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Críticas de DéjenseVer
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Críticas 22
Críticas ordenadas por utilidad
8
3 de noviembre de 2018
13 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Lo mejor de la nueva serie de Netflix? Que no pretende más semejanzas que las justas con su predecesora, dándole más prioridad a la historia narrada en el cómic, y tomando un camino mucho más oscuro y adulto. A nosotros nos ha encantado.

En Las escalofriantes aventuras de Sabrina no encontraremos una serie familiar con aroma a sitcom como lo fue la protagonizada por Melissa Joan Hart, que inspiró a la chica de los noventa. Por el contrario, encontraremos buenos homenajes al género de terror como El Exorcista o Evil Dead, con unos capítulos muy bien llevados, cuyo nivel de disfrute aumentará según vayan retorciéndose más y más.

La principal diferencia respecto a la serie de los 90, además del tinte oscuro, es que el irónico y carismático Salem no habla. Esto causó muchísimo revuelo cuando se estrenó el tráiler, pero una vez visionada la temporada comprenderemos el motivo. Aunque en estos primeros capítulos notamos la ausencia del ácido humor del gato, debido a su importancia en la serie de los 90, durante el desarrollo de la trama nos aportan pequeñas pistas relacionadas con los poderes de Sabrina, que nos dan esperanzas para que en la segunda temporada el felino tenga su propia voz. En nuestra opinión, Salem se ha mantenido exactamente en su lugar: como ente protector de la bruja, velando por su seguridad. Nos ha gustado mucho todo lo que envuelve a estos animales de compañía, llamados “familiares”, que han resultado un recurso fantástico.

Zelda y Hilda, las tías de Sabrina, también muestran caracteres opuestos a la serie de los 90. Aquí regentan una funeraria que les sirve de sustento, comiendo carne humana de vez en cuando, y mostrándose mucho más retorcidas y malvadas, en especial Zelda, que le mete tanta caña a su hermana que nos da hasta pena.

Nos muestran una visión mucho más feminista, que si bien en algunos episodios nos resultó demasiado evidente y algo tosca, es necesaria dado el momento que estamos viviendo, así que Sabrina está decidida a destruir el patriarcado del Sumo Sacerdote, y como no, del propio Señor Oscuro, mientras hace malabares con su vida mortal y su aquelarre, perteneciente a la Iglesia de la Noche. Está más que dispuesta a luchar por su libertad, por su libre albedrío, y a hacerle frente a las injusticias de unas leyes ya obsoletas.

La igualdad de géneros que promueve la serie también se hace patente en el instituto mortal, donde presenciamos severos casos de bullying, contra los que Sabrina trata de buscar una solución viable y, sobre todo, definitiva. Nos hablará de diversidad, de empoderamiento femenino y de tolerancia, aspectos a la orden del día en nuestro contexto social.

Pasando ya a aspectos técnicos, sobra decir que nos parece una propuesta totalmente a la altura del panorama actual. Lo único que destacaríamos son los espantosos efectos de desenfoque que han utilizado para acentuar las escenas que se desarrollan en el “mundo mágico”. En los dos primeros episodios es insufrible, después parece que remite bastante y queda en un segundo plano, justo donde debe estar, ayudando a crear el ambiente lúgubre de Greendale.

En lo referente a personajes, la química entre Sabrina y Harvey es notable, hasta cierto punto adorable, pues nos hace rememorar esos amores de adolescencia, para momentos después deleitarnos con escenas en las que la sangre y los secretos satánicos toman el control. Por lo general, todas las actuaciones nos han parecido sólidas, y los perfiles de los personajes, bien trabajados.

Destacamos la figura de las Hermanas Fatídicas, y en concreto al personaje de Prudence, interpretado por Tati Gabrielle, a la que conocimos como Gaia en la serie Los 100.

Casi podemos decir que esta versión de Sabrina es una de las pocas adaptaciones de series y cine que se salva en los últimos años, donde la evidente sequía de ideas ha obligados a los equipos creativos a recurrir a remakes y reboots sin fin. Esto si es una nueva historia bien hecha, que guarda la esencia de la que todos recordamos con cariño, pero sentando nuevas bases y brillando por sí misma.

La Sabrina de los 90 era genial, única e irrepetible, y como tal, debe permanecer en el baúl de los recuerdos. En esta versión han elevado un poquito más el concepto de “serie”, tal y como viene siendo tendencia, mostrando una historia más madura, retorcida y sangrienta, que si bien no contentará a los más puristas, para nosotros ha resultado una temporada fabulosa. ¡Deseando el estreno de la segunda!

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Príncipe de los dragones (Serie de TV)
SerieAnimación
Estados Unidos2018
7.3
1,179
Aaron Ehasz (Creador), Justin Richmond (Creador) ...
8
14 de septiembre de 2018
13 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
El príncipe Dragón o Dragon Prince es la nueva propuesta de animación de Netflix, estrenada este viernes 14 de septiembre. ¡Una tarde nos ha durado! Sus 9 episodios de 25 minutos han sido como ver una de las versiones extendidas del Señor de Los Anillos. ¡Lo hemos pasado pipa!

Nuestro interés por esta serie radica principalmente en que su creador es Aarón Ehasz, el mismo que el de Avatar: La leyenda de Aang, sin duda una de nuestras series de animación favoritas. No podíamos perdernos esta nueva aventura, a pesar de que son historias totalmente independientes.

La estética bebe mucho de la épica medieval con toques modernos, seguro que encontrareis que los diseños de las razas y los ropajes tienen similitud con otros vistos en el mundo de los videojuegos, donde la fantasía medieval es de los géneros más aprovechados. Eso no quita para que el diseño de los personajes de Dragon Prince nos haya parecido de lo más atractivo, al igual que sus armas, sobre todo las de los elfos. La representación de la magia también está muy lograda, consiguiendo una buena armonía entre alquimia y fantasía.

No os dejéis engañar por los primeros 3 minutos del episodio piloto, nosotros empezamos a regañadientes y por pocos nos perdemos una de las mejores temporadas de animación que hemos visto este año. Primero la tipografía típica de ESDLA nos dio un tufillo a copia, y luego su técnica de animación, que mezcla estilo digital con 2D, pero con una tasa de FPS un poco inferior a lo que estamos acostumbrados, nos dio la impresión de un pseudo stop motion en los movimientos de los personajes.

Este recurso se utiliza normalmente para ahorrar presupuesto en la animación, aunque en este caso no es tan grave como en otros que hemos tenido el “placer” de ver, aquí está bien implementado, solo es cuestión de acostumbrarse, enseguida lo veréis de forma normal, y la historia merece muchísimo la pena.

La premisa es otra de las marcas de la casa de Ehasz, y nos referimos por supuesto, a la importancia de la magia elemental. Aquí tendremos 6 fuentes primigenias de poder: El sol, la luna, las estrellas, el cielo, el mar y la tierra. La séptima por supuesto es la magia oscura.

El primer episodio ya nos pone en situación: Un conflicto bélico separa a los humanos de las razas mágicas (elfos y dragones), que claman venganza por la muerte del rey de los dragones y su pequeño huevo, que algún día sería príncipe. Los humanos, en su infinita y conocida codicia, se retiran al oeste del continente creando cinco reinos, y dominando exclusivamente la magia oscura, aunque solo unos pocos son capaces de ello. Todo esto y algunos otros detalles los narrará una voz en off durante los primeros minutos del episodio, contándonos un eficaz resumen y dándonos una amplia perspectiva de lo que está por venir. Esto anula la presencia de un opening como tal en los capítulos posteriores, optando por un pequeño recordatorio de lo sucedido en el episodio anterior y una escena característica.

Los personajes nos han parecido carismáticos, tanto a nivel de diseño, como decíamos anteriormente, como a nivel de carácter. Vemos que desde un principio sus personalidades han estado muy bien definidas, solo nos queda ir descubriendo cómo irán evolucionando, porque de momento en esta primera temporada no nos han decepcionado. Tanto nos han gustado que no podríamos elegir un favorito de entre el grupo de protagonistas.
Rayla es una elfa de la luna, muy orgullosa de su gente, pero con ciertos principios morales que van en contra de sus creencias. Los príncipes Callum y Ezran son hermanastros, su madre ha fallecido y Callum es príncipe adoptivo, lo que le confiere ciertas muestras de desprecio y odio por parte de la corte. Del plantel de secundarios, destacamos la figura del Rey y a su mano derecha, así como a sus hijos. También hay una aparición estelar de una soldado que nos recordó a Brienne de Juego de Tronos, muy buen personaje.

El conflicto no deja de ser bastante típico: dos mundos, dos “razas” en guerra por un motivo que mucho tiene de malentendido, y nuestro trío no tendrá más remedio que tirarse de cabeza para intentar resolver al menos una parte, ayudando a ambas naciones. Enseguida comienza a establecerse una conexión entre ellos, fundamental cuando se emprende una misión tan peligrosa como la que ellos deciden iniciar.

Hay un contraste muy interesante en todo esto, y no es otro que la juventud de los personajes. Igual que pasaba con Aang, vemos que los niños llevan el peso de la historia, y que los adultos son en todo momento secundarios. Sin embargo, la atmósfera que se construye a su alrededor desde el primer momento es oscura y sombría, aportando el toque maduro. Eso si, no esperéis sangre porque no la hay, pero en nuestra opinión, no hace ninguna falta, han sabido lograr un buen equilibrio.

Si por algún casual estáis pensando que esta serie se parece un poco a (Des)encanto, la nueva propuesta de fantasía medieval de Matt Groening también estrenada en Netflix, sabed que las similitudes empiezan en la época en la que se desarrolla y en que una de las protagonistas tiene el pelo blanco, para de contar. Dos enfoques totalmente distintos de la magia, y aunque Dragon Prince tiene toques de humor, no es en absoluto uno de sus pilares fundamentales. Se centra en transmitir valores y vivir aventuras, como una buena historia de fantasía.
Tampoco os vamos a engañar, la trama se queda bastante abierta al final del noveno episodio, pero sin duda esperamos con ansias la siguiente temporada, porque El príncipe Dragón va camino de seguir la estela que dejó Avatar en nuestros corazones.

https://dejensever.es/review/el-principe-dragon
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7
19 de octubre de 2018
8 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
The Night come for Us trinfó en Sitges, y se estrena este fin de semana en el catálogo de Netflix. No podíamos perdérnosla sabiendo que encontraríamos en el reparto a nuestro querido Iko Uwais, al que seguimos la pista de cerca desde que nos dejó atónitos en The Raid y The Raid 2, de nuestras películas de artes marciales predilectas.

Los minutos introductorios de este largometraje son muy potentes, enseguida nos calan bien hondo, asentando los cimientos de todas y cada una de las hostias como panes que se reparten en las dos horas siguientes. Y tened claro que a los 5 minutos os faltarán dedos para contarlas.

La primera mitad de la película es puro gore, de hecho, nos abstenemos de recomendarla a quien no le guste este tipo de cine, porque los navajazos, cuchilladas, tiroteos y demás virguerías de arma blanca vienen acompañadas de originales amputaciones y soberbias coreografías donde perderemos la cuenta del número de extremidades que bailan en pantalla, dejándonos pasmados con el conjunto y provocando que sintiéramos en nuestras propias carnes cada golpe. Durante la segunda mitad nos permitirán ahondar un poco más en aspectos personales, que dan más importancia si cabe a lo que hemos visto anteriormente.

Pero The Night come for Us no solo se limita a hacer gala de una factura técnica destacable, sino que nos acribilla con un guion duro, feroz, con el que empatizaremos al 100% y que complementa de manera extraordinaria la violencia y el desmadre que aguarda tras cada puerta. Esto no quiere decir que sea un esquema novedoso, ni mucho menos, pues hablamos de alguien que lleva años escogiendo el mal camino y decide redimirse con un acto “heroico” que a su vez le pone en peligro mortal, pero la manera en la que han construido la historia, con tramas paralelas, mantiene el ritmo y la tensión en todo momento.

En Netflix tendremos la ocasión de disfrutar de ella en versión original subtitulada o hacerlo en español. Nosotros, contrariamente a lo que solemos hacer con este tipo de cine, la mantuvimos doblada a nuestro idioma, porque el indonesio no nos termina de convencer a la hora de escucharlo en versión original. Encontrareis voces conocidas entre los actores de doblaje, en nuestra opinión aguanta bastante bien el tipo, y desde luego ameniza mucho los diálogos que se suceden en medio de las peleas. Además, han decidido dejar subtituladas pequeñas líneas de guion en inglés y francés, como segundos idiomas.

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9
23 de diciembre de 2018
11 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
Escribir esta crítica no ha sido fácil, porque la película ha sido una auténtica pasada, una maravilla del séptimo arte tan divertida y completa, que apenas encontramos palabras para describirla. Tenéis que verla.

Vamos a empezar por el principio: La animación. A lo mejor os habéis dado cuenta por el tráiler, pero Spider-Man: Un nuevo universo utiliza una técnica que se está poniendo bastante de moda hoy en día, nos referimos a la animación que simula un ligero stop motion digital, que presenta menos frames de lo normal. La vimos hace poquito en la serie de El Príncipe Dragón, y en alguna que otra propuesta más. Durante los primeros minutos puede ser un poco chocante, pero una vez se nos acostumbra la vista, le otorga al conjunto una originalidad y una diferenciación brutal. En este caso no podía resultarnos más apropiada, al tratarse de la adaptación de un cómic.

Han conseguido, ahora sí, la auténtica sensación de un cómic en movimiento. El apartado gráfico que acompaña a la animación es una auténtica delicia, refuerza las escenas con fondos tramados, bocadillos, onomatopeyas y composición de viñetas, metiéndonos de lleno en la historia y logrando que seamos uno con este particular grupo de “Spider-personas”, tal como lo llaman en Nueva York.

La trama, por su parte, está tratada de una forma muy inteligente. Ellos mismos se han dado cuenta de lo cansina qua resulta ya para los espectadores la historia de los orígenes del hombre araña, y así, con esas palabras nos lo hacen saber: “No os voy a contar otra vez lo mismo”, así que se aseguran de que ese origen quede claro en una rápida sucesión de escenas, para pasar al meollo de la cuestión lo más pronto posible. ¡Y vaya meollo!

Para esta ocasión, han creado una historia para el personaje de Miles Morales, que hasta el día de hoy, seguía sin tener adaptación propia a la gran pantalla. Nos ha parecido un personaje muy rico y bien trabajado, que no necesita escuchar de nuevo eso de “Un gran poder conlleva una gran responsabilidad”. Es un buen chico, comete errores, pero también es capaz de aprender de ellos y transformarlos en actos heroicos. Sus momentos cotidianos son tan cercanos que empatizaremos con él al instante, y podremos comprender muy de cerca cómo va interiorizando a Spider-man, hasta culminar en una escena final que pone los pelos de punta.

El humor, marca de la casa. Al contrario que nos pasó horas después en Aquaman, donde los golpes de humor nos parecieron casi vergonzosos, en Spider-Man: Un nuevo universo nos reímos a carcajadas. Las adaptaciones de Marvel, en general, saben llevar muy bien este tipo de tramas, donde entrelazan una historia compleja con golpes cómicos inesperados, que casan muy bien con la situación que está sucediendo en pantalla, sin resultar forzado en ningún momento.

En cuanto a los personajes: Brillantes, todos ellos. Cada uno ocupa el lugar que le corresponde, aportando su granito de arena a la historia general, y construyendo un universo propio con sus dos o tres primeras líneas de diálogo. Influyen en Miles de diferentes formas, para ayudarle a ese crecimiento acelerado como Spider-Man al que debe someterse. No podríamos destacar ninguno concreto, aunque si es cierto que los tres primeros compañeros tienen algo más de peso que los tres que aparecen en segundo lugar, y la tía May de esta adaptación es inolvidable.

Y ya por último, el culmen, la culpable de que vibráramos a cada segundo y de que quisiéramos entrar a la sala de nuevo una vez terminaron los créditos: una banda sonora sobresaliente. Perfectamente implementada, con carácter y movidita, muy de la calle. Sin duda, uno (otro) de los grandes aciertos de esta cinta.

Solo hubo dos pequeños detalles que no nos gustaron, por ponerle algún “pero”. El primero es el recurso de desenfoque exagerado en las esquinas de la pantalla, tal y como ya vimos en la reciente adaptación de Netflix de Las escalofriantes aventuras de Sabrina, que no tiene mucho sentido tratándose de animación, y que en ocasiones llegaba a molestar, pues no nos permitía disfrutar del todo del magnífico arte de Spider-Man: Un nuevo universo. Y la segunda, el acento latino exagerado de la madre de Miles, se nos antojó fuera de lugar, no resultaba natural, sino una imitación forzada, algo un poco más comedido hubiera dejado clara la procedencia de la familia sin resaltar de tal manera.

En nuestra opinión, la mejor adaptación de Spider-man llevada a la gran pantalla. Agradecemos poder disfrutar de una historia nueva sin tener que modificar los orígenes de Peter. Deseando ya el estreno de la segunda parte, que se encuentra ya en marcha. Mientras tanto… ¡seguro que repetimos con ésta! Creemos que abre una puerta a nuevas adaptaciones de otros personajes de Marvel a este formato, algo que daría muchísimo juego y sin duda, supondría algo grande.

¡Ah, y no os levantéis de la butaca, que hay postcréditos!

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SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
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9
19 de octubre de 2018
6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si creíamos que nos íbamos a topar con la típica serie de terror comercial ¡estábamos muy equivocados! A esta casa hay que entenderla, hay que esforzarse por comprender sus paredes, su suelo firme y su puerta roja, que tantos secretos esconde.

Estos 10 capítulos no nos cuentan una historia de terror al uso. No es una casa encantada como otra cualquiera, es una casa hambrienta y hostil, pero con una historia tan afligida que nos llevará al borde de la locura, jugará con nosotros y con el tiempo, y nos pondrá los pelos de punta en su capítulo final.

Nos narran un drama familiar muy profundo, una agonía vivida por los 7 miembros de una familia muy, muy especial. Al principio nos engañan, nos asustan con la mujer del cuello torcido, con las voces, los pasos y los portazos. Pero no dejéis que esa superficialidad os impida ver más allá. Es cierto que los primeros cuatro episodios son inquietantes, aunque la trama se desarrolla a fuego lento nos morimos por ver cómo continúa, qué será de los Craine. Pero es que el quinto capítulo es indescriptible. El culmen de nuestras teorías, el punto de inflexión, donde ya todo dejará de ser incierto para mostrarse tal y como es. Hill House en estado puro.

Lo que más nos ha gustado de esta serie es que nos va soltando pequeñas partes de un todo, que irán tomando forma a lo largo de los episodios. Escenas que parecen inconexas y sin sentido de repente tienen todo el sentido del mundo, con diferentes puntos de vista y distintas perspectivas. Poco a poco iremos completando el lienzo, sorprendiéndonos de nuestra propia perspicacia. Eso si, recomendamos verla bastante de seguido, porque está plagada de detalles y matices, que corren el riesgo de irse por el desagüe de nuestra memoria si la dejamos aparcada durante varios días.

Los diálogos, por su parte, son impresionantes. Nos regalarán frases que sin duda os harán poner pausa para apuntarlas en la servilleta que tengáis más cerca. Saca nuestros miedos a flote, nos habla de definiciones tan profundas para el ser humano como la propia existencia. “Un fantasma no es más que un deseo…” Así que cuando no sepáis muy bien por dónde va a seguir la historia, escuchad al piano, escuchad al reloj. Están tristes, pero no tienen miedo.

Mike Flanagan ya nos ha sorprendido en otras ocasiones, como en Oculus o en El juego de Gerald, pero en nuestra opinión, en esta ocasión se ha lucido, superando todas nuestras expectativas. El elenco escogido es espectacular, tanto el reparto infantil como el adulto, aunque debemos hacer mención especial a Carla Giugino como Olivia Crane. Sublime.

El reparto está tan bien escogido que parece una familia real, en algunos momentos confundíamos a las hermanas por su parecido físico.

Nos ha parecido una verdadera obra de arte. Una historia bien contada, con todos los elementos de un drama familiar, aderezado con tintes de terror. Muy recomendable, incluso nos atrevemos a recomendarla a los más miedosos, porque una vez comprendan Hill House, no tendrán miedo.

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