¿Por qué el empeño de ver en este filme una especie de remake trágico a "American Beautty"? Pienso que quienes escriben así no tienen ni idea de la complejidad de la vida en pareja, es evidente; ni hablar de la complejidad del ser humano. Un psicólogo americano de gran auge en épocas de Yates -Abraham Maslow- habló de la tendencia actualizante, lo que llamamos vulgarmente "deseo de autorrealización". Algo después, Stan Grof amplió el concepto refiriéndose a la "emergencia espiritual" como crisis individual y psíquica en la vida de hombres y mujeres. Y claro que esta película puede resultar ofensiva a cierta gente. Habrá quien, inclusive, prefiera levantarse y largarse del cine. Pienso que a quienes no les termina de gustar pero se sienten atraídos por el loco van por buen camino, por lo menos se permiten el beneficio de la duda. Conozco a mucho loco cuerdo en este mundo y la mayoría es incapaz de notar lo irremediablemente vacías que pueden ser sus vidas. El problema va a ser cuando caiga el paradigma actual (estamos en ello, por suerte) y ya no haya de donde cogerse: se encontrarán con tal vacío, que el adjetivo "irremediable" se les presentará desnudo y sin caretas cada día frente al espejo.
Criticar una decisión ajena, por loca que pueda parecer, no es más que una proyección del miedo que ésta nos produce. Y una decisión siempre implica una responsabilidad. Y en una sociedad paternalista y proteccionista donde todo está controlado (Europa, EE.UU) y el ciudadano se traga la mentira de que por serlo es libre, no puede haber responsabilidad, sino sólo... miedo.
Conozco demasiados hombres como Frank que prefieren ir matándose de a poco obedeciendo el mandato mientras se tiran a la secretaria. No tienen ni puta idea de lo que sucede, e inclusive aman a su mujer y a sus hijos, pero jamás, bajo ningún punto de vista, se les ocurriría replantearse esa vida cutre que llevan. Ah, y por cierto: no soy yanquis. Son españoles, argentinos, franceses, canadienses, mexicanos, chinos... Y de Aprils ¡puff!, el mundo lleno está. Hay dos maneras de matarse: una, el método rápido; la otra: el método burgués. Esto era lo que no quería April, la musa, la inspiradora, la valiente, la bizarra, la enamorada hasta el tuétano de aquello que para ella era lo más hermoso del mundo -un hombre, sencillamente.
Me pregunto si no hubiera sido mejor para ellos viajar a París y darse de narices contra la torre Eiffel con tres chavales y en la calle. ¿Hubieran fracasado tanto más que en la casa de Revolutionary road?
Es uno de las mejores películas que he visto en los últimos dos años. Doy fe.

Viendo las escasas 5 estrellitas que lleva esta película, ya me doy cuenta por donde van los tantos. Somos capaces de criticar la estrutura fundamentalista de la familia americana moderna, pero somos incapaces de hacer una lectura realmente profunda, como no sea haciendo referencia a ideas religiosas, maniqueas y falsos sociologismos...
Vaya vaya... siempre nos quedamos en la lectura superficial, porque es más fácil citar a otros, hablar de falsas pretenciones, e intentos "fallidos". ¿Pero qué les pasa a los críticos?¿Será que no son capaces de CREAR nada por si mismos y necesitan,
imperiosamente, de la creación ajena para justificar su tantas veces inútil existencia?
En fin,creo que "Bee Season" es una película notable, con un Richard Gere, para no faltar a la costumbre, "poco convincente" (que lo es). Yendo más allá de las ideas religiosas, la clave de la película está en ese precioso diálogo nocturno entre señor y señora Neumann: "Se pueden juntar las partes rotas". Con una base tan sencilla como ésa, Siegel nos propone una película llena de lirismo, donde un anodino concurso de deletreo se convierte en metáfora, para contarnos la historia de una familia cuya estructura, como la estructura sintáctica de una oración cualquiera, empieza a disolverse, dando lugar a una nueva estructura mucho más rica, quizá más dolorosa, pero siempre más honesta. El sacrificio final de Eli, basado en el error -metáfora de la ruptura- la convierte en la única heroína de esta película, tan sutil, tan sensitiva, y por sobre todas las cosas, tan hondamente espiritual.
En un tiempo donde todo lo que se rompe se tira, no es de extrañar que haya gente a la que esta película le parezca un ejercicio inútil.

Que se pierde en los dulce dieciseis de una chica con una sabiduría que te deja pasmada. Un director que consigue convertir un cómic de ilustraciones porno en una historia de amor, para mí no sólo es bueno, es que además AMA a la mujer. Y cuando digo que AMA es que la ama como género, como Sibila, como puta, como criatura nutricia, como musa, como colega, y como todo. O tal vez Chimo, no sé, a quien corresponda. Los hombres no cuentan en esta película, excepto el niño enamorado quien, ya despojado de su inocencia -y aún sin perder su unicornio- continúa adelante sin su chica. Esta chica que, virgen aún, le ensaña a amar sin tocarla un pelo. Para mí esta película es la celebración del erotismo en estado puro, sin el cual el amor parece ser imposible. Preciosa.

Esta película indaga en asuntos que la parapsicología lleva investigando desde hace mucho tiempo, y es el caso de las adolescentes que desarrollan sus poderes sanadores y/o destructivos en manifestaciones que pueden ser confundidas con fuerzas diabólicas. No sé si esto puede tener una explicación racional, pero os invito a que leais -si os interesa- algún tratado sobre brujería e influencias lunares, y ya vereis lo que os aparece. Y no, no hablo de "Embrujadas", pero sí de una buena película cuyo caso me creo -que me traten de ilusa, si quieren- y cuyo terror, más allá de hacer un raconto quizá un poco tópico del Exorcista, consigue poner los pelos de punta, despierta la empatía del espectador, y no carece de fundamento, como la mayoría de películas de este género. ¿Cuántas tragedias familiares se ocultan detrás de supuestos "mitos" y "exorcismos" nunca bien aclarados, donde el cabrón-cabrona resulta ser un miembro de la misma familia, y se transmiten de generación en generación pasando por cuentos de fantasmas?
Esta película da que pensar en ello, y no es verdad que el final haya sido cogido por los pelos: basta un poco de perspicacia para darse cuenta de que el conflicto queda claro desde la escena en que los padres coinciden en el altillo. Lo bueno es la forma en que lo cuenta.

Por Dios ¿por qué María Valverde?¿Por qué ella?¿Por qué hemos tenido que soportarla en el papel de una de las mayores villanas del Renacimiento, actuando con vocesilla de pájara y ese tono aniñatado de Carabanchel? Cada vez que aparecía ella me poseía el espíritu criminal de César Borgia. Qué tonta es, por Dios santo. Y ahora resulta que gracias a su intervención magistral en la historia peor contada de los Borgia que se haya escrito y se escribirá jamás, Lucrecia va a ser una criatura virginal, víctima de su malvada familia, amante esposa y el hada de los niños. Lo del la pluma en la mano de César raya con lo risible. Y luego: ¿es que el espectador está obligado a conocer de antemano los detalles históricos para poder entender los entresijos de la familia Borgia y sus planes criminales?¿Quiénes eran los Sforza, además de unos mercaderes que iban de nobles y unos horribles retratos de Piero della Francesca? A ver si alguien nos lo explica, porque yo he visto la peli y todavía no lo sé.
Lo único bueno: la fotografía, el vestuario y una magnífica actuación (dentro de lo que cabe) de Lluis Pómar. Ah, y la bella imagen de Juan Borgia, para entretenimiento de las damas espectadores (entre las cuales me incluyo, claro). Todo lo demás... aburrisídimo.