Ya era hora de que apareciese esta serie en filmaffinity ;)

¿Qué decir? Sin entrar en los pormenores explicativos propios de una sinopsis bien redactada por filmaffinity, he de añadir que StarGate Atlantis es una magnífica serie. Claro que a quien no le guste SG-1 no le va a gustar Atlantis.

Las historias, los personajes, los "malos" (maravillosos Espectros, infinitamente más interesantes que los Goa'uld), todo es diferente, pero a la vez conserva ese espíruto tan especial que ha hecho que StarGate SG-1 esté rodando su décima temporada.

Como he dicho, todo es nuevo, pero a la vez idéntico: una nueva galaxia, Pegaso, la magnífica y harto buscada Ciudad Perdida de los Antiguos, Atlantis, y la raza de malutos que acabó con los Antiguos en Pegaso, los Espectros, unos viles seres que viven de la muerte de lo que les rodea. Genial, sencillamente genial.

En el aspecto técnico la cosa no varía un ápice a la serie original. Mismos productores, similares guionistas, e historias paralelas que se cruzan con SG-1 y se desarrollan también en ámbitos completamente distintos.

Y en cuanto a la calidad, bien, si no te gustó SG-1 no te gustará Atlantis. Pero si es el caso contario, Atlantis será una grata sorpresa, porque todo es distinto, pero a la vez sigue siendo StarGate.

Ansioso estoy por ver comenzar la tercera temporada.

Siendo esta la primera crítica que se va a publicar, no diré nada de la trama, para no fastidiar a nadie.

Bueno, como todos sabíamos, The Ark of Truth pone fin a la serie, al menos de momento, y a la saga de los Ori. Es una guinda agridulce a diez años de excelente ciencia ficción. No porque, en absoluto, sea una mala película, sino porque, en realidad, no es más que un episodio del doble de duración. Un modo de atar los cabos que quedaban sueltos, pero sin la fuerza ni gancho que debería tener. Es el último episodio de la décima temporada, uno que viene a sustituir a Unending en la numeración, finalizando la historia de los Ori.

Respecto al episodio, bueno, quizá se echa en falta a Richard Dean Anderson, el fantástico general O'Neil. Quizá una aparición "para coger el teléfono" hubiese sido de agradecer. Y la dinámica es la misma, la de siempre, la que nos encanta a los gaters: para acabar con la amenaza Ori hay que encontrar un artefacto Antiguo, el Arca de la Verdad, y tenemos al SG-1 viajando de planenta en planeta a través del StarGate y de la Odisea en busca del Arca. Diversión para los clásicos asegurada.

Pero, como ya dije, le falta mucha fuerza. Es decir, se supone que ésta es la última vez que vemos al SG-1, al Teal'c, a Daniel Jackson, también al ya encariñado Mitchell (Sam sigue en Atlantis) en su ambiente, en su línea... y es un episodio más...

Esperemos que la fuerza y garra que le falta a esta película se consiga con la próxima y última, Continium, donde el SG-1...


NOTA PARA LOS VALIDADORES: en español, Ancient se tradujo por Antiguo, y no por Anciano. Lo digo por la sinopsis ;)

La serie ya ha terminado. El último episodio de la décima temporada, unending, ha sido lanzado. Un justo réquiem sea por la, hasta hoy en día, serie más longeva de Ciencia Ficción de la historia. Nada menos que diez temporadas, una más que The X-Files.

Muchas han sido las aventuras que hemos compartido todos los seguidores durante estos diez años. Y muchas han sido las horas de muy buena Sci-Fi.

Rodada en interiores ambientados en silos y bases militares y en exteriores boscosos e inmensos, al serie fue evolucionando hasta lograr convertirse en un mito de la ciencia fición. Una serie donde los efectos especiales, si bien no faltaban (y muy buenos, dicho sea de paso), eran las aventuras y los personajes del SG-1, los guiones y las interpretaciones, los que llevaban sobre sí todo el peso. Claro que, es recomendable verla en versión original para apreciarla en su plenitud. Richard Dean Anderson o Michael Shanks ganan mucho cuando se escucha su voz original.

La serie ha evolucionado en diez años desde la herencia de una película y una situación extrema hasta cobrar identidad propia, superando a la idea orignal y, en el plano de la ficción, lograr hitos. Diez años han dado para muchos buenos episodios, y para algunos no tan buenos. No obstante, el conjunto, es francamente bueno, en mi opinión.

De los Goa'ulds pasamos a los Replicantes, y luego a los Ori, pero sin abandonar jamás a las malditas serpientes. De SG-1 nació un spin-off que ya está en su cuarta temporada, "Atlantis", y dos películas DVD que pronto se lanzarán, y que servirán para poner la guinda al prolífico pastel que supone SG-1. Son "Continium" y "The Ark of Truth".

Y para todos los fans de la serie, el tercer Spin-off, StarGate Universe, está en fase de pre-producción.

Siempre habrá una puerta, un StarGate, que cruzar.

Abril de 2007.

Seré breve: de comedia, nada.

Es superlativa, y casi por ello autocrítica. Pero de ahí, a comedia, nada. Muestra una cruda realidad, cómo en los Estados Unidos se ha pasado del rechazo y odio al negro a la asimilación de todo lo negro mediante una estúpida y terrible simbiosis cultural.

Es un documental contado es un estilo poco habitual, aunque no novedoso. El punto de vista de un tercero de ficción sobre un hecho de ficción para mostrar una cruda realidad: aunque se ha superado la división política y legal, el negro siempre es negro. Antes, el tópico era el de comer sandía y pollo. Ahora, el tópico es el tópico de la sandía y el pollo. ¿Dónde está el cambio social?

Mi experiencia personal en Nueva York (donde vi el documental) respecto a este tema se traduce en lo siguiente: como estudiante, comí en muchísimos fast food. En todos ellos, sólo vi a tres blancos, dos de ellos, encargados y/o jefes. El resto, sustantivamente, eran negros, y los que no, hispanos.

Este documental nos recuerda, especialmente a la sociedad estadounidense, que las divisiones aún perduran, como los estereotipos, los sueños frustados, y también los ideales.

Pd: Bárbara Escamilla, cuya crítica se toma en primera página, obviamente no ha visto la película. Es demasiado cruda y real como para provocar muchas risas, si eliminamos las escenas donde los protagonistas pretenden hacer reír, pues es su trabajo.

Una interesante película que plantea los movimientos cíclicos, negando los cambios. Es realmente complicado hablar de ella sin caer en el spoiler, puesto que a poco que se diga del argumento, se revela todo.

En lo esencialmente cinematográfico, la fotografía es correcta, el guión es bastante bueno, aunque sin rozar altas cotas, y el desarrollo y ritmo son adecuados.

En cuanto al argumento, lo comento en el spoiler. Pero sin duda muestra el maniqueísmo que está en la superficie para profundizar sutilmente más abajo. Los extremos, no sólo se tocan, sino que en esencia son lo mismo. La libertad no está en un sistema político o económico. La libertad está en uno mismo. La libertad está en poder decir, como apuntó Orwell en 1984, novela que inspira claramente una parte de esta película, la libertad, digo, está en poder decir que dos más dos son cuatro.