Me siento decepcionado, manipulado y casi estafado ante este cortometraje que admito que esperaba con ansia después de algunos trabajos dignos del director. Sus anteriores proyectos ya demostraron el talento por lo lírico y gótico con la mezcla de diversas técnicas de animación que, y esto es lo más importante, estaban bien usadas para contar la historia, si bien se tomaba algunas licencias para lucir pura delicia visual. Sin embargo, nunca caía en un sentimentalismo forzado. Desgraciadamente, en Shadow of blue sí ocurre. Y es tan descarado que casi me dan ganas de vomitar.

Para empezar, aunque el inicio del cortometraje se presenta interesante, el uso de las técnicas utilizadas se percibe muy artificial, y en ocasiones incluso deja un rastro feísta. Y lo que es peor, durante la mayor parte del corto la acción se hace aburrida y la animación resulta simplemente sosa. Exceptuando algún plano acertado en el uso de la luz y el color para crear una fotografía mágica, el apartado visual queda muy por debajo de lo que cabía esperar.

Ahora bien, hay cosas en el cine que no aguanto, y una de ellas es la manipulación sentimentaloide. En efecto, sorprender al espectador con un barato truco emocional para dar las apariencias de un toque profundo y estremecedor en la belleza de lo visto. Pero es que no, no cuela, y aún menos cuando se hace de manera tan descarada. Quizás sea un amargado, o quizás lo más probable es que esto sea una opinión más o incluso puede que Lascano realmente haya sido honesto en sus intenciones y no haya ido a robar los corazones de los jurados de los festivales en los que ha presentado este corto.

Aún así, a mí no me convence. Sin duda, lo mejor se queda en el póster, que es lo que más me atrajo en un primer momento. Y para todo lo demás, quizá merezca la pena echar un vistazo, pero pudo haber sido algo "más".

El nuevo trabajo de Kaufman ha llegado a esta web para polarizar la audiencia, con un gráfico de votaciones similar al que obtuvo "Mother!" hace tres años. Es algo que suele suceder con los filmes provocativos y herméticos, difíciles de discernir e idiosincráticos hasta la médula. Eso produce reacciones mixtas, y es comprensible. Cuando un artista de genuina y desatada visión no entretendrá a todo el mundo medianamente como suele suceder con el cine comercial, pasa lo que pasa. Las obras de autor más crípticas, sean ya buenas o malas (según se mire), causan amor u odio. Están pensadas para un público minoritario y exigente, y aunque a un artista como Kaufman se le puede acusar de pretencioso y pedante con cierta razón, no se puede negar el absoluto conpromiso que cumple para con la creación de algo auténtico, original, y rico en niveles de interpretación. No es cine para todos, pero existe calidad tras ello. Y es que "I'm thinking of ending things" es un torrente de símbolos y metáforas que la acercan más al surrealismo; y cuando se pisan tierras surrealistas uno puede caer fácilmente en un arrogante postureo intelectual al afirmar que quienes no la entienden no conocen las claves del movimiento. Pero estoy aquí para defender a los surrealistas, de modo que... la pregunta, ante algo tan indescifrable como esta película es: ¿hasta qué punto nuestras interpretaciones posibles, sean positivas o negativas, encajan con las verdaderas ideas que el director quería transmitir?

La respuesta es casi imposible de obtener. Existe un océano entre la visión de un artista y lo que logra comunicarse. Pero tengo un humilde consejo: es preciso documentarse. En internet abundan siempre multitud de análisis por parte de gente muy culta que ayuda a más de uno a captar mejor cuanto se ha visto. Por mi parte he de decir que ha sido un mix; ya capté algunos detalles y metáforas, pero (he aquí el quid de la cuestión) tras un rato de investigación logre apreciarla más hasta el punto de otorgarle un notable. Puesto que hago un llamamiento a todo usuario a que realice dicha investigación no dedicaré a ofrecer una pobre interpretación que requiere más visionados. Esta es una crítica que incita a valorar cada cosa como es debido. Una cinta como esta no puede puntuarse a la ligera sólo porque sea densa y te haya parecido lenta. Lejos de ser perfecta, la cinta de Kaufman esconde observaciones profundamente melancólicas, dirigidas siempre a la psicología humana, que merecen su atención. Sus cintas son puzzles existenciales que esconden un tierno corazón, y puedes elegir tratar de descubrirlo. Hablamos de cine que se saborea mejor en retrospectiva tras un primer visionado confuso. De ahí que requiera más de nosotros mismos. Porque, asumámoslo, Charlie Kaufman será un taciturno y cargante hombre inseguro, pero no tiene nada de tonto. Sabe lo que hace. Que unos pocos gustarán de sus intrincadas cintas es otro asunto. Y eso es algo que siempre conviene recordar.

Conclusión: estás en tu derecho de puntuar negativamente esta película. No obstante, si no la has entendido, trata de entenderla mediante investigación. Si no, no votes. Porque puntuarás sin tener ni idea de qué estás puntuando, y por ende, no será una puntuación justa.

Y yo soy el primero en pecar de votar a la ligera, que conste. He de aprender.

Aún habiendo muchos aspectos que no me gustan del mundo de internet (razones que me llevan a usarlo con mucha moderación) he de decir que, en los tiempos que corren, no existe mejor lugar para que cualquiera con alma de artista de a conocer su trabajo en el mundo. Básicamente porque no existen limitaciones. En el terreno de la animación, la inifnita variedad de ideas, estilos, etc... crea un macro-cosmos de gente inteligente, absurda, extraña. Señores como David Firth o David O´Reilly son ejemplos de la extravagancia que existe por estos lares. Es la bendición de dirigirse a todo el público sin ninguna restricción, y que sea éste el que se acerque a su obra. Podemos encontrarnos con cualquier cosa. En este caso, me encontré con Felix Colgrave.

Si habéis leído bien el título de mi crítica todo lo que habré dicho, y el mismo corto, dotará de mayor sentido. El trabajo de Colgrave en su mayoría proviene de la profundo abismo de YouTube en el que artistas gozan de una libertad casi exagerada de creación. Absurdo, horror, locura, sátira, comedia negra, surrealismo... todo abunda. Algunos cortos, precisamente por serlos, se hacen simpáticos, pequeños gags no aptos para todos. Sin embargo, es en los de mayor duración donde el universo visual y conceptual de Colgrave vuelva mejor. Su mayor exponente es The Elephant´s Garden.

¿Pero por qué es tan bueno? Para empezar, el estilo se depura, la animación mejora. Son 5 minutos de puro viaje psicodélico a través de un pequeño planeta repleto de insólitas criaturas que se relacionan entre sí. Con colores atractivos, hipnotizantes. Música electrónica que parece sacada de otra dimensión... basta ya de cháchara. Este corto es genial ya de por sí, pero habiéndote fumado un buen porro, es impresionante. Esa es la verdad. Seguro que para tales inspiraciones Felix (y muchos más otros animadores que me conozco) han contactado con más de una droga para que sus creaciones sean tan extravagantes y, a la vez, tan hipnóticas. No quiero parecer un defensor de las drogas, pero hay que reconocer que haciendo uso de las más suaves y con moderación, la creatividad llega a cuotas que son (casi) imposibles en estado natural.

Decir que con The Elephant´s Garden me fui a otro mundo no sería mentir, pues bien sé que yo pisé ese jardín...

A riesgo de spoilers, comentaré algunos fragmentos dignos de mención:

"Man vs bee", el nuevo trabajo de Rowan Attkinson, consta de lo que cabe esperar de este hombre. Aquí, donde interpreta a un padre de familia que intenta deshacerse de un abejorro en una mansión que debe cuidar durante unos días, se da rienda suelta a su vertiente más conocida que no podría ser otra que la de Mr.Bean. Aunque en esta ocasión el personaje habla, sólo lo hace en su justa medida, y brilla más cuando sus acciones son prácticamente mudas. No obstante, a pesar de que la serie hace que mantengas una sonrisa durante todo el tiempo, las carcajadas son más bien escasas. El personaje es muy simpático, así como todo lo que le rodea, pero el humor satisfará tu sed dependiendo de lo receptivo que estés a algo muy infantil. Y es que aquí lo que prima es un espectáculo casi circense, uno de payasos, sin más objetivo que la risa sencilla, blanca e intrascendente.

A pesar de todo, lo que gana mi corazón en esta serie es su aire inglés que desprende por todos los costados. Existe sofistificación en "Man vs bee", aunque la esconda su absoluta idiotez, desde una paleta de colores exquisita (la mansión será una pijada, pero, ¡qué aspecto!) y elegante hasta una banda sonora juguetona y sarcástica que hace que te rías al contrastarse su "seriedad melodramática" con su subtexto absurdo. Respecto al uso de la banda sonora, en los momentos de más acción, me recordó al efecto que tenía en mí ver las hilarantes persecuciones de los cortos también muy ingleses de "Wallace y Gromit". En fin, que esta serie queda recomendada para los acérrimos de lo peculiar más que de lo divertido, pero eso no está tan mal. Es como con los nipones: una rareza suya, de las genuinas, se agradece siempre.

Por cierto, creo que el título, dicho sin ton ni son, es lo más divertido de la serie. ¡Lo siento!

Sinceramente, me mostraba escéptico ante tanta valoración negativa en esta web, pues suelo tener un estómago bastante duro, tenaz y resistente para este tipo de productos. Los digiero con gusto y golosidad, como la mejor hamburguesa con doble ración de patatas bravas y ketchup. La cuestión es que esta vez verdaderamente esto ha sido todo un reto para mí. Yo suelo disfrutar de las películas palomiteras como placer culpable y por muchos comentarios pedantes que me avisen, ahí estoy yo sentado en la butaca. Sin embargo, esta vez ya partía con una sensación dudosa pues he ido al cine por una serie de circunstancias precipitadas y los horarios no me permitían nada mejor. La cuestión es que yo tenía esperanzas.

Error. Y vaya error, de verdad. Usuarios, si de verdad leéis esto, haced caso a los que la critican, hacedme caso a mí. Si posees un leve amor por el cine o el mero entretenimiento, no caigas en la tentación de ver este tostón. Las escenas de acción valdrán la pena, al menos. Eso es lo que todos los ingenuos piensan. Yo fui uno de ellos y en mi vida he visto una película con un presupuesto peor gastado y unos efectos especiales más desaprovechados. Hago esta crítica no para avisaros de lo que ya sabéis. Por supuesto que el guión es una sucesión de americanadas, topicazos, humor vergonzante y situaciones ridículas. Eso siempre es medianamente digerible si la acción da lo que promete, pero no, no y no. Battleship es la cinta con la acción más aburrida en años, muchos años. Es literalmente tan entretenido como ver a un par de personas jugando al "Hundir la flota". Mal rodada, sin atisbo de emoción, lenta hasta la muerte y totalmente tediosa.

Yo denuncio a Hollywood. El cine comercial nunca ha sido sinónimo de mierda (si se me permite decirlo). Somos personas las que llenamos los bolsillos de las grandes productoras y os prometo que, por raro que parezca, ofrecer un producto medianamente decente y entretenido no es ni por asomo difícil. El espectador no es estúpido y bien se ha demostrado en casos como los de "Inception" que la calidad puede ir cogida del éxito. Sin embargo, la realidad es cruda y parece que productos como este no van a cesar y al final harán un blockbuster hasta del Monopoly... ¿o quizá del Tetris? ¿Os imagináis una película donde enormes piezas caen del cielo sin explicación y causan pánico y destrucción en el mundo entero? Pues bien pensado, si se toma la idea desde un prisma surrealista y profundo, el concepto de algo que nos destruye sin saber por qué puede conducir a detallados análisis de la sociedad, la psicología de cada indivudo al enfrentarse a este desastre...

Bromas aparte, me repito: evitadla.