¿Qué es actuar? actuar es dejar tu ser aparte durante un periodo de tiempo, ya sea largo o corto, para convertirte en otra persona o en una versión de tí mismo, para hacer otros sentimientos, otras emociones, otros pensamienos u otras formas de ver la vida tuyos y que formen parte de ti e incluso te marquen. Puedes actuar de mil maneras que todas van a reflejar una parte de ti no por ello menos auntétntica o fidedigna a tu misma esencia. Y actuar no solo se hace delante de un escenario ante un público o de una cámara, que es una de las profesiones que requieren más implicación emocional, sino que también es una forma de afrontar los avatares que acarrea la propia existencia para evitar hacerte daño a tí mismo o a las personas que de verdad quieres, cuando la realidad que afrontas o la verdad que ocultas se te torna demasiado dolorosa. Pero siempre hay que tener en cuenta que las actuaciones no duran para siempre, pues si en el teatro el tiempo de exhibición se acaba, en la vida hay veces que te das cuenta que es mejor darle la cara y aceptarla tal como es, pues siempre nos sabrá compensar por el sufrimiento, el sacrifio o la pena que nos hace pasar en ocasiones. Y es a las actrices que han hecho de actrices (cono la gran Bette Davis o Gena Rowlans) y a todos aquellos hombres o mujeres que han actuado en su vida como una forma más de vivirla a quienes dedica Almodóvar esta película original, cómica, entretenida, sorprendente, dolida y a veces algo excéntrica, pero sobre todo enternecedora, en la que, como sello de identificación de sus obras, nos presenta una serie de personajes particulares y muy humanos, que nos muestran su particular universo y sus historia personales tan distintas como aunténticas: Manuela, una enfermera argentina marcada por la pérdida de lo que más quería en el mundo como madre, Agrado, "mujer" inimitable y orgullosa de serlo, Rosa, espíritu emprendedor y comprometido con los más desfavorecidos con vida propia, y Huma Rojo, actriz teatral de vida tormentosa y difícil relación con su adorada hija a la que no puede dejar (que me recuerda mucho a Nadine Chevalier, la actriz a la que interpretó con elementos autobiográficos Romy Schneider en "Lo importante es amar"). Y es con estas singulares féminas y sus destinos interconectados con las que el director manchego hila su propia tragicomedia moderna que sorprende por muchos aspectos, tanto interpretativos como técnicos, y que nos deja ver que pese a lo malo que nos ocurra siempre podemos tener una segunda oportunidad.

¿Cómo definir un musical perfecto? quizás como la unión perfecta entre la comedia inteligente y la elegancia de los cuerpos moviéndose como plumas sobre la pista de baile, como la conjunción entre la magia y el sonido lleno de ritmo de los zapatos de claqué, junto con canciones inolvidables que no puedes dejar de tararear y trajes y escenarios llenos de color. Pues si eso es verdad estamos ante uno de los musicales más brillantes de la historia hollywoodiense, por varias razones:
!) El argumento y la época en que se ambienta( transición del cine mudo al sonoro a finales de los años 20 y principios de los 30) están muy bien escogidos y dan mucho juego.
2) Tanto los números musicales como las canciones son una verdadera pasada y te quedas como absorto sin poder quitar la vista de la pantalla ni perderte una sola frase.
3) Los actores son un acierto y están ideales: Jean Hagen como la diva del cine, Donald O cConnor, y, especialmente Debbie Reinolds y el encantador Gene Kelly, que hacen forman una pareja muy bonita y demuestran su gran talento.
4) Algunos momentos muy divertidos y bastante memorables que te alegran el día.
Conclusión: Si quieres disfrutar de la flor y la nata de los musicales no tienes más que ver Singing in the rain y, como el propio Gene Kelly," you will be happy again"

Es extraño, caprichoso e imprevisible el cauce que puede tomar una relación amorosa y el ritmo al que se desarrolla, puesto que depende se muchos factores; la situción en la que se encuentran los componentes, el lugar y momento exacto en que se encunetran por primera vez y la manera en que se llevan a cabo esos encuentros, la profundidad y autenticidad de los sentimientos y la pasión que los mueve y hace que se junten o se separen, y la posibilidad de que esa relación dure, sea fructífera y permita vivir feliz y amado por la otra persona. Todo estos factores son más importantes cuando, en lugar de ser una pareja, se trata de un triángulo amoroso unido por uno de sus vértices. En ellos normalmente el vértice de unión entre los otros dos componentes es un hombre casado o mujer casada, que tiene por un lado a su respectiva pareja dentro del matrimonio, y que fuera de él se ve o mantiene una aventura amorosa con su amante. Y este triángulo sólo tiene como punto de conexión de sus lados un vértice, porque éste procura que cada uno tenga el menor conocimiento de la existencia del otro, sobre todo tratándose del esposo o de la esposa, pues la unión con él o ella es la más seria y con perspectiva de futuro, mientras que los lazos de la pasión, la atracción y el amor por el o la amante pueden ser pasajeros y llegar a destruir, si salen a la luz, la estabilidad familiar y personal.
Frédéric es un abogado joven y exitoso que vive desde hace tres años en un matrimonio feliz con Hélene, profesora de inglés, con la que tiene una hijita llamada Ariane y otro hijo en camino. En su relación niniguno pone en duda la fidelidad del otro, ni han tenido tentativas ni razones para suponer lo contrario. Hasta que un día, al llegar a su oficina, Fréderic se reencuntra con una antigua amiga a la que llevaba mucho tiempo sin ver, Chloé. Al principio él siente cierta alegría por verla y ella le pide algunos favores. Con el paso de los meses y de los momentos juntos, su relación se hace más cercana e íntima (sin saberlo Héléne), movida por lo atraído que se siente él hacia Chloé. Sin embargo, cuando ella le confiesa que se ha enamorado de él, Frédéric no está dispuesto a quebar ni a arriesgar el amor, la seguridad y el cariño que le proporciona su matrimonio con Hélene.
Lo califico como pseudotriángulo amoroso porque uno de sus lados, aún correspondido de cierta manera era unilateral, algo bastante interesante y que pocas veces he podido ver en una película. Ello me hace querer analizar un poco más en profundidad a ambos personajes:
Continuo en el spoiler

Fue en el año 1957 cuando se estrenó esta gran película, grande como obra de arte, grande por su gran argumento, y aún más extraordinaria por su protagonista, Cabiria. Ella es una chica a la que la vida le ha hecho acabar recorriendo Roma y ofreciéndose a los hombres para ganar dinero. Sí, pero ella vive con lo que necesita y, aunque quiere cambiar, lo que desea es un hombre que la ame y con el que poder ser feliz. Y en esa búqueda ardua y caprichosa se encuentra con una amplia amalgama de varones, que sirven para reflejar por sí mismos y por sus acciones las distintas caras de la vida en la época, la riqueza y la pobreza, la caridad y la generosidad o el egoísmo y la falsedad. Además de poder ver a lo largo del largometraje los distintos lugares por los que ella pasa, y cómo todos ellos te ofrecen una visión bien distinta de la "ciudad eterna".
Elementos que pueden verse reflejados con gran nitidez en el personaje, algo ingenuo y muy complejo, que Giulietta Masina contruye con gran gracia y talento, pudiendo ver en sus vivaces ojos todas las emociones y sensaciones que Cabiria experimenta a lo largo de su particular viaje, muchas veces guiado por la casualidad, el destino, e incluso la magia.
Con grandes escenas (algunas llenas de humanidad y emotividad) y momentos de genialidad, como no podía ser de otra manera siendo el gran Fellini quien la dirige, se trata de una de la mejores películas del cine italiano, y de una grata sorpresa para cualquier amante del cine clásico. Muy recomendable.

Si en la tragedia griega eran los dioses y el destino los que regía el correr de los acontecimientos y la vida de los personajes, actualmente en muchas ocasiones es el poder de los medios de comunicación el que controla el devenir de los acontecimientos, o motiva la dirección o la importancia de los mismos con el objetivo de conseguir fama, dinero o influencia. Así hay personas capaces de cometer actos criminales para conseguir que la gente las conozca o ver aparecer su nombre en los telediarios o en los titulares de los periódico; o, en otras ocasiones, son periodistas, corresponsales y cámaras los que se infiltran en la intimidad de la gente, con la repercusión mediática que eso conlleva en los espectadores de dichos medios, cadenas de Tv o o programas. Y hay veces que tinen un gran morbo para los televidentes obervar cómo viven algunas personas, ya sean famosas o en proceso de serlo gracias a estas emisiones, a través de sus panatallas, y verles comer, vestirse, acostarse, insultarle, malhablar, pasarse las normas del buen comportamiento por el arco del triunfo, e incluso morir, algo que parece prácticamente imposible de emitir sin herir a nadie y que te hace preguntarte que hasta dónde vamos a llegar.
Y seguro que ha habido ganas de hacer programas así desde el inicio del medio, por el interés que eso suscita, siendo prueba de ello un grupo de televisión que se ha propuesto filmar los últimos días de una mujer, Catherine, hasta que ella expire, gracias a un hombre que lleva una microcámara en la cabeza. Francamente a mí hacer esto me resulta bastante cruel, bajo y rastrero, pero desde luego despierta polémica y, por consiguiente espectadores y dinero.
En cuanto al film es curioso de ver, sobre todo para los o las que les gusten las películas en las que aparece Romy Schneider, pero tampoco es muy relevante en lo referente a la factura técnica, aunque sí destaca por el tema que trata, con cierto cinismo y crítica, y por la actuación de la protagonista (mucho más favoecida en otras ocasiones). Un 5.5. No está mal.