Un principio prometedor que encadena de forma lógica con la primera parte de la saga deja paso a un desarrollo q cumple con su función (meter sustos) para, poco a poco, ir deslizándose sin remedio por un montón de clichés y de situaciones prestadas de otros films hasta llegar a un final precipitado y chapucero.

Le falta frescura y, aunque busca no repetir la fórmula de la primera parte, esto es inevitable. Lo sobrenatural se apodera del guión convirtiendo lo que podría ser una solvente película de acción trepidante con zombies muy cabreados en una mala secuela de "El exorcista" (eso sí, con cámara al hombre).

Para pasar el rato dando algún salto en el sofá y viendo algún tiroteo bien ejecutado, vale. Ahora, si se busca una película de terror en condiciones, mejor buscar en otro lado. Le cae un 4 porque la acción sigue estando bien cuidada y la ambientación agobiante contribuye a q la película no parezca más bien una reunión de vecinos mal avenidos.

"Argo" narra una historia sencilla de manera ágil, sin decaer y manteniendo una tensión creciente que alcanza el clímax de manera clásica y elegante. Se trata de una película de buena factura, con una cuidada ambientación y con un uso sobresaliente de la cámara en mano. Este recurso, junto a la fotografía, nos hacen pensar por momentos que estamos viendo realmente una película de finales de los 70. Affleck consigue crear un buen equilibrio entre los momentos más cómicos (los preparativos en Hollywood) y aquellos más realistas y agobiantes.

Como punto negativo, los personajes están poco trabajados, incluido el de Affleck (cosa que, por otra parte, juega a su favor dadas sus limitaciones como actor). Quizás una trama un poco más compleja habría dado para más alegrías en este aspecto.

Historia interesante que por momentos flojea y pierde un poco el rumbo, con digresiones que no vienen demasiado a cuento. Es lo que pasa cuando se quieren tocar demasiados palos a la vez (de ahí, el título de esta crítica): a la trama principal de la investigación de un crimen por parte de dos periodistas (representantes de un nuevo periodismo comprometido al estilo de "Todos los hombres del presidente"), se unen la del amor de Zac Efron por una mujer mucho mayor que él (Nicole Kidman), la de la tórrida y malsana fijación de ella por un reo, la crítica al racismo y al atraso de los estados sureños, la homosexualidad a principios de los 70...
Buenas interpretaciones de Zac Efron, Nicole Kidman y John Cusack, no tanto de Matthew McConaughey, que aparece un tanto excesivo. En su afán por no dejar indiferente en su retrato del sur profundo, realiza una ambientación cruda y realista de la que sobran un par de escenas truculentas y escatológicas.

Dos triángulos amorosos, una boda prematura, el regreso del hijo pródigo, la inminente pérdida de una figura de referencia... son algunas de las tramas que se desarrollan en el marco de la final del Mundial de Fútbol de Sudáfrica 2010, el cual sirve como excusa para realizar algunas similitudes entre la situación personal de los protagonistas y el balompié patrio.
La cinta cuenta con un argumento original, unas interpretaciones bien trabajadas, recursos visuales originales (los carteles que "flotan" sobre las ubicaciones geográficas) y una manera novedosa de narrar ciertas situaciones. Como contrapartida, el montaje a veces parece un poco cargante y amontonado, aparecen ciertos clichés y sobran algunos momentos excesivamente lacrimógenos (o directamente ñoños).
De cualquier forma, una película entretenida y agradable de ver, que no promete más de lo que da. Y eso es importante.

Inteligentísima crítica al periodismo sensacionalista y sin escrúpulos, al oportunismo político, a la histeria colectiva ante los activistas de izquierda en los últimos años de la década de 1920 y a las ridiculeces propias del psicoanálisis.

LO MEJOR: Impresionantes interpretaciones, brillantes diálogos y un guión genial. Ambientación más que correcta.

LO PEOR: Algunos comentarios que pueden llegar a herir alguna sensibilidad actual (por considerarlos homófobos, aunque hay que ver la película en su contexto histórico) y que no le dieran un mayor protagonismo a Susan Sarandon, que está algo desaprovechada.