...de la dirección, de las interpretaciones, del guión y de los efectos especiales. No es solo eso, ni mucho menos.

El arte básico del cine es, llanamente, el entretenimiento.

El remake de Sullivan en mi opinión logra esa finalidad. ¿Cómo? Habiendo tratado y pretratado con gran calidad un millar de tópicos, tanto del cine de terror adolescente, como del carácter y costumbres de los sureños estadounidenses.

A partir de un argumento absurdo y ya inventado con décadas de anterioridad, se nos presenta un filme cuanto menos entretenido, de carácter cómico, burlesco incluso grotesco, con unas interpretaciones a la altura de las ridículas exigencias y un Robert Englund que ya de por sí le asegura al menos un punto de calificación.

Lo mejor: la película en general, es, sobre todo para las nuevas generaciones, como revivir el descubrimiento del gore de serie B. La extrema exageración de los tópicos, cuando se hace de forma adecuada, brinda un entretenimiento grato, y al menos consigue arrancar múltiples sorpresas.

Lo peor: quizá sea un pelín larga, podría haber durado unos diez o quince minutos menos.

Un producto más bien pequeño, con cierta estética de telefilme e interpretado de forma aceptable por Bridges y Robbins. Consigue mantener el suspense desde el principio hasta el final, confunde y asusta incluso al espectador más espabilado en más de una secuencia y se cierra con un final alejado de cualquier tópico.

En resúmen, una película para usar y tirar que, si bien llama la llama la atención para ser vista, es únicamente gracias a su dúo protagonista.

Eso por encima.

Ahora bien, meternos a comentar sus absurdas filosofías, sus ideologías baratas y sus juicios simplistas es ya otro campo que no merece la pena molestarse en explorar.

Una película de suspense fácil, tan fácil como funcional. Perfecta para sentarse, verla, entretenerse, si eso comentarla un rato y olvidarse.

Eso es porque, a pesar de no ser trascendental ni grandiosa, ni siquiera destacable, tiene lo suyo para atraerte a sentarte, se deja ver, entretiene bastante e incluso ofrece varios puntos que permiten ser comentados, uno de ellos, claro está, la interpretación de Jodie Foster, algo por encima de lo que nos tiene acostumbrados a lo largo de la última década (¿década y media?).

Lo mejor: gran parte del no mal logrado suspense se sostiene sobre los hombros de Foster y nadie más. Peter Sarsgard, interesante como siempre.

Lo peor: un filme poco trabajado, que junta tópicos al uso ya machacados a más no poder. Se deja notar la clara falta de capacidad del director de crear un producto mejor, cosa muy posible dados los recursos de los que disponía.

A pesar de las sucesivas (y progresivas) trampas de guión, a pesar de la constante recurrencia a tópicos hollywoodienses, y a pesar del vacío de sus personajes, al menos como seres humanos tal y como nosotros los conocemos, "Inception" consigue dejar buen sabor de boca, hacernos alucinar con más de una secuencia (qué elegancia la de Arthur), hacernos pensar, de principio a fin, y más allá de su tan absurdo como perspicaz e inteligentemente montado argumento y, lo que es más importante, entretenernos de una forma deliciosamente emocionante.

Quizá hace veinte o treinta años no bastara sólo con eso. Hoy es admirable.

Rodriguez y el eterno Kevin Williams nos trajeron en 1999, como si no quiere la cosa, esta pequeña gran obra maestra del terror adolescente. Es evidente que "The Faculty" no está a la altura de "Scream" en lo que a trascendencia se refiere, pero lo que la diferencia de las demás es la habilidosa mano de su director.

El mexicano firma, con su sello propio y sin alejarse demasiado del género y a pesar de no ser el guinista, cada secuencia y cada diálogo, lo cual se nota en los pequeños detalles.

Es destacable además su reparto, lleno de caras conocidas, tanto jóvenes como experimentados actores que dan lo mejor de sí más allá de lo que un filme de estas características pueda exigir.

Otra particularidad es la que tiene la propia película de reírse de sí misma de forma sutil, inteligente y apenas perceptible más allá del trasfondo.

Lo mejor: el reparto, tanto el elenco protagonista como los secundarios "de oro" hace que este proyecto cumpla con su cometido, y con creces. El metraje nos deja más de una (y de dos y de tres) escenas memorables, ya sea por su calidad visual o por su impacto.

Lo peor: aunque es inevitable, el filme acaba desembocando, como casi todas las producciones de este género, en un intento de espectacularidad que deja en segundo plano el guión inteligente, la trama entretenida y las actuaciones de calidad.