la versión silente. Fredic March realmente nos convence en su diatriba moral.

Y, como si alguien se hubiera tomado a broma la cosa, exactamente diez años después surge una nueva versión, bautizada igual que las dos primeras (''Dr. Jekyll and Mr. Hyde''). Tres versiones con el mismo nombre, que se llevan la distancia respectiva de 10 años entre una y otra. Esto es, cuanto menos, curioso. La versión de 1941, de Victor Fleming, es una buena película en sí misma, pues cuenta con un buen material base que, además, ha sido pulido y puesto a prueba en varias ocasiones anteriores, cosechando éxitos. Esta virtud es también el mayor defecto de la cinta, pues... ¿realmente era necesaria ? La obra de 1931 sí aportó cosas nuevas (no solamente sonido) a la primera versión muda, pero esta tercera versión de 1941 reincide en los aciertos de la segunda versión, sin cambiar nada que sea realmente reseñable.

En esta ocasión, mr. Hyde no depende tanto del maquillaje como del buen arte de ese gran actor que fue Spencer Tracy. Se ha criticado - para mal - la selección del casting. No estoy de acuerdo con que Tracy fuese una mala opción, pues si bien es cierto que su duda moral no aparece tan contrastada como en el caso de Fredic March, creo que esto se debe al guión, no al actor. El comienzo de la historia, destinado a presentar el personaje e introducir la cuestión, es más acertado en la versión de 1931 que en la de 1941. Pero Tracy trabaja de miedo. No olvidemos que años atrás había protagonizado ''Furia'' de Fritz Lang, toda una obra maestra en la que interpreta también dos caras morales de un mismo personaje: el anverso y el reverso de la moneda. Por otro lado, no me convence tanto la elección de Ingrid Bergman para el papel de la mujer perdida. En fin, el resultado final es bueno, pero es imposible valorarlo olvidándonos de las dos películas anteriores.

Lo mejor: Cuando ella conoce de verdad a su prometido. Jeckyll se va y ella llora desconsolada para que él vuelva a su lado. Y volvió, y entonces ella vio su verdadera cara.

Lo peor: Pese a su calidad, es poco meritoria por la repetición cinematográfica, e incluso podemos plantearnos si fue una versión innecesaria. ¿La de 1920, la de 1931 o la de 1941? El dicho popular dice que ''a la tercera va la vencida''. No creo que sea éste el caso, pero al menos ahora podemos escoger y quedarnos con todas ellas.
Caligari sin gabinete
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
8
2 de agosto de 2013
7 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una pareja feliz, tras duros años de trabajo, asciende socialmente y se compra una nueva casa. La felicidad puede residir en muchas cosas: la estabilidad, el amor, una televisión nueva, una criada que alivie un poco de las tareas domésticas... Los hijos, enseguida se dan cuenta de lo que vale su posición: ''somos los más ricos de esta calle, ¿no, papá?''. Por otra parte, el marido, que es profesor de piano, ha alcanzado la medianía de edad y se encuentra rodeado de jóvenes alumnas. Un día, la mujer se encuentra una rata en un armario, y ahí comienza la pesadilla.

'Hanyo' es un film coreano de 1960, y su modernidad es lo que más choca al verla. Como un tesoro perdido en un país con una cultura tan distinta, y sin embargo tan parecida a las tramas de multitud de películas americanas muy posteriores. Pero 'Hanyo' es anterior a todos esos productos manufacturados, y eso hace que merezca un trato preferencial. Se trata de una película de miedo y angustia en el seno de una estructura familiar que se va cayendo a pedazos. Muy moralista, pero con un interesante enfoque que abre la reflexión sobre las clases sociales y las desigualdades. La dirección es buena, y en algunas secuencias anda rozando la perfección; el montaje me ha chocado también en diversos momentos, por la rapidez y facilidad con la que despacha determinadas escenas. La estética juega con el efectismo melodramático de la lluvia y el trueno, así como la música en los momentos de terror. Repito: estamos acostumbrados a estos efectos porque los hemos visto en muchas películas de miedo, pero ninguna en una fecha tan temprana.

Dividido en dos partes muy diferenciadas: la primera es de miedo y suspense, y es mi parte favorita; la segunda, de angustia y drama que peca de excesiva. Tan excesiva que acaba saturando y haciéndose poco creíble. Muy bueno el detalle del busto de Séneca, por el estoicismo del protagonista. La trama me ha recordado mucho a las películas más psicológicas de Fritz Lang, y estoy convencido de que Kim Ki-young o sus secuaces se inspiraron concretamente en la fantástica 'La mujer del cuadro'.

Lo mejor: La primera parte, que consigue dar miedo aún hoy. Y dentro de ella: las escenas de la rata, que creo que expresan más de lo que se ve a simple vista. La escena de... bueno, me callo.

Lo peor: La segunda parte y la parte final, demasiado cargadas y excesivas.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Caligari sin gabinete
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
5
26 de agosto de 2015
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Parece que cierto cine americano, al igual que el rock, comenzó la década de los setenta un par de años antes de tiempo. Esta peli se me ha hecho entretenida, como no podía ser de otra forma teniendo en cuenta que hablamos de Clint Eastwood haciendo de poli duro, antes de interpretar a Harry Callahan. Buenas escenas de peleas y persecuciones de motos, con ese toque de realismo que desarrollaría la década del humo de tabaco y la gasolina. Sin embargo, mientras uno espera un desarrollo mayor o alguna sorpresa, el guión y los personajes se quedan en en el quicio de la puerta. La peli contrapone al poli bueno ''de pueblo'', de valores y estilo directo de al vieja América, contra la burocracia y la decadencia de los nuevos tiempos. Poli duro de Texas... perdón... Arizona (chiste de la película) intenta llevar a cabo sus expeditivos métodos en la moderna New York. El resto en spoiler.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Caligari sin gabinete
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
8
24 de abril de 2014
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando era pequeño leí un cuento acerca de un niño que no podía dormir, porque se le aparecían los 'miedos' por la noche. En el cuento, lleno de ilustraciones para niños, los 'miedos' eran pequeños duendecillos que salían de los rincones oscuros, y al final el niño conseguía ahuyentarlos, con la luz del día. En 'Vargtimmen' estos terrores cobran aspecto humano a nuestros ojos, aunque nunca vemos esos dibujos que el pintor enseña a su esposa, mientras se los presenta uno a uno. En realidad, no vemos ninguna de las obras del pintor, lo cual creo yo que es muy acertado, pues para eso tenemos la película. Película, por cierto, con una enigmática declaración inicial que muestra que lo que vamos a ver es de hecho una película. ¿Por qué? En mi opinión, Bergman inserta esa introducción en consonancia con el tema (o uno de los temas) de 'Vargtimmen', que es la producción de obras artísticas.

El pintor y su mujer se retiran a una isla perdida, donde el primero se perderá en una peligrosa introspección personal, mientras que ella buscará una cada vez más difícil unión vital con su marido. La isla es un 'no-lugar', y los fantasmas de Max von Sydow son claramente fantasmas interiores, sin ambigüedades de por medio. Ahora bien... ¿qué representa cada fantasma? Algunos aluden seguramente al mundo del arte, donde está metido el pintor, mientras que otros vienen de sus terrores más personales y de su pasado (¿homosexualidad?). Por desgracia, Bergman no lo deja claro. Es una película sugestiva, pero demasiado abstracta y críptica como para comunicar el terror universal que podría haber comunicado.

Lo mejor: Me encanta el cine de terror, así como el expresionismo, así que se entenderá que me fascine la estética de esta película, la fotografía, los rostros, el uso de la iconografía del cine de terror de toda la vida (el cuervo, Drácula, la sangre...), el uso del silencio y de la música. Pero esta peli es una joyita única.

Lo peor: Demasiado complicada. La película alude a un pasado del protagonista que no conocemos, y Bergman no nos regala nada. Falta una adecuada presentación de los personajes, para que todo cuadre, pero creo que este es un ''defecto'' típico de Bergman; defecto que entiendo que muchos consideren una virtud.

Mi escena favorita: El niño está detrás de Max von Sydow, mientras éste pesca. Ambos sin camiseta y mirando en la misma dirección, para crear sensación de identidad. El mar oscuro de fondo, aterrador, y la música... A continuación...
Caligari sin gabinete
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
1
12 de octubre de 2013
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
El teniente Mc Quaid (Gregory Hines) tiene cara de cansancio, de aburrimiento, de ''no entiendo una mierda'' y ''me importa tres cojones''; pero tendrá que colaborar con la CIA para detener a una peligrosa androide femenina cuyo cuerpo es una bomba atómica (literalmente hablando). El androide ha sido diseñado exactamente con el mismo aspecto físico y modelo mental (ésto último está muy mal planteado) de una de las doctoras que lo han creado (Renée Soutendijk), y por tanto empieza a rememorar y dar vida a las fantasías escondidas de ésta.

''Eve of destruction'', cuyo título en España fue ''Terminator woman'' (nada más absurdo que cambiarle de título a una peli americana para ponerle otro título en inglés), fue una suerte de Terminator 1.5. Pues se basaba claramente en ''The Terminator'' (1984), pero se produjo un año antes de la exitosa ''Terminator 2'', que marcaría el rumbo del cine de acción de los 90's, así como del resto de la saga de Terminator y otras pelis de androides. Con ''Terminator woman'' estamos, por tanto, ante una rareza, una joya histórica que bien merece nuestra atención. Que no se me interprete mal: la peli es mala, mala, mala, mala. Pero hay cierto interés en verla por la influencia ya comentada. ''The Terminator'', de James Cameron, fue una buena peli de ciencia-ficción (e incluso de miedo), pero su aclamada segunda parte daría un viraje definitivo hacia la acción pura y dura. La casposa ''Terminator woman'', situada entre ambas, intenta reproducir el miedo y suspense de la primera Terminator. Incluso noto una pequeña influencia del primer 'Robocop'. Por todo ello, esta peli tiene una herencia muy ochentera. Pero vayamos por partes.

El guión es pésimo. Pero pésimo, pésimo. Por un lado, nada tiene sentido ni está justificado siquiera como mala ciencia-ficción. La androide de repente se humaniza y bucea en los miedos ocultos de la auténtica Eve, e incluso en sus fantasías sexuales adolescentes (una excusa para incluir una escena subidita de tono). Tampoco tiene sentido que llamen a un teniente y supuesto ''tipo duro'' para que, él solito, haga frente a este peligro nacional que tanto preocupa al gobierno de los Estados Unidos. Por supuesto, todos los tópicos están servidos, y de la peor forma, comenzando por los protagonistas y acabando en cada línea de diálogo. Eso si: los diálogos están mal escogidos. Mi mente aún está superando ese último: ''Eh, ¡puta!'' tan impropio del personaje de Mc Quaid. Eso no se hace, hombre... El resto, pues bueno: malas interpretaciones, mala dirección, mala imagen, malos efectos especiales. Una joya, vamos. Solo se salva el impertérrito rostro de Gregory Hines, que nos dice mucho con su expresión. Nos dice cosas como ''¿qué hago trabajando en esta película?''
Caligari sin gabinete
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 2 3 4 10 13 >>
Más sobre Caligari sin gabinete
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow