Fábula contemporánea melodramática de lírica simplicidad o, lo que es lo mismo, copia barata de Amelie que apenas llega al nivel de telefilme de mediatarde. En definitiva un truño a evitar.

-Queda la última batalla
-¿Contra quién? ¿Contra ellas?
-No, contra nosotros
-Joer, pues va a estar reñido.

Esa es una buena frase. La única de una película en la que el sesudo guionista/director se ha esforzado por buscar el diálogo perfecto, la cita que será recordada, la historia redonda con aristas, el personaje complejo y atormentado… todo ello enmarcado en la aparente simpleza de un pueblo costero en fiestas y con constantes guiños a los espectadores más cinéfilos.

Eso es lo que el director buscaba. Lo que el espectador encuentra son unos diálogos rebuscados, una historia absurda, unos personajes ridículos… una película de mierda.

La historia se convierte en una sucesión de chistes de Lepe, con su borracho, su puta, su niño, su polvete, su gangoso, sus tetas...

- ¿Has visto a Mistetas? (pregunta Inma Cuesta)
- No, pero me gustaría verlas (responde jocoso Sánchez Arévalo)

Y va el tío y se casca una escena de topless en la playa que se agradece pero no viene a cuento, aunque claro, a cuento no viene nada en la película y, ahora que lo pienso, mucho más vergonzante que enseñar las tetas es tener que declamar unos diálogos bochornosos e interpretar a un personaje resulta casi tan subnormal como el pirao del parche, al que por cierto le deja el hijo para que se lo cuide un rato mientras se ella se va de jarana con el otro subnormal… porque hay que ser subnormal para hacerle una perdida a tu ex con el teléfono de la que te estás trabajando… o hay que ser subnormal para escribirlo en un guión… o hay que ser subnormal si ves la película y te lo crees (¿eh, Boyero? porque tú opinaste que

"nada es fatuo ni efectista, que lo que hacen, sienten, anhelan, sufren y expresan (4) esos tipos tan excesivos que no paran de hablar de todo lo que pasa por su cabeza y su corazón, es muy cercano al volcán de dudas, contradicciones, realidades y sueños (4) que habitan en casi todos nosotros, que todo está expresado con mucha gracia, sentido de la paradoja y de la comicidad, luz, vitalismo, energía, (6) aunque esté hablando de incertidumbres, soledad, pérdidas y fracaso (4), que el creador además de entender a sus locos, sensatos, alternativamente entrañables y compadecibles (4) personajes, les quiere mucho”.

(Para hacer más comprensible la frase (porque es una sola frase) le he quitado un par de líneas y he añadido el número de adjetivos/sustantivos de cada enumeración que el Boyero, en una ataque de Joseluismorenismo, le dedica).

Pues eso, que igual el subnormal soy yo y al final os gusta la película.

-Ey, tu motherfucker!
-¿Quién yo?
-Sí, tú, el que le ha puesto un 10. ¿Té gusta el cine negro? ¿eh?
-Sí, claro
-¿Las películas de mafiosillos? ¿eh? ¿Los thrillers clásicos de toda la vida? Piece of shit?
-Sí, sí que me gustán, soy un cinéfilo
-Ya, ya…¿te gusta que el tito Scorsese te muestre la America profunda ¿eh? Los gangs del hampa, ¿eh? Son of a bitch?
-Sí, sus películas son verdaderos documentales de la realidad estadounidense y de los juegos de poder que mueven las altas esferas
-Oh! Yeah! Sabe mucho el tito Scorsese. Seguro que te gusta el dirty talk, ¿eh? ¿Te gusta que te hablen el slang de la puta Street? ¿eh?
-Es la expresividad propia de un mundo no encadenado por los estereotipos sociales
-Por su puesto, bitch. Te gusta que el tito Scorsese te susurre palabras guarras, ¿eh? Te la pone morcillona el tito Scorsese ¿eh?
-Eh, tampoco te pases..
-¡Calla putita! Te gusta que el tito Scorsese te dé por el culo siempre con la misma puta película ¿eh?
-Oye que…
-Fuck off, moron! El tito Scorsese te ha dejado el culo como un abrevadero de patos y ahora ya no te duele nada. Ya no sabrías distinguir entre Taxi Driver y la puta invención de Hugo, le vas a poner un jodido 10 a todo lo que haga el tito Scorsese, y el tito Scorsese lo sabe y te da por el culo… primero suavecito… para que entre bien, con un principio que parece medio interesante, después te la va clavando con una trama que empieza a desvariar con la historia de la psicóloga, luego va apretando con la búsqueda de unos infiltrados que parece sacada de un capítulo de la Pantera Rosa y luego se corre de gusto en tu puta cara con la escena en que un nuevo infiltrado, se carga a otro infiltrado, justo antes de que otro infiltrado se lo cargue a él…
-Es que no has entendido la trama…
-¿Qué no he entendido la trama? ¿Qué no he entendido la trama? You fucking piece of shit! ¿Qué cojones hacía el puto nuevo infiltrado en ese puto edificio abandonado? ¿Y qué huevos le importa lo que le pase al otro infiltrado?, y ya que estamos ¿en que puto edificio abandonado funciona el puto ascensor? ¿Quién cojones paga la comunidad en un puto edificio abandonado? ¿Y qué hace el fucking nigger esperando que se cierre el puto ascensor y bajando por las putas escaleras? ¿Y qué hace la puta psicóloga que no le da el puto cd a nadie? ¿y a santo de qué le envía el puto cd el capullo ese a la puta psicóloga?
(en ese momento el que le ha puesto un 1 a la película le dispara al que le ha puesto un 10)
Se abre la puerta, el del 1 se vuelve. Aparece un infiltrado.
-You fucking mother fucker!
-What the fuck?
-¿Qué cojones haces disparando al puto gafapastas, gilipollas?
-¿El puto gafapastas gilipollas?
-No, gilipollas tú ¿A qué cojones ves una película que sabías que no te iba a gustar?
-Joder, tenía un 8 en Filmaffinity
-Ni ochos ni ochas… tú la has visto para criticar y te has pasado toda la película buscando pegas
-Ehhhh
-Fucking rat… (y dispara contra el que le ha puesto un 1)

Empieza la película.

Ritmo desenfrenado de imágenes para describir a un superpolicia británico que dejaría a cualquier 007 como un zoquete retrasado. Comportamiento estricto, moral inquebrantable, dedicación absoluta… demasiado bueno para London así que lo mandan a un pueblico tranquilo del condado de Whathefuck.

Aquí ya saltan las alarmas. Ojo que se acerca un “Seven surnames of Salisbury” con chistecillos sobre las diferencias culturales entre la urbe y la campiña.

Todo poli tiene su compañero y a este no le falta el suyo. No podía faltar el “contrapunto”, el antihéroe, ese Sancho Panza bonachón que permite ese recurso fácil que no ha fallado desde hace cinco siglos: la sanchificación del quijote de turno, la quijotización del su compañero lerdo y/o gordo.

Al llegar a este punto, las alarmas antitruños ya no paran de sonar.

Lo demás es lo previsible, chistecillos para pasar el rato, una trama chusca con algún asesinato para que el Sherlock de turno pueda lucirse y pistas “escondidas” en diálogos “ingeniosos” para que cualquiera que no sea completamente lerdo pueda ya adivinar de que va la vaina a mitad de película (aunque si no es completamente lerdo a mitad de película debería haber dejado de verla, no como yo, que soy gilipollas).

Todo esto con una colección de personajes que ríete del Cluedo y de Guy Ritchie y que hace que el final se prolongue hasta el infinito porque, como si fuese una película de Bud Spencer, los malos van cayendo uno a uno y casi todos con contusión craneoencefálica porque (siguiendo el mejor estilo Equipo A) ninguno de ellos puede morir de un disparo, aunque nuestro queridísimo héroe vaya armado hasta las trancas.

Por otro lado, la menestra de géneros (thriller, acción, comedia, terror, Western y que se yo) viene aderezado por un cargante montaje tipo videoclip propio de un alumno repelente de ciencias de la comunicación que quiere meter todos los recursos que ha aprendido sin importarle si vienen a cuento o no.

En definitiva, fatal, mucho fatal.

No merece la pena, pero si quieres ver la película la crítica a continuación contiene algún spoiler: