Una buena oferta de terror psicológico muy en la onda de “The Shining” o “The Amityville Horror”, mucho menos conocida pero igual de contundente en su sugerencia sin casi mostrar sangre ni vísceras.

Es una oferta que propone una atmósfera opresiva de trastorno mental, donde lo paranormal está apenas trazado con sutileza y sin exageraciones mediante insinuaciones y sin casi nada de exhibiciones.

La historia nos presenta una experiencia inquietante donde una familia deberá pasar unas vacaciones en una casona en la que comenzarán a experimentar extraños fenómenos. (hay que tener en cuenta que no es la típica película de casas embrujadas, ya que se sugiere horror sin casi mostrar nada raro y es allí donde la película adquiere sobriedad y realismo).

Las interpretaciones son sólidas y muy convincentes, tanto Karen Black como Oliver Reed dando vida a ese matrimonio que experimentará el horror psicológico en estado puro al ir perdiendo el control de sí mismos por los efectos malignos de la casona donde han decidido ir a pasar unos días.
También hay que mencionar a Bette Davis, quien acompaña con un correcto papel secundario y le da un toque de distinción al filme con su siempre categórica aportación artística.

Por lo demás cabe mencionar que:

* No hay grandes despliegues de efectos especiales ya que no es una cinta muy pirotécnica, sino más bien es una oferta aplomada sin grandes atractivos visuales.

* Pero sí tiene gran injerencia el tema escenográfico: la casona y las locaciones aledañas son uno de los elementos más destacados para generar intriga y sobresalto dentro de una cinta que despliega terror con cautela pero con contundencia desde la atmósfera de perturbación que irradia.

Interesante remozamiento del subgénero zombi con alto contenido gore y numerosos homenajes a cintas de culto como “Braindead” o las mismas “Evil Dead”.

La idea es descabellada, pero a nadie le importa cuando surge un producto tan arrollador desde su vértigo, su cuidadísima imagen y su alto grado de entretenimiento, máxime cuando el género de terror viene de capa caída en los últimos años.

La cinta envuelve desde los escenarios, se reciclan algunos tópicos trillados de cintas con jóvenes como carne de cañón, se le adereza con mucha truculencia y salvajada propia del cine gore, se le condimenta con bastante jocosidad y coña, se le confieren bastantes guiños sobre grandes títulos de culto de la cinematografía del horror, se desdramatiza el tan manido tema del nazismo en la Segunda Guerra Mundial y en parte se le ataca descargando indirectamente todo el odio contenido… y el resultado es un producto convincente, que sin grandes elaboraciones desde el guión nos ofrece una alternativa seductora para los que somos amantes del terror, y también nos hace volver a sentir las ganas sempiternas de revisar clásicos de los ochenta donde tiene raíz este engendro simpático que vio la luz en terrenos noruegos.

Señoras y señores, una cinta de terror moderna con tintes nostálgicos, una bestial y original reinvención de la serie B de los ochenta, una vuelta de tuerca al subgénero zombi, una atractiva cinta que nos cautiva con la combinación de la pureza de la blanca nieve con lo visceral y “hemoglobínico” del rojo carmesí… pero por sobre todos los méritos es una interesante película que posee a jóvenes protagonistas que son mero comestible y a los cuales extrañamente no nos dan ganas de que se los carguen por lo tontones que resultan.

Un seis alto, y festejo que este logro dentro del horror no venga desde Hollywood. A ver si la "gran industria del cine" aprende a reaprovechar ideas para producir horror competente tomando como ejemplo este modesto pero convincente producto manufacturado a base de creativos reciclajes.

Pd: Quiero la secuela con Hitler de protagonista!

Claro que la cinta tiene vicios muy vistos en el mainstream patriotero hollywoodense porque muestra mucho el heroismo del pueblo norteamericano, el humanismo sensibilizador de algunos héroes que casualmente también son estadounidenses, y que el resto del mundo ante una catástrofe de tal magnitud prácticamente no existe ni aporta ideas de solución...
Pero también hay que reconocer que la cinta en los últimos pasajes posee grandísimos efectos especiales, goza además de buenas interpretaciones, no resulta para nada edulcorada porque es tremenda en algunas secuencias, posee bastante desarrollo del perfil psicológico de las personas ante una tragedia de exorbitante magnitud más que dedicarse a la acción, y también reconozcámosle el valor de su mensaje sobre que el amor puede sobrellevar incluso la idea de la muerte...
Pues entonces estamos en presencia de una cinta equilibrada, donde sus méritos apenas desequilibran la balanza a favor de una cinta entretenida, que tiene buen ritmo, que no se permite tremendas licencias y que como cine industrial sobre catástrofes bien vale la pena estando avisados y pudiendo tolerar sus vicios.

Un thriller que no se complica nunca en el guión, es tan real y simple en su argumentación que nadie dudaría si a este título le colocaran el cartel de “basado en hechos reales”.

Adam Green nos presenta una cinta inquietante, donde tres jóvenes deben sobrevivir cuando por error les dejan olvidados en las alturas de las telesillas de una estación de esquí.

Típico filme donde la supervivencia en condiciones adversas extremas es el principal ingrediente que compone la sustancia narrativa.

Sin casi licencias ni exageraciones, este intenso thriller sirve como aceptable pasatiempo en el cual vemos a unos jóvenes luchar por salvar sus vidas del frío y de otros peligros que acechan en medio de la montaña nevada.

Cabe aclarar que a favor del filme también hay que mencionar que posee algunas alternativas bastante crudas. Esta cinta no es benévola con la suerte de sus personajes, para nada.

Pero además se puede citar como positivo que en gran parte del metraje la cinta es inquietante, que los escenarios naturales propios de las montañas nevadas cautivan (a pesar de que gran parte del filme vemos a tres jóvenes dialogando en una telesilla), que no sólo sea un filme de tensiones sino que también tenga cierto desarrollo dramático donde se vislumbra la sensibilidad de los personajes, y que la trama es original y entretenida (a pesar de que no tiene demasiados vericuetos ni variantes como para ser algo más que un digno e intenso pasatiempo).

Pero sí que se le encuentran debilidades también:

* Hay pasajes en que la trama se dilata demasiado y pasa bastante poco, es allí cuando los personajes quedan dialogando sin despertar mucho interés en el público.
* Hay algunas circunstancias del guión que a mi criterio no están muy bien pensadas si la analizamos desde el sentido común y la lógica. (las menciono en el spoiler)
* El desenlace no me termina de gustar, me deja sabor a poco. Aunque tampoco está mal, sólo digo que hubiera preferido algo más elaborado y no un final tan abrupto y seco.

Aunque no creo en la reencarnación, me pareció un filme inquietante y contundente. Si bien es un tema escabroso, si uno adopta la postura de respetar esta creencia del alma inmortal, la cinta proporciona buenos momentos de estremecimiento y dramatismo.
Esta película me hizo recordar en muchos pasajes a la excepcional "The exorcist" y estoy absolutamente convencido que este filme bebe de esa fuente. Salvando las distancias entre una y otra, creo que "Audrey Rose" tiene un buen ritmo narrativo, muchas situaciones donde la ciencia se debate con la fe a través de incisivos diálogos, la transición de la incredulidad a la aceptación y resignación está muy bien trabajada, también he de destacar las circunstancias intensas donde la atmósfera se torna opresiva y densa (tal como son los ataques que sufría la niña ante la mirada atónita de sus padres biológicos) y gracias a ello tenemos momentos de sobresaltos sin sangre ni monstruos ni violencia explícita.
La cinta cuenta con una convincente interpretación de un joven Anthony Hopkins, cuyo personaje afirma que su hija vive en el cuerpo de otra niña. También es digno lo de Susan Swift (con tan solo 12 años) como la niña acomplejada por extraños fenómenos y por último, Marsha Mason cierra este interesante triángulo interpretativo como la acongojada madre quien ve que su hija ya no es la de antes.
En definitiva, un filme que impresiona, una saludable propuesta donde lo que se sugiere atemoriza y prevalece sobre lo meramente explícito, manteniendo el suspense y el interés durante el desarrollo completo de la cinta.