SCRUMPTIOUS es el apellido del dueño de la fastuosa fábrica de dulces que aparece en la película. Y su hija (una entrada en kilos Sally Ann Howes) tiene el nombre de TRULY SCRUMPTIOUS, que traducido literalmente es: "Verdaderamente Deliciosa".
Esta es la cota de cursilería mínima que va a alcanzar este musical: remilgado, amanerado, afectado... casi ridículo. Así que, si ni por asomo, te ves capaz de semejante empacho, mejor no ver esta película. El que avisa...

Un humilde inventor viudo (un jovencísimo y polifacético Dick Van Dyke) con dos niños ideales de la muerte, se enamora de la hija de un millonario fabricante de dulces. Dentro de esta crónica, en un precioso día de playa, el viudo relatará a sus hijos un cuento fantástico que por si mismo se convertirá en el eje de la película. Y el protagonista de este cuento es un asombroso coche llamado Chitty Chitty Bang Bang.

Miles de "gadgets" actúan de gancho de interés para los más pequeños. El molino donde vive el inventor lleno de maquinas ingeniosas y fascinantes; La transformación de un antiguo coche de carreras a punto de ser desguazado, en un bellísimo y mágico descapotable de época; los histriónicos personajes que van apareciendo...

Y miles de detalles que pasan por alto los niños, son los que encandilan a los adultos.
Los escenarios, el vestuario... (Fijaros que en el Reino Inventado, sólo se visten, maquillan y peinan con el color morado...) y por supuesto la archi conocida banda sonora, canciones y coreografías.
Mención especial a la puesta en escena de la fábrica de dulces.

El musical está plagado de buenos cantantes y bailarines. ¿Actores? Casi no da tiempo a actuar entre canción y canción... Igual se podrían haber ahorrado algún tema, ya que la película llega a durar dos horas y 20 minutos (y no todo el mundo aguanta dos horas y 20 minutos de canciones...)

Es una película SCRUMPTIOUS. DELICIOSA. Totalmente recomendable.

Esta película merece la pena verla:
Sólo por gozar con su maravillosa banda sonora.
Sólo por regocijarse con una fotografía increíble y colorista de preciosos escenarios chinos.
Sólo por deleitarse con Naomi Watts en una actuación llena de matices.
Sólo por disfrutar de una historia preciosa.
Sólo por padecer el drama.
Sólo por ser un peliculón.

Guau!!!
Que película chocante, insólita, rara, inesperada...
Que película conmovedora, sobrecogedora, turbadora, apasionante...
Sara (Toni Collette) es la fortuita guía de Hiromitsu, hombre de negocios japonés, por los desiertos de Australia.
Sara e Hiromitsu se parecen como un huevo a una castaña. Les separa su origen, su cultura, su raza... y un muro de acero emocional. Ni por asomo se imaginan lo que se les viene encima. Ni ellos, ni nosotros, los espectadores...
Dadle tiempo a la película, porque hay un punto de inflexión inesperado que os hará alcanzar cotas de emoción impensadas al inicio de la misma.
Una tremenda historia de amor y dolor en Australia.
Un legítimo documental del oeste de Australia.
Un canto al amor, al desconsuelo y al respeto.
Toni Collette nos vuelve a ofrecer un trabajo actoral sensacional.
Cómo guinda del pastel, una fotografía sensacional y una banda sonora prodigiosa.
Por si no os habíais dado cuenta, os la recomiendo al 100%.

Pero no acaba de apasionar. El paquete del regalo es precioso. Una caja ideal de color ocre con estampados adamascados rematada con un gran lazo de seda roja. Y es que la ambientación es sobresaliente. Pero el regalo, me ha decepcionado bastante. Un poco "potingue" de historias: un mix de amor, investigación policial, política, traición, trucos de magia, caza de brujas... Y claro, al final a todas ellas le falta un poco de "chicha".
Lo mejor:
-Los breves momentos de pasión entre Edward Norton y Jessica Biel que nos regalan.
-La interpretación del rey de los roles de reparto: Paul Giamatti.
-La originalidad y belleza de unos trucos absolutamente fantasiosos.
-Alguno de los textos de Edward Norton (pura poesía).
Lo peor:
-El papelón que le toca a Rufus Sewell como príncipe Leopoldo: como de reino de chichinabo.
-El final TOTALMENTE previsible.
Perooooooooooo.... la película hay que verla...

Fantástica adaptación de la novela de Stephen King.
Y no es una novela de terror... es suspense del bueno.
Originalmente se tituló DOLORES CLAIBORNE. No es de extrañar, ya que el libro es un monólogo narrativo de la susodicha. Pero ya sabemos que "por aquí" nos encanta re-titular y re-titular...

La película comienza cuando una hija regresa a su gélida ciudad natal para reunirse con su madre (con la que no mantenía ningún tipo de contacto) ya que esta última ha sido denunciada por asesinar a la señora para la cual trabajaba como asistenta.
A partir de aquí es un torrente de sorpresas.

Y es que cada uno de los personajes que van apareciendo esconde secretos inusitados.
Y la trama no deja de escalar en emociones.
Todos los actores merecen el reconocimiento de protagonista. Que buen casting. Que colosales las actuaciones. Que individuos tan retorcidos les toca interpretar...

Que voy a decir de Kathy Bates... no soy objetivo. Soy incondicional de esta mujer. Atención a su Dolores Claiborne. Una mujer que transige en silencio para sacar adelante su vida.
Jennifer Jason Leigh está formidable. Ella es Selena, la fría e introvertida hija de Dolores. Preciosa la relación que resucita con su madre. La psicópata de Mujer Blanca Soltera Busca, en uno de los mejores papeles de su carrera.
A David Strathairn le toca ser el odioso e infeliz marido de Dolores... alcohólico, violento, abusador...
Judy Parfitt, una actriz de "segunda" (Ejem, ejem), está inconmensurable. ¿Qué es lo que esconde tanto dolor? Ella es la imponente, millonaria y crepuscular Vera Donovan, para la cual trabaja Dolores.
Por último, Christopher Plummer, el prolífico Capitán Von Trap. Un detective lleno de rencor, odio y sed de venganza.
Que vidas tan duras todas y sin embargo que reales son.

Imagino que la culpa de todo esto la tiene "un tal" director autodidacta llamado Taylor Hackford (Oficial y Caballero, Ray...) que ha sabido estrujar a los actores para obtener estos resultados.
Ojo también a la mágica luz de esta película. Que frialdad y tristeza en los contemporáneos. Que sensaciones tan distintas en los flash-backs... Y que bien utilizados.

No dejéis de deleitaros... y ya me contaréis.