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España España · Granada
Críticas de Wolfwood
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Críticas 39
Críticas ordenadas por utilidad
4
10 de abril de 2024
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sabía que no iba a encontrarme con ninguna obra rompedora del género, pero sí esperaba algo más elaborado o llamativo como en 'Háblame'. El guion de esta película del realizador Alberto Corredor cabe prácticamente en una servilleta y viendo que está basado en un cortometraje suyo mucho mejor valorado ahora entiendo el problema. Hay historias que funcionan con una duración determinada y ceñida, sin andarse por las ramas, como ocurrió con otro caso reciente como es el del corto 'Lights out' y su posterior adaptación en largometraje, la cual pinchó al igual que ocurre aquí.

La historia se resume básicamente en que Iris, la protagonista, hereda un pub de su difunto padre y descubre que en el sótano habita una bruja con un saco en la cabeza quien tiene la capacidad de hablar con los muertos durante dos minutos.
A partir de aquí, lo habitual pero no muy bien contado; hay algún momento dramático sin apenas desarrollo, sustos bastante predecibles y una ausencia casi absoluta de sangre, quedando la película en una buena idea mal ejecutada por culpa de una palpable falta de suspense y de terror propiamente dicho a pesar de disponer de una ambientación nada mala con una enigmática bruja que debería dar más juego del que termina dando al final.

Las interpretaciones del reducido elenco, pasables en su mayoría. Freya Allan no consigue brillar como sí ha hecho por ejemplo en la serie 'The Witcher' debido a que su personaje no le da opción a ello, comportándose de un modo muy lineal durante la hora y media. Jeremy Irvine, el chico que lideraba el reparto de 'War Horse', es quien trata de dar algún matiz más a su papel, aunque no es una interpretación por la que se le recordará en el futuro.

Nota final: 4.
Wolfwood
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6
6 de noviembre de 2023
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
La historia de Desperation Road no es especialmente innovadora e incluso diría que le sobra metraje teniendo en cuenta lo que pretende contar, pero he de admitir que es un drama correctamente construido, con actuaciones por encima de la media en este tipo de producciones. Que la gente se olvide de la acción, ya que esta no es su película si vienen atraídos por la portada.

La trama de este drama con tintes de thriller pivota alrededor de varios personajes; todos ellos perdedores, rotos por dentro y buscando un lugar en la vida al que llamar hogar. Son personas atormentadas por hechos del pasado que ahora tratan de abrirse un hueco en un mundo sin alma que les es ajeno y que piensan les ha dado la espalda. Conforme pasan los minutos, asistiremos a cómo se entrecruzan sus destinos casi sin pretenderlo hasta llegar a su clímax final.

Tanto Willa Fitzgerald en su papel de madre solitaria y desesperada como Garret Hedlund y Ryan Hurst ofrecen sólidas interpretaciones. Creo que el personaje de este último, Larry, es uno de los que más destaca en el reparto en las escenas en las que aparece por encarnar a un personaje mezquino, alcohólico y agresivo que por culpa de sus actos se vio arrastrado al infierno, alejándose de su familia. En un rol secundario tenemos, como viene siendo habitual en estos últimos años, a Mel Gibson, quien cumple con su papel pese a que no le dejen lucirse tanto como nos gustaría.

El guion es bastante genérico, sin margen para las sorpresas, y de esos que se va cocinando a fuego lento, permitiendo un mayor desarrollo evolutivo de los personajes. Aunque no se me llegó a hacer aburrida, pienso que recortar 15-20 minutos tampoco habría afectado al resultado final y hubiera dinamizado algunas partes concretas que se atisban de un modo demasiado lineal.

Nota final: 6.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Wolfwood
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3
17 de febrero de 2015
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando se anunció que habría una nueva entrega de las aventuras de Harry y Lloyd me interesé por esta película pues la primera la he visto muchas veces y forma parte de mi infancia, además de contar nuevamente con Jim Carrey, uno de mis actores cómicos preferidos. Ayer tuve la oportunidad de verla... Y menuda decepción.

Prácticamente falla todo en esta secuela: personajes exagerados (para mal), doblaje que no hace justicia, situaciones vistas o carentes de gracia... Carrey y Daniels, pese a tener veinte años más, se lo pasan bien en la cinta. Sin embargo, esa complicidad que hay entre ellos no cuaja con el espectador como sí ocurriera con la de 1994.

En cuanto a los personajes, Harry parece estar más contenido y no tiene muchos momentos para el lucimiento mientras que por su parte, Lloyd es quien se encarga de la mayoría de chistes y bromas a lo largo de la película. El principal problema es que este tipo de bromas no son ingeniosas o más elaboradas, cayendo en clichés típicos ya vistos en otras ocasiones. También interviene una Kathleen Turner desmejorada que se ríe de sí misma aunque está muy lejos de parecerse a aquella actriz de los 80. Únicamente me reí con algún guiño a la original o varios gestos y muecas por parte de Carrey.

Una lástima que los hermanos Farrelly no hayan aprovechado esta oportunidad para brindarnos un homenaje en condiciones. El intento les ha salido fallido.

Nota final: 3
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Wolfwood
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5
13 de diciembre de 2023
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Películas animadas de Batman las hay a patadas y con toda clase de argumentos, pero pocas con este estilo de animación tosco que parece evocarnos a otra época, dibujado a mano y bastante colorido al tratarse de la Navidad en Gotham. Una animación estrafalaria, aunque efectiva.

El protagonista principal es el hijo de Batman, Damian, quien resulta un tanto cargante por su hiperactividad y sus ganas de llamar la atención para convertirse en un superhéroe como su padre aunque al final te terminas acostumbrando a su energía. Alfred, la voz de la conciencia por excelencia, no dispone de demasiadas escenas, por lo que tampoco destaca en exceso. El propio Batman es más un secundario de lujo que eleva la película cuando hace acto de presencia, pero sus apariciones son reducidas para que sea Damian el que cargue con el peso de la trama.

En el bando de los villanos tenemos una variopinta reunión de personajes carismáticos, en la que como principal estrella de la función sobresale el Joker, que es quien aporta los momentos más cómicos con su locura innata a pesar de que su plan sea lo más simple del mundo. El resto, por desgracia y pese a ser conocidos dentro del universo DC, tampoco disponen de demasiados minutos para destacar o ser llamativos.

El humor empleado es por norma general bastante infantil, dirigido en esencia a los pequeños de la casa, salvo algún destello macarra que le sienta genial y el cual es una pena que no predomine a lo largo de la cinta. Quizá no sea una película para sacarnos carcajadas (no lo es), pero sí que puede sacarte alguna sonrisa con sus cameos o situaciones.

En conclusión, es una aventura navideña ligera que combina elementos del imaginario del caballero oscuro, Solo en casa y el Grinch. Todo eso mezclado en una coctelera nos da como resultado esta película.

Nota final: 5.
Wolfwood
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8
15 de marzo de 2024
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Descubrí a Denis Villeneuve hace ya varios años después de aquel fantástico thriller dramático con Hugh Jackman y Jake Gyllenhaal: Prisioneros. Con el tiempo he ido viendo su filmografía, una de las más sólidas e interesantes que se puedan apreciar en los últimos tiempos pese a un estilo que no es del gusto de todos los públicos. Es un cineasta personal, reflexivo, de tempo lento y seguramente muchos espectadores no estarán de acuerdo con la duración (en ocasiones) excesiva de sus largometrajes. Pero si entras en su mundo y te dejas llevar por su narrativa, está claro que disfrutas de experiencias cinematográficas magníficas como la que nos ocupa.

La primera película de Dune me gustó en parte, aunque en el fondo sentí que faltaban cosas. Pese a no ser la ciencia ficción uno de mis géneros predilectos, reconozco que albergaba aspectos positivos y además establecía las bases de un proyecto que aspiraba a ser algo mucho más grande. Pues bien, tres años después, esto se cumple ―parcialmente― en una secuela que sube sus prestaciones en todos los campos. Como menciono en el título de la crítica, el desierto de Arrakis está cada vez más vivo, sintiendo con claridad las pulsaciones bajo la arena.

Dune 2 se beneficia entre muchas cosas de un elenco entregado a la causa, con un sinfín de actores reconocidos que lo dan todo a la hora de interpretar a sus personajes. El elenco en general está a un gran nivel, destacando a título personal a Timothée Chalamet como un Paul Atreides que empieza a convertirse en líder, a una Zendaya que expresa mucho a través de su mirada y, por supuesto, el villano principal de la función, un Austin Butler hipnótico. Su composición de un joven consentido, chulesco, sádico y agresivo es maravillosa; aúna esos rasgos con una facilidad pasmosa y se come la pantalla cada vez que entra en escena, convirtiéndose, bajo mi punto de vista, en el MVP de la cinta.

El guion establece mejor que su antecesora los derroteros por los que deben transitar los personajes, con las ansias de poder de unos y el amor por la tierra de otros. Algunos de ellos tal vez disponen de menos minutos para brillar como deberían, aunque si finalmente se realiza una tercera parte, puede que allí llegue la oportunidad que merecen para su completo desarrollo (me refiero a nombres como Florence Pugh, Christopher Walken, etc.).

El apartado técnico y de producción es una pasada, con unos efectos especiales de categoría (los gusanos del desierto parecen reales). La fotografía juega mucho con la luminosidad de las dunas, perfectamente plasmadas; así como la oscuridad en otras partes de la película, en especial cuando salen los Harkonnen en pantalla. Mención aparte la escena rodada en blanco y negro en el coliseo, de gran intensidad y belleza visual. La acción está bien rodada, a pesar de que me faltó un poco de chicha llegado el final, sentí que pudo ser todo aún más épico.

La banda sonora de Hans Zimmer, magistral una vez más. La facilidad que tiene el compositor alemán para transmitir emociones con sus partituras y transportarnos a otros mundos, haciéndonos partícipes de ellos con su música es algo al alcance de unos pocos maestros, entre los que se encuentra por méritos propios desde hace ya mucho tiempo.

Veremos lo que depara la presumible tercera parte. Si mantiene el nivel o incluso es capaz de superar a esta, estaremos ante una de las mejores trilogías del género sin duda alguna.

Nota final: 8,5.
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Wolfwood
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