Uno de los mejores westerns que yo he visto, en cuanto a caracterización de los personajes y a diálogos. Estos últimos son extraordinarios, llenos de frases como la que entresaco en el título, que puestas en su momento de la película resultan memorables. Sin duda, una película que deja huella, y que mejora en el recuerdo al cabo de un tiempo de haberla visto.

"-Al menos aprenderás algo de los blancos: ellos se ayudan unos a otros. -Más les vale".

No hablo de la calidad de la película; al fin y al cabo, no se trata de una producción de grandes pretensiones. Pero os aseguro que es una de las películas más divertidas que he visto. Tronchante. Fuertemente recomendada para quien quiera pasar un muy buen rato, sin más.

Sin mucho interés, para mi gusto. Un western muy sobrio, casi crepuscular (¡en 1965!). Sin héroes y con villanos sosos y tontos. Soportable para quienes gusten del western clásico y bueno para los fans de Nicholson, que lo verán en una de sus primeras interpretaciones... Bueno, no sólo intepretaciones; él hace el guión, protagoniza y produce la película. Se lo compra, se lo guisa Monte Helman, y luego se lo come, pero casi se lo come él solito. La película ni siquiera pasó por las salas de cine.

Una película extraordinaria, real como la vida misma, pero contada con un lirismo exquisito.

Vaya por delante que se trata, a mi entender, de una película magistralmente interpretada. Quizá sea de los mejores papeles que ha hecho Tom Hanks y, sin duda, el mejor de Jude Law, superando a "Enemigo a las puertas". En cuanto a Newman... Una decepción. Es una auténtica efigie: ni se mueve, ni interpreta. Simplemente, está ahí mostrando su popular rostro.
Lo más notable de esta película es que se trata de un cuadro compuesto sólo de sombras. No hay ni un detalle positivo. ¿Os habéis fijado en que, aparte de la escena del juego de dados de Newman con los niños, no hay una sola risa en toda la película? ¡Qué digo risa, ni una sonrisa! Cuando la comparan con "El Padrino", pienso que, en "El Padrino", veía a Lucca Brassi cocinando spaguetti, al viejo cantando y bailando en la boda o a Al Pacino y Diane Keaton en alguna escena romántica... Sin embargo, "Camino a Perdición" no muestra más que tristeza, miedo, horror, depresión. Cuando acaba la película, te deja un regusto de hastío.
Un buen cuadro también debería tener sus luces... Digo yo.