Mítica comedia ochentera protagonizada por el no menos mítico Michael J. Fox en el mismo año en que estrenaría la todavía más mítica REGRESO AL FUTURO.

TEEN WOLF es un barullo de comedia de instituto, película deportiva de un equipo malísimo que decide el campeonato en el último segundo con suspense y, finalmente, hombres lobo. Pero hombres lobo de andar por casa, que son aceptados por sus colegas en menos de un minuto, que pasan de balas de plata, luna llena, marcas satánicas e instintos asesinos y que, en cambio, bailan breakdance, ganan partidos de baloncesto y ligan con la más popular del instituto.

Una excusa licántropa que sin embargo es la base del delirio de toda buena película ochentera, dejando imágenes para el recuerdo como el baile encima de la furgoneta al ritmo del Surfin' USA, el tiro libre con el malote de turno enfrente intimidando mientras suda a chorros, o esa escena entre padre e hijo en el baño, digna de los osos de Muchachada Nui.

Una de esas películas que, sin ser gran cosa, hay que ver al menos una vez en la vida.

Echaba de menos una película así. Adolescentes idiotas, guión absurdo, alcohol, tetas, insultos hilarantes, música ochentera, casa encantada, zombies, demonios, gore artesanal, scream queens, humor escatológico...

Grandísima Linnea Quigley haciendo de zorrona (para variar) y regalando algun desnudo integral, además de la mejor frase del film:
- ¿Teneis huevos de chocolate?
- Si
- Pues voy a tener que chuparos la polla algún día de estos...

Entre esto y la subtrama del viejo ("Mira que sois tontos los viejos!!"), poco más se puede pedir. Misticismo ochentero casposo.

Guión arriesgado, sobre todo teniendo en cuenta el panorama español, que Sánchez-Cabezudo resuelve con maestría en su debut cinematográfico.

El film parte de una serie de macguffins y giros de guión y de protagonistas, y quizá al espectador medio le resulte algo lento, pero cuando la trama principal comienza a resolverse, la tensión y la empatía del espectador hace que toda la introducción tenga sentido.

La historia tampoco es que sea original, pero sí lo es la forma de contarla, el montaje, la estructura... y todo respaldado por unas soberbias actuaciones (especial mención a Judith Diakhate, Celso Bugallo, Walter Vidarte y Cesáreo Estébanez).

Gran estudio de la estupidez humana.

Cinta de animación del cada vez más polifacético Rob Zombie, basada en un cómic suyo. Mezcla de ALI G y HEAVY METAL, el film es un continuo despiporre cargado de tetas, machismo, tetas, zombies nazis, tetas, chistes de mal gusto y tetas.

Más o menos el Beasto es un chulo-piscinas que es capaz de hacer cualquier cosa por mojar, y junto a su hermana Suzi X (que no para de enseñar las tetas) y su robot salido intentarán liberar a una voluptuosa stripper (que no para de enseñar las tetas) de las garras de Dr.Satan, un frikazo que se quiere casar con ella para conventirse en un monstruoso demonio. Para ello tendrán que librarse de un ejército de zombies nazis encabronados por la destrucción de la cabeza de Hitler.

Divertidos cameos de Michael Myers, Capitán Spaulding, el propio Rob Zombie... una entretenida y absurda forma de pasar 1hy20min. Y tetas.

6º película zombie del maestro Romero, y quizá la más floja de todas. Tomando como protagonistas a unos mercenarios ya vistos en la anterior DIARY OF THE DEAD, Romero nos presenta una trama lineal, unos personajes planos, y unos giros de guión absurdos y cutres. No se si tomarme algunos elementos del film como MacGuffins o simplemente como pérdidas de tiempo (por ejemplo, el dinero del minibus), pero lo cierto es que el guión hace aguas por todos los lados.

Elementos estructurales aparte, lo cierto es que en lo que se refiere a gore, humor negro y caracterización del zombie clásico, Romero sigue siendo un genio. El argumento central de una película del género es conocido por todos, así que el autor trata de enlazar situaciones grotescas e hilarantes, manteniendo así la originalidad de la parte sangrienta.