No sé si debería reseñar esta película, porque realmente no la he terminado de ver... ¡es que no he podido!. era una cosa tan sin sangre, hecha sin ganas, sin gracia y por compromiso que decidí dejarlo a medias. Cuando uno piensa en cine familiar, pues toma como referencia a Goonies, La familia y uno más, Grenlims, Plácido, y hasta Padre en apuros de Arnold Chuache, pero esto... los niños sin gracia, los mayores peor aún, y el protagonista sin cambiar la expresión de su cara en ningún momento.. o sé, igual había que tomarse un descanso o algo. Menos mal que la vi en casa por genileza de Amazon. No pueden pretender que vayamos al cine, para encontraros cosas así.

Un grupo de soldados, en su mayoría británicos, va de excursión a unos bungalows regentados por personal alemán, el cual es un verdadero ejemplo de pulcritud y cordialidad.
El campamento está situado en plena naturaleza, aunque cuenta con todas las comodidades (duchas, sala de recreo, tienda de comestibles, etc), lo que permite a nuestros protagonistas pasar sus días conversando en el patio, destilando wiski, ensayando canciones con el coro y asistiendo a clases de ornitología...¡incluso organizando un desfile el 4 de Julio!.
Aun así, algunos deciden macharse de allí, para lo que preparan una prodigiosa galería con luz, ventilación y unas estrictas medidas de seguridad. No todos lo consiguen, pero quienes lo hacen, no tienen demasiados problemas (al principio) ya que van bien pertrechados, gracias a la sastrería que habían montado en el camping, y un servicio de documentación que hasta contaba con una cámara de fotos (no queda claro donde revelaban los carretes... aunque quizá también había un Foto Prix en el campamento dichoso).
En resumen, estamos ante la película más sobrevalorada de la historia del cine: la misma nota que "El precio del poder", "La naranja mecánica", "Forrest Gump", "¿Que fue de Baby Jane?", "Novecento" o "Gran Torino". La vi de chavalín y me gustó, y la recuperé estos días y la decepción fue monumental y es que ahí está la cosa: esto es una película de aventuras para un niño de diez años... de los de antes.

Serie documental sobre un caso que, por desgracia, hemos visto ya, y volveremos a ver con frecuencia. Un niño asesinado, un juez que se encuentra más cómodo ante una cámara que vistiendo la toga, unos policías desbordados, unos medios de comunicación sin escrúpulos (aquí se dan unas muestras de bajeza realmente lamentables), y un pueblo convertido en populacho, gente convertida en gentuza y personas convertidas en personajillos, que no dudan en inculpar y culpar a la propia madre.
Entre tanto, un niño de cuatro años se pudre en su ataúd, algo de lo que nadie parece acordarse.

Brillante serie documental con el crimen real como eje, pero servido de una forma diferente a la mayoría. En lugar de analizar casos concretos, en cada capítulo se toma como referencia un hecho criminal, y a partir de ahí reúnen varios casos relacionados con el hecho en sí: Por ejemplo, el primer capítulo “Prisión permanente revisable”, se desarrolla a partir de los casos de Diana Quer, David Oubel o Ana Julia Quezada. El segundo, “Violencia de género” sobre el caso Maje o el de la niña Sara, asesinada en Valladolid, entre otros y así sucesivamente.
Dos periodistas y un forense presentan y conducen los capítulos, con opiniones, en muchos casos, completamente diferentes entre sí, lo que me da pie a hablar sobre la primera (grata) sorpresa que me llevé: se ha buscado una proporción muy equilibrada en los casos, huyendo de la propaganda, y queda bastante claro la violencia y el crimen, no tienen género, algo que buena parte de los medios de comunicación se empeñan en negar de manera vergonzosa.
La segunda cosa que me ha sorprendido, es que se muestren imágenes tanto de víctimas (niños pequeños incluidos) como de asesinos, ya que normalmente están pixeladas, y aquí debo hacer la siguiente advertencia: hay momentos en que se te parte el alma en pedazos viendo la serie. Si eres especialmente sensible, te recomendaría que no la vieses, porque se pasa mal. Tuya es la decisión.

“Anatomía de un crimen” es una (otra) serie documental que analiza varios casos reales de crímenes cometidos en España, en cuya investigación participó de una u otra manera, un detective privado llamado Jorge Colomar: “El asesino del parking”, “El asesino de la baraja” o “Las brujas de San Fernando” son algunos de ellos.
Es una serie bastante gris, no aporta gran cosa que no esté archisabida ya, el material de archivo es bastante mediocre, y las presentaciones del protagonista son demasiado formales, sin ninguna naturalidad. Digamos que no trasmite demasiado. Tampoco las recreaciones de los casos están hechas con mucho esmero… en fin, ¿está mal? No ¿está bien? Tampoco.