La verdad es que lo tenía todo para haber sido una interesante e incluso buena película:
-El personaje de Drácula, que siempre tira.
-Basado en la historia original, que tira también mucho más.
-Centrándose en un capítulo de esta historia original, en lugar de en la tan manida clásica...

Pero no: ahí se acabó la cuerda.

La película tiene una buena ambientación y buenos efectos, y ahí se acaba todo (sigo en el spoiler):

Qué película más rara:
-cara larga de Brad Pitt
-aparece Chris Pratt. Desaparece
-escena de Brad Pitt despreciando a todo el mundo.
-aparece Robin Wrigth 3 minutos. desaparece de la película
-Brad Pitt cara larga en el gimnasio mientras el equipo juega.
-ninguna escena de tensión del partido.
-Brad Pitt negociando con gente.
-Aparece Jonah Hill. Este sí que se queda, pero con la misma cara toda la película. Tampoco se sabe exactamente qué hace.
-Brad Pitt nueva cara larga.
-Aparece el gran Seymour Hoffman. Pero... ¿qué hace???? Desobedece las órdenes pero sigue en el equipo. Aparece 2 o 3 veces más durante toda la película, pero sin hacer nada!!!
-Brad Pitt ahora es el psicólogo del equipo, durante unos 4 minutos.
-El equipo empieza a ganar sin saber muy bien cómo.
-Uy, me olvidaba: sale una niña que es la hija del Brad Pitt que a) canta una canción, b) se preocupa por su padre.
-Brad Pitt al final va a ver el partido. El partido solo tiene una escena, y no hay la más mínima tensión.
-El final no lo cuento por no hacer Spoiler, pero ya se imaginan ustedes por dónde va.

Qué película más rara: un montón de caras largas de Brad Pitt, una serie de escenas de Brad Pitt negociando, Jonah Hill que hace como de adorno, y un montón de actorazos que aparecen y desaparecen como por arte de ensalmo, con Seymour Hoffman que hace el papel más perdido de la historia del cine.

Ni siquiera la historia es buena, porque está muy mal (de hecho, ni está) explicada, y unas escenas de béisbol de 10 segundos sin la más mínima emoción.

Menudo tostón. Te pasas casi tres horas esperando a que haya algo... pero nada.

-No se hace una introducción suficiente sobre la masacre de Munich. Claro, se puede decir: pues documéntate! Pero digamos que con un título como ese, y siendo el inicio de todo, no habría estado de más dedicar 10 minutos a poner el antecedente más claro.
-Vaya cretinos de asesinos: no hay la más mínima presentación de sus antecedentes, de quiénes son, de cómo han llegado allí... y vaya chapuzas contínuas que hacen constantemente. Inexplicable que el gobierno israelí cree un batallón de la muerte con semejantes incompetentes.
-Los personajes también: aparecen y desaparecen, no tienen entidad. Están ahí porque deben estar, pero no hay ninguna continuidad ni desarrollo.
-en casi tres horas de película, la reflexión profunda aparece un par de veces durante 3 minutos: que la violencia engendra más violencia, y qué se ha conseguido con todo aquello.
-A nivel personal del protagonista, tampoco hay un desarrollo completo, pudiendo haber sido fascinante: se mete allí... ¿por qué motivo? ¿Por qué continúa? ¿Por qué ahora dice que hay que matar a inocentes, y después tiene un shock y todo se le viene abajo?...
-Y finalmente... ¿qué pasa con él? ¿seguirá viviendo durmiendo en el armario? ¿Cómo afectará a su vida privada? Si tanta gente sabe quién y dónde está, ¿qué pasará?

No sé: un 7,1 de nota y yo no le he visto la chicha por ninguna parte: ni es película de acción, ni es de denuncia, ni es reflexiva, los personajes están completamente deshilachados, escenas Spielberg como la de la niña de la embajada... Y un vacío al final: ¿de qué iba todo esto? Y más importante: ¿hacia dónde debería ir ahora?

100.000 millones de veces se ha dicho y redicho que si esta película estaba inspirada en la vida de Janis Joplin, e incluso alguien aquí basa toda su crítica en las diferencias entre esta película y la vida de aquella cantante.
Que no!: que todos, desde el director hasta el guionista, y la propia actriz dijeron hasta la saciedad que no tenía nada que ver!
Bette Midler basó su actuación en diferentes personas reales como cualquier actor, en este caso se fijó en Janis Joplin y Tina Turner, porque fueron las artistas que la inspiraron en su día, y que la enseñaron a moverse en el escenario. Pero la historia no tenía nada que ver con la vida de Janis Joplin, y así se explicitó.

Así pues, dejando ya esto claro, pasemos a la película en sí: en efecto, es una película llena de tópicos directamente pensada para el lucimiento de Midler y para que ganara un Óscar. Pero vaya actuación: emociona como pocas he visto en mi vida. Y ya pasados los visionados y dejados reposar, hay mucho más que simples tópicos: una estrella que salió del barro, que quiere parar pero que no puede porque su vida es esa, con un ambiente opresivo, que no puede vivir sin el calor de su público pero que al mismo tiempo su vorágine e inestabilidad le hacen que no pueda gestionar una emotividad...
Creo que es un personaje extraordinariamente complejo, a pesar de que en la película se tapa bastante con las canciones y con bastantes momentos de tópico fácil y excesivo.

Aún así, yo la destaco porque es uno de los pocos musicales y actuaciones que me han emocionado hasta llorar. Qué grande Bette Midler.
Algunos dicen que se merecía el Óscar. Bien, para decir eso hay que haber visto también la actuación de la que ganó, en este caso Sally Field, que si bien su película es 100% olvidable, como ha sucedido, su actuación es francamente extraordinaria.
Es una lástima: a veces hay años en los que nadie se merecería un Óscar, y otros años que varios se lo merecen igualmente. Qué pena que en estos casos los premios no puedan ser compartidos; creo que sería más justo.

En definitiva: película para disfrutar de la música y para emocionarse con la actuación. Yo creo que también es buena para reflexionar sobre una personalidad tan compleja que ha llevado a infinidad de artistas al colapso.

Lo primero: excelente película a nivel visual, un derroche de talento imaginativo, de composición, de arte... y mejor áun intentando buscar nuevas formas de expresión. La tecnología como objetivo para bombardear, matar y masacrar, cinematográficamente hablando, o simplemente como excusa para lo mismo de siempre... pues ya cansa: estamos hablando del resto de universo Marvel, de John Wick, etc.

Ahora bien: una vez quitado el estupor gratificante del envoltorio... volvemos a caer en los clichés, en una historia entre Disney y Marvel... y en más de dos horas de guión que no sabe dónde va.

Me gustó el principio: parecía una película más seria que las de Márvel (qué divertido los héroes matando a decenas de personas contando chistes, ¿eh, Avengers?), y el apartado visual encandilaba... e incluso parecía que había un guión elaborado detrás!

Pero entonces empiezan los tópicos Disney: las mismas caras que en todas las películas, que si mis papás (los de él, los de ella), los buenos y malos de siempre... y el villano ¡desaparece! sin más.

El Spider-Man con la niña hacía gracia dos segundos, pero cuando acabamos entendiendo que está ahí para quedarse nos empieza a sacar de quicio.
Y al final tanto cambio de universo, de personajes, de floritura técnica en medio de escenas repetitivas hasta la saciedad de si me quieren - no me quieren... echan la película al traste.

En definitiva: apartado técnico sorprendente e inmejorable, algunos personajes que apuntaban más alto... pero se pierde en un guión cansino, bobo, arrastrado hasta el exceso, el villano desaparece, tanto Spider-Man es excesivo, las escenas ñoñas se comen la película, los típicos chistecitos y estética Marvel-Disney... y más de dos horas que acaban diciendo: pero qué ha pasado aquí?

Una lástima, porque a su modo era un intento de hacer arte con el cine... ¡que buena falta nos está haciendo!