Dejando aparte el comienzo neokitsch de la película, tan efectista -en pro de la arruga es bella- como aislado del contexto y que subraya que el director es más bien diseñador y publicista que profesional del cine, lo realmente singular es que -contando una sola historia- nos encontramos con dos películas en una, con la particularidad de que, aunque parezca lo contrario y escape a toda lógica, técnicamente no tienen nada que ver entre sí hasta el punto de que la envuelta de oscuro glamour de colonia cara es un auténtico bodrio mientras que la seca sureña deja un sabor, bien es verdad que pequeño, al cine de Wim Wenders, David Lynch o Quentin Tarantino.

De modo que nos encontramos con una realización sin identidad unívoca motivada, seguramente, a que Tom Ford no sabe a qué quiere dedicarse ni qué cine hacer, de una vez por todas.

Tanbién ayuda a ello el hecho de que Ford pretenda algo tan ambicioso como saber mucho de todo, elaborando un horrible guión extraído de lo que suena a interesante novela y vuelva loco al director de fotografía iluminando las dos ‘mediometrajes’ de modo radicalmente distintos.

Por otra parte, la frialdad glacial y surrealista de la parte mala envuelve la interpretación de los actores en pura fotonovela y, sin embargo, la parte salvable nos descubre la magia de un Michael Shannon, como sheriff , digna a un Oscar a mejor actor de reparto.

Buena banda sonora. Y poco más…, bueno, sí, casi nos ahoga a fuerza de agotadores flashbacks… es la moda, parece.

Dos formas de concebir el cine -un buena y una mala- en una sola película y por el mismo director [6 sobre 10]

elquiciodelamancebia.wordpress.com/2016/12/08/animales-nocturnos-2016-de-tom-ford

EQM

Hago este comentario para que los seguidores de Bigas, Pataky o Valencia no caigan en la tentación.

¿Cómo o a cambio de qué Bigas ha podido hace esta serie Z?
¿Quién y a que santo empujó a Pataky a demostrar que ni siquiera es una belleza?
¿Qué Administración valenciana se dejó embaucar por esta campaña contra su turismo?

Los cuatro gatos que había en el cine salieron huyendo al primer chaparrón.

Cualquier culebrón televisivo de las tardes es 'Casablanca' comparado con este bodrio.


El quicio de la mancebía [EQM]

Me dejé embaucar por un crítico que escribía y no paraba en favor de un director 'prodigio' que seguía la escuela de David Lynch..., del cual, como muchos de vds saben, soy ferviente admirador, incluso de sus trabajos más radicalmente surrealistas...

Nada más comenzar la proyección me percaté de que lo peor del cine de Alex de la Iglesia es pura candidatura a Oscar si lo comparaba con lo que estaba viendo. Inenarrable. Una desvergüenza total desde cualquier punto de vista que se elija.

Porque una cosa es el surrealismo en el cine y otra una tomadura de pelo de más de dos horas de insoportable duración.

Y no tengo perdón de Dios porque sé bien que, por lo general, en el Festival de Cine de Sitges, por cada film memorable se cuelan tropecientas series Z que de séptimo arte tienen lo que yo de incrédulo.

Cómo será la cosa que no quiero cansarles con pormenores. Basta con acudir a las críticas de Carlos Boyero [El País], Peter Bradshaw [The Guardian], Alberto Luchini [El Mundo] o Peter Bradshaw [The Guardian], para caer en la cuenta.

Esconde un descomunal bodrio que se intenta hacer pasar por surrealismo tipo tren extremeño, no les digo más... [1 sobre 10]

El quicio de la mancebía [EQM]
https://elquiciodelamancebia.wordpress.com/2019/01/05/lo-que-esconde-silver-lake-eeuu-2018-de-david-robert-mitchell/

Sobre una muestra de cómo se las gasta un Estado totalitario -en este caso, el comunista de la República Democrática Alemana [1949-1990]- cuando las nuevas generaciones de su sociedad comienzan a dar señales de incomprensión y hartazgo -harta ya da estar harta que ya me cansé-, se escapaban los fines de semana a Berlín occidental a respirar el fresco aire de libertad, escuchaban la emisora de radio estadounidense Rundfunk im amerikanischen Sektor [RIAS] y celebraban la revolución húngara de 1956. Cinco años después se construía el Muro de Berlín, que aguantó 28 años, es decir, con aquellos jóvenes rondando ya la cincuentena.

Pues bien, en torno a una particualridad real de esa historia de todo un pueblo, la película es una auténtica joya del actual cine alemán.

Impecable realización, dirección de actores y guión [Lars Kraume]; montaje [Barbara Gies]; interpretación coral [ver reparto]; fotografía [Jens Harant]; localizaciones; banda sonora [Christoph M. Kaiser y Julian Maas]; dirección artística [Tobias Frank] y diseño de vestuario [Esther Walz].

Con un ritmo medido donde se paladea la pulcritud del trabajo bien hecho y un duro relato, tan real como la vida misma. No me cabe la menor duda de que este film debería proyectarse, con posterior cineforum, en las salas para cine de todos los centros españoles de bachillerato y formación profesional. Porque de una clase magistral sobre la colectiva obediencia debida al temor, se trata.

El problema es que aquí ya ni los centros tienen cine y ya nadie sabe ya lo que es el debate sociopolítico en la formación educativa, como no sea el propio del nacionalismo 'inmersor'. Y que el totalitarismo de izquierdas todavía conserva, entre nosotros y desgraciadamente, una cierta aureola de 'supremacía moral', que lo justifica.

Así que, los que puedan, no se la pierdan y háganse aqcompañar por los hijos en edad de pensar y así se hagan una idea. Subtitulada en español.

Formidable film histórico sobre totalitarismo, inmersión educativa y temor social [8 sobre 10]

El quicio de la mancebía [EQM]
https://elquiciodelamancebia.wordpress.com/2018/07/28/la-revolucion-silenciosa-eeuu-2018-de-lars-kraume

Definitivamente, estamos inmersos en una época en la que los grandes directores se van esfumando sin que nadie les sustituya.

Esta película evidencia lo complicado que es ser un genio y lo inútil de cualquier intento de copiar o seguir la estela de un grande cuando tú eres muy pequeño.

Scott Cooper ha realizado, pues, un film en la línea de Scorsese o Coppola, y le ha salido completamente torcido.

El resultado es una obra lineal, plana, aburrida, blanda, fría, invadida de violencia gratuíta, con pinta de telefilm y con una interpretación enfajada. El guión trata de seguir la historia real novelada y sólo consigue dormir al espectador. La fotografía pretende ser oscura y acaba siendo negra. La banda sonora sólo señala su presencia con las composiciones no originales, todas muy buenas [no se pierdan los Youtube que les he insertado].

Sobre Johnny Depp, disfrazado de malo serio, baste decir que el director malogra una interpretación que hubiera podido se memorable. Qué empeño ese enmascarar a tan gran actor que, esta vez, no tiene ni licencia para sonreir.

No se molesten, pues, en perder el tiempo.

Una copia sin in/genio [5 sobre 10]

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elquiciodelamancebia.wordpress.com