Lógico que aparezcan "terroristas" musicales en una ciudad con tanto ruido que no deja pensar. Ruido ensordecedor.

Lógico que unos "freaks" se junten para llevar a cabo una serie de ataques acústicos en la ciudad.

Y lógico que esta película deba considerarse como comedia.

Siempre que se mira una película del bueno de Van Damme nunca solemos esperar nada magnífico, o incluso algo bueno. Pero para poder criticar una película debemos primero verla...y maldita sea la hora en que la puse.

Tiene todos los ingredientes para que los aspirantes a directores, actores y el largo etcétera de profesionales del cine la vean y sepan cómo NO HACER una película.

Los actores (Van Damme va a parte, siempre en su línea) parecen todos amateurs.
La gran mayoría de los planos dan bastante lástima.
El guión, como muchos de otras películas de este estilo (claro está es que hay poco que rascar).
Situaciones ridículas, diálogos muy simples y malos, etc.

Lo dicho, el productor de la película debería haber retrocedido ante este esperpento de película.