Superficial, formal e inexpresivo drama argentino que se sumerge en una temática muy profunda pero que no consigue empatía y mucho menos generar emociones genuinas. La interpretación de Juana Viale oscila entre lo regular y lo malo; todo parece como un documental de la vida de la actriz, sus desplantes y antojos, pero muy alejado del cine dramático.
El director y coguionista Maximiliano Pelosi (Las chicas del tercero, 2014) jamás le encuentra el pulso dramático a una trama interesante pero muy mal plasmada y excesivamente alejada de los sentimientos reales. Todo se muestra muy acartonado, los diálogos son insulsos, las emociones forzadas y las actuaciones en los protagónicos no logran romper con los formalismos.
La propuesta de Maximiliano Pelosi tiene una fuerte carga emotiva, es un dramón, pero esas sensaciones no se logran reflejar en la pantalla y menos aún conseguir que emociones impacten de lleno en el espectador. La ausencia de inflexiones, matices, espontaneidad y creaciones actorales de la protagonista hacen que todo sea muy monótono, extremadamente forzado y no surge la verdadera dimensión y el sufrimiento contradictorio.

Calificación Fanaseriecine: 3 sobre 10

Tenso y obsesivo drama estadounidense sobre abusos sexuales camina cuidadosamente sobre el filo de una navaja que se muestra como perturbador y pasional. Magnífica interpretación de Rooney Mara y un sólido acompañamiento de Ben Mendelsohn
El director Benedict Andrews consigue darle mucho mas vuelo al guión escrito por David Harrower, quien adapta su obra teatral Blackbird; algunas debilidades narrativas que no permiten sustentar largo tiempo la intriga y por momentos imponen lo previsible, se ven mejoradas por los cuidadosos flashbacks para revelar el pasado, un juego ardiente entre victimarios y víctimas que se montan en las muy interesantes interpretaciones.
La propuesta de Benedict Andrews rápidamente va a los bifes y pone toda la carne al asador, eso lo quita buena parte de la intriga pero se las ingenia para conseguir mantener una alta tensión que esencialmente es sexual y por momentos deja entreabierta la puerta de la locura criminal, hundiendo a los protagonistas en una oscuridad donde cuesta elegir un lado y menos aún odiarlos.
Con un ineludible punto de contacto con las versiones de Lolita, se forja en medio de una atmósfera repleta de incomodidades y amores obsesivos, se entremezclan las víctimas y los victimarios, apoyados en un vínculo intimistamente sombrío. Aplausos para Mara y

Calificación Fanaseriecine: 7 sobre 10

Sencilla, cálida y potente drama romántico estadounidense que se apoya en las fenomenales interpretaciones de Jane Fonda y Robert Redford; ellos son su química y sus destrezas consiguen que una trama simple se haga degustable de principio a fin.
El director Ritesh Batra (The Lunchbox, 2013) logra que una narrativa completamente sencilla y creíble se convierta en una historia de amor que va creciendo y muestra cuidada, prolija y sensible. Para que el producto se verdaderamente bueno sobre el amor en el ingreso a la ancianidad, el realizador se monta casi exclusivamente en las actuaciones de una dupla que se encarga lucirse.
El director Ritesh Batra tiene una buena simbiosis para contar historias de amor, ya lo hizo muy bien en The Lunchbox y aquí vuelve a lograrlo con una trama muy sencilla, creíble y con toques de humor sutiles. Lo mejor surge de la dupla de protagonistas que muestran una química fenomenal y un alto nivel actoral que los hace queribles a ambos.

Calificación Fanaseriecine: 7 ½ sobre 10

Inteligente y realista drama eslovaco que sabe apretar el botón exacto y novedoso para derrumbar un mundo burocrático y corrupto edificado al otro lado de la cortina de hierro. Fantástica interpretación de Zuzana Mauréry.
El director Jan Hrebejk (Lo mejor de nosotros, 2000) logra plasmar con belleza estética y ritmo acertado el muy buen guión escrito por Petr Jarchovský. La combinación de ambos elementos se traduce en una trama llevadera y profunda que muestra como se enquistó una burocracia corrupta que saca tajada de pequeños privilegios en un sociedad que se hunde en sus propias debilidades poco tiempo antes de quedar aplastada por la caída del Muro de Berlín.
Lo inteligente de la trama y puesta en escena es como consigue conjugar los problemas morales y colectivos en un sistema que aún se muestra como justo pero que se descarara tal como si fuera una vieja pared que no ha podido evolucionar.
Con el premio a la mejor actriz para Zuzana Mauréry en el Festival de Karlovy Vary y el de dirección artística en el Festival de Gijón, la propuesta de Jan Hrebejk se muestran muy sólida desde lo argumental y bien lograda en los estético, aunque sus mayores méritos están basados en la forma caricaturesca con que arremete contra los problemas morales de un sistema putrefacto, tanto desde lo individual como lo colectivo, sin por eso poner en discusión sus pilares fundamentales.
Con inteligencia, buen ritmo y diálogos muy interesantes, se presenta como una pieza lograda que oscila entre el drama y la comedia, apoyándose en la potente interpretación protagónica y un elenco sólida. El final le aporta un plus extra y meritorio.

Calificación Fanaseriecine: 8 sobre 10

Inteligente, reflexivo y exótico drama de ciencia ficción japonés que tiene un esplendor en su construcción visual y sonoro con el particular estilo de su director. Narrativamente puede hacerse densa y excesivamente parsimoniosa, pero todo tiene un objetivo para poner en cuestión la auto destrucción de la raza humana.
El director y guionista Sion Sono (Ai no mukidashi, 2008) es un provocador nato, todas sus creaciones generan reacciones de admiración o rechazo, pero jamás pasan desapercibidas o son fáciles de digerir; y en este film vuelve a conseguirlo con una destreza creativa que deslumbra por los encuadres y las imágenes, casi siempre en blanco y negro.
En esta oportunidad se aleja de conflictos sexuales o sanguinarios, para adentrarse en una mirada distante y meditabunda sobre la raza humana; bajo la observación de una robótica cartera interestelar. De ahí desanda un rutinario viaje para hacerle llegar a los últimos humanos sobrevivientes paquetes que contienen significativamente simples objetos de un mundo que dejo de ser.
Con el premio a la mejor película asiática en el Festival de Toronto, la propuesta de Sion Sono es una rara avis de extrema potencia visual pero que cuesta seguirle el hilo narrativo que resulta demasiado complejo o fraccionado.
Lo que resulta indudablemente es que impone una especial percepción del tiempo y del rol humano como elemento fundamental de la destrucción, haciendo alusión a lo ocurrido el 11 de marzo de 2011 con la explosión de la central nuclear en Fukushima.
No es una película de fácil seguimiento, aunque amerita verla mas de una vez para comprender todas las dimensiones propuestas por Sono.

Calificación Fanaseriecine: 7 ½ sobre 10