VIDAS REBELDES (1961) de John Huston es un trozo de vida, una vida con unos solitarios e inadaptados personajes, personajes que no encajan dentro de una sociedad, como piezas de un puzzle imposible de terminar que coinciden en el mismo espacio y tiempo consiguiendo por un momento todo aquello que anhelan y que jamás antes tuvieron, llegando incluso a rozar la felicidad aunque la realidad los vuelva a poner en su sitio. Una ingenua y desencantada divorciada que da vida una extremadamente bella Marilyn Monroe en uno de sus mejores papeles llegando a ser el ultimo de su carrera al igual que el vaquero venido a menos interpretado por un Clark Gable ya demacrado y que moriría días después del rodaje dándonos una de sus mas portentosas composiciones, a ellos se les une el joven vaquero falto de emociones, viviendo siempre al limite y con esa inigualable mirada perdida en el horizonte, nadie mejor que Monty Clift para tal propósito, Arthur Miller, esposo de Marilyn sabia muy bien lo que estaba escribiendo y si por esto no fuera suficiente, se les unen dos secundarios de lujo, Eli Wallach ("El Feo"), un sin suerte siempre a remolque del triunfador y una vivaracha solterona, Thelma Ritter ("La ventana indiscreta), acompañado de una poderosa dirección del maestro Huston y una espectacular fotografía e hipnótica banda sonora de North hacen de este film algo único, una obra excepcional, una cinta para enmarcar y que solo muy pocos sabrán disfrutar...

En el ultimo trabajo de los Wachowsky, responsables de “Matrix”, te proponen una receta cinematográfica para todo aquel que disfrute con el cine, así que tomen nota: Pon en un mismo film algo de “Waterwolrd” y “Prometheus”, después algo de “El 5º Elemento” con un poco pero que muy poco de “Blade Runner”, alguna pincelada retro de “Zodiac” y un bastante de “Master & Commander” con algo de “Amistad” de por medio, dale un toque british al estilo “Retorno a Brideshead” y unas notas de “Cocoon” y “Alguien voló sobre el nido del cuco” para luego llenarlo todo de latex hasta el punto de creerte que estas viendo “Austin Powers 3”, mézclalo todo con un montaje bastante aceptable y creíble y olvídate de los efectos especiales que tan famoso te han hecho y conseguirás…....NADA. Con lo “fácil” que es hacer un “Short Cuts” para que complicarse la vida, pero claro son los Wachowsky, o lo que queda de ellos.

Película generacional más que correcta con cierto tono Indie y que escapa de todo cliché o convencionalismo previamente visto en infinidad de películas de su estilo, gracias a un sólido guión y una moderada dirección apoyada en una especial interpretación de uno de sus protagonistas en concreto que justamente o más bien injustamente es el que menos menciones ha recibido, hacen de esta cinta algo especial y necesario en el panorama cinematográfico plagado de aletargados chupasangres y anabolizados licántropos.

Quizá los títulos de la saga de Nolan sean proféticos: En “Batman Begins”, como en todo comienzo, vemos un Hombre Murciélago tímido, flojo y descolocado, en “El Caballero Oscuro” tenemos un Batman tan oscurecido que apenas se ve, sin embargo, en “La Leyenda Renace” nos encontramos precisamente eso, por fin el Mito nace de una vez por todas, él y solo él es el autentico protagonista y realmente el superhéroe que todos esperamos ver, envuelto todo en un halo de nostalgia y añoranza, coge tanta fuerza que su ascenso es imparable y se consigue todo aquello que hasta ahora su director había estando elaborando con las entregas que le preceden. Un villano a la altura, tomando el protagonismo justo y aterrorizando que es su única función, al más puro estilo Darth Vader, aunque las comparaciones son bastante odiosas, junto con la magnifica introducción de 2 personajes que son claves en el cómic, como son su "alter ego" y ayudante Robin y su atrayente y difícil relación con una Catwoman impecable, un guión mucho mas sólido y sin fisuras y una BSO infinitamente mejor hacen de esta la mejor película y definitiva, tanto que su largo metraje apenas consigue ser un lastre, las 2 horas y media de duración, parecen tan solo una. Por fin Nolan esta a la altura y firma este cierre de la trilogía fiel heredera de su antecesora “Origen” dejando a Batman en el sitio que realmente le corresponde.

Una poderosa y tormentosa historia de amor que adolece de un carácter teatral excesivo derivado de su precedente literario pero que resulta bastante atractivo y que permite a Weisz realizar una de las interpretaciones más complejas del año, calmada y contenida a la vez que apasionada, ella sola sostiene el interés por esta historia a tres bandas que irremediablemente recuerda a la más actual “El Fin del Romance” o la más clásica “Breve Encuentro”, todas ellas dentro del más puro estilo “british” que la hace todavía más atractiva , si cabe, por si la propia Weisz no fuera suficiente, que en este caso lo es.