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Críticas de AdolfoOrtega
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Críticas 140
Críticas ordenadas por utilidad
9
18 de febrero de 2012
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Busco y rebusco, y encuentro en la biblioteca municipal, vergel donde aún no han metido sus insensibles garras los avariciosos tiparracos de la SGAE (espero que no lean esto), una cinta que obviamente, no podría haber localizado en ningún videoclub comercial. Se trata de "El joven Lincoln", que filma en 1939 el maestro John Ford.
En esta película, el genial cineasta nos acerca a la figura de Abraham Lincoln, que es, además de uno de los presidentes estadounidenses más admirado por los norteamericanos, un modelo universal de fe en la justicia. No se trata, en contra de lo que pudiera parecer a priori, de una biografía al uso, en cuanto no se nos relata su vida, sino que la película se vale de una serie de acontecimientos que ocurren durante su juventud, antes de que emprendiera su fulgurante carrera política, para poner en alza los valores que caracterizarán toda su vida: La confianza en el trabajo y en el esfuerzo personal; la cercanía al pueblo utilizando el sentido del humor como herramienta; la perseverancia, la valentía y la constancia; el aprecio a sus raíces y la fidelidad a sus orígenes; y, sobre todo, la lucha por las causas justas, se hacen facilmente palpables a lo largo del metraje, en escenas llenas de simbolismo, de poesía.
Con todo, a mi entender lo mejor de la película es lo que la Historia convertiría en un sello de identidad de la obra de John Ford, y esto es su capacidad para filmar al pueblo, a veces dañino en su sencillez, a veces indefenso ante la injusticia, pero siempre necesitado de un líder que oriente su potencial. Los bailes de alta sociedad, así como las celebraciones populares, son filmados de una manera sublime, y se alcanzan cotas de belleza en muchas secuencias sólo al alcance de algunos elegidos. Un cine sencillo. Un cine muy bonito.
Sólo la trama, en mi opinión, no está bien resuelta, y, aunque en la mayoría de las películas esta circunstacia resultaría fatal, en este caso es un elemento secundario, puesto al servicio de Ford para lo que realmente es más importante, el reflejo de los valores de un ídolo.
En cualquier caso, estamos ante una película magnífica, que nos haría mucho bien si llenara las estanterías de los videoclubs más comerciales, aunque tuviera que hacernos un hueco las 20 copias de Torrente 4 o de viaje al centro de la tierra.
AdolfoOrtega
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4
9 de marzo de 2017
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Bestia es animalidad reprimida, humanidad latente.
Bella es pureza, que colma y calma el alma atormentada.

Sólo me emociona algún verso suelto del poema de Cocteau.
AdolfoOrtega
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10
8 de septiembre de 2016
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Por la inteligencia que demanda de los espectadores. Un ritmo intenso, tan opuesto a lo que se propone hoy día, cuando se confunde intensidad con precipitación. En historias de Filadelfia debemos implicarnos desde el primer minuto, aplicar toda nuestra atención a su rápido desarrollo, tan alejado de las historias vacuas con las que muchas veces se insulta a nuestra inteligencia desde las salas actuales.

Por su argumento con referencias políticamente incorrectas, impensables en las obras cromo que llenan nuestras carteleras. Resulta chocante en nuestro "proto mundo feliz" encontrarse con una película que, como ésta, trata el alcohol como un estimulante no forzosamente dañino, que no identifica un tortazo a una mujer con un alegato a favor de la violencia machista, o que muestra las élites sociales como gente normal, incluso interesante.

Por su elegancia, por la clase que destila, por su humor fino, su sarcasmo...

Y, sobre todo, por sus tres protagonistas, que llenan la pantalla, y que nos hacen añorar épocas, no tan lejanas, en los que el star sistem no era un espacio efímero, donde se intuía que los actores de moda se convertirían en auténticos iconos, y que eran mucho más que niñas monas o galanes de cartón piedra y esteroides a la espera de que se diluya su belleza...

Por todo eso, y por mucho más, Historias de Filadelfia es una película imposible hoy día, al menos en el plano comercial en que se concibió en su día esta obra maestra.
AdolfoOrtega
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9
3 de abril de 2012
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Dos hombres y un destino" es el nombre con que llega a España "Butch Cassidy and the Sundance Kid".Tal como refiere inteligentemente nuestro compañero "elchicodenaranja", la interpretación libre del título no es un hecho aislado en la traducción del guión, que es muy mala. Pero, por fortuna, la influencia del traductor, no es, en mi opinión, lo suficientemente importante como para estropearla. Porque, su categoría excepcional, más que por los diálogos, viene dada por la fuerza de sus imágenes. Y ese es un lenguaje universal: El último plano, con la fotografía de ambos forajidos afrontando un enfrentamiento suicida con el ejército boliviano; el no menos desesperado salto a la exigua corriente de un río; y sobre todo, el paseo en bicicleta de Butch. Este momento se ha ganado, junto a la maravillosa canción que lo acompaña, un espacio en la Historia del Cine, y resume por sí mismo el espíritu y el mensaje de la película.
La bicicleta aparece por primera vez en unas secuencias anteriores al referido paseo. El sheriff del lugar, reúne a los pacíficos ciudadanos para intentar organizar una batida voluntaria encaminada a dar captura a los atracadores de un tren. Pero nadie quiere arriesgar su vida, sacrificar su cómoda seguridad. De tal modo que el discurso del sheriff, apenas escuchado, es interrumpido por un oportuno buhonero, que aprovecha la concurrencia para vender las excelencias de un nuevo medio de locomoción, seguro y cómodo, que baticina sustituirá al uso de la bestia. Se marca así el fin de una época. La llegada de la civilización, que sustituye a nuestra naturaleza salvaje. El discurso es seguido por uno de los malhechores desde la ventana de un burdel cercano. Cuando después vemos aparecer a este personaje, magníficamente interpretado por Paul Newman, con la bicicleta, interpretamos la voluntad de éste de cambiar de vida, de intentar adaptarse a los nuevos tiempos, a la civilización. Pero, observamos que el nuevo vehículo, en su simpleza, le aburre. Su mecanismo es previsible y sencillo, de tal modo que no se conforma con utilizar la máquina como un aburrido medio de locomoción, no quiere limitarse a pedalear por tranquilas sendas, sino que prefiere sacarle el máximo partido, divertirse con ella, aún arriesgando su integridad física. Un simple pedaleo, seguro y monótono, para avanzar por caminos previsibles, no es motivación suficiente para él. Somos testigos, junto a la bellísima Katharine, cuya alegría se torna en preocupación, de la caída de Butch, que termina despreciando a la bicicleta. Ese medio no está hecho para él. Finalmente, la dejará tirada en la cuneta.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
AdolfoOrtega
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9
15 de febrero de 2021
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
"El ladrón de Bagdad" es un proyecto personal de Douglas Fairbanks. Justo después de cofundar United Artist junto a Chaplin, Griffith y Mary Pickford, decide aprovechar la independencia que le proporciona su propio estudio, para producir, escribir y protagonizar esta obra, que podemos definir como la película de aventuras por antonomasia. Aquí encontramos todos los ingredientes que se perpetuarán después en este género...Los héroes y los villanos, la búsqueda de un tesoro, el progresivo cambio en los valores del protagonista. Luchas y saltos. Decorados suntuosos, magia y fantasía.

Allá en el Olimpo de los elegidos, Douglas Fairbanks puede estar orgulloso de su trabajo, especialmente por la sabia elección de Raoul Walsh como director. El ritmo que imprime al relato dota a la película de VITALIDAD. Aun hoy día, la épica de esta historia hace que renazca en nosotros un entusiasmo primario, un retorno a la cándida infancia, cuando pensábamos que siempre ganaban los buenos, que no había muros infranqueables. Cuando aún creíamos en la magia.

Si La princesa Scheherezade consiguió mantener la tensión y el interés del sultán, la dupla Fairbanks-Walsh nos deja igualmente encandilados con esta revisión digna de una obra maestra universal como es "Las mil y una noches"
AdolfoOrtega
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