He aquí el nuevo magnífico del cine, la promesa; se llama Von Trier. Con varias películas en los 90 fue pintando el camino del que será, para un servidor, el que ocupe un trono en el olimpo del cine, junto con Kubrick, Bergman, Hitchcock...
Película sorprendente desde el primer cuarto de hora. Triste, humana, hermosísima. Un canto a la belleza y a los sentimientos puros. Un ejemplo de la hipocresía norteamericana asquerosamente capitalista. No apta para sentimentales.

Si quereis ver, por un lado, la mejor película de terror que se ha hecho y, por otro, una de las grandes obras del maestro Kubrick, esa es El resplandor. El molde de muchas otras del género que se hicieron después. Junto con El exorcista, gobierna la cumbre de las pelis de terror.

Kieslowski fue reconocido por la trilogía de los colores en el ocaso de su carrera y su vida, pero resulta que dio más. La doble vida de Verónica, una de las películas más hermosas que han atravesado mi retina. Bellísima, rebosante de "la chispa", que raras veces encontramos en el cine.
Una obra maestra imprescindible que nos da una lección de cómo un director debe plantearse una simple (o dos simples) historia. Aquí también encontramos los colores de Kieslowski, que convierten una escena en un cuadro de Velázquez.

Es irónico que el Woody Allen italiano haga una de las películas más tristes y hermosas del cine moderno. Es irónico que de todas las pelis de Benigni, la única buena sea, precisamente, una obra maestra.

Es curioso que después de observar la filmografía del director judío, nos topemos con esta obra que, para nada, tiene algo que ver con lo que ha hecho antes. Película dura, triste, hermosa y cautivadora. De lo mejorcito que se ha hecho en los 90.