Si llegas a esta serie sin conocer los libros, te estás perdiendo unas novelas llenas de historia, intriga y amor y pasión a raudales.Escritas en los años 90 hasta la actualidad los personajes de Jamie, Claire y Jack Randall son el triángulo amoroso perfecto, sin caer en convencionalismos.
Sobre la serie, como lectora de la saga Outlander/Forastera, me parece una adaptación muy digna, aunque hay algunas licencias que supongo serán para captar al público televisivo.
La producción se ve cuidada al máximo y el reparto muy acertado -no sabía que Tobias Menzies tenía esa voz tan sugerente-. Sam Heughan se defiende bastente bien en un papel complicado por ser un personaje imaginado por muchas lectoras en el mundo.

En mi afán de no ser un inculta del cine clásico estoy descubriendo películas e intérpretes sorprendentes y extraordinarios, y esta película es un claro ejemplo del cine, con mayúsculas.
La trama es como el camino a Manderley sinuoso, con curvas que no te dejan ver la continuación del camino; las interpretaciones son extraordinarias por lo que trasmiten, por su intensidad; por la belleza de la Fontaine y su ingenuidad; por la clase y elegancia de Olivier; por la inquietante presencia de Anderson.
Especialmente me gusta la escena en que le sussurra a Fontaine con la ventana abierta, quiza de las escenas más aterradoras, y cuando se descubre la verdad en el cottage de Rebecca.
Una impresionante y desasosegadora historia de amor/odio.

Película basada en el libro de Tatiana Rosnay, "Elle s'appelle Sarah" a mi me ha noqueado y puesto el corazón en un puño.

Un reciente viaje a Cracovia y Auswitch-Birkebau me lleva a imaginar que habría hecho yo si hubiera vivido en esa época y en paises que vivieron de cerca la IIGM.
No soy judia, me considero católica y una persona buena.¿Me habría desentendido del sufrimiento al que fueron sometidos los judios en toda Europa?,¿habria intentado ayudarles o hubiese hecho leña del árbol caido?.

Para mi, una buena película en cartelera, lo que actualmente es milagroso; a destacar, la historia en sí, tanto la pasada como la actual; la grandísima Kristín Scott thomas y las dos actrices que encarnan el personaje de Sarah (la joven creo recordar que no tiene diálogo alguno pero te transmite con la mirada y su expresión corporal el peso que lleva en su alma).

Es una película muy triste pero que sin duda recomiendo, para recapacitar qué haríamos nosotros frente a las difíciles decisiones que se plantean en la película.

La historia está rodada y contada de manera sencilla y se entrelazan las dos historias, para mi, a la perfeccción, aunque inevitablementemente tiene mayor peso dramático la del pasado.

De partida tengo que decir que siempre me han gustado las series de abogados.
"The good wife" tenía el aliciente de la familia Florrick, el gran Eli Gold (solo echo de menos este gran personaje que también se merecía un spin -off) y los intrigas políticas.
Pero Diane Lockhart siempre fue uno de mis personajes favoritos. Como el ave fenix debe resurgir de sus cenizas y tirara "pa'lante" porque no le queda otra.
Esta abogada de raza, mujer trabajadora y una gran estratega, se sigue moviendo como pez en el agua en este nuevo bufete, donde también hay luchas de poder y vemos como la ley se retuerce hasta límites insospechados para que ganen "los buenos".
La nueva trama del fondo Rindell es interesante y Maia es la pupila perfecta para Diane, junto con Lucca Quin, abogada joven y ambiciosa, lista y bellísima que tienen mucho que aportar.
Hago la croqueta también viendo a Marissa, los jueces de siempre, los nuevos y prometedores fiscales, agentes del FBI y los nuevos personajes que nos hacen descubrir el día a día de un bufete afroamericano, con todo lo que ello implica en EEUU.
Espero poder seguir disfrutando de esta magnífica serie, con estupendos actores y con temas muy actuales como las políticas de Trump, los fondos de inversión, los bitcoins, el terrorismo, la brutalidad policial.
Tras terminar esta primera temporada no echo de menos a Alicia, y solo un poquito a Eli.
Larga vida a Diane Lockhart.

En mi videoteca bastante tiempo con su plástico nuevecito y sin estrenar. Llegó este finde y me dije: "Es el momento de ver a Barbra esa mujer con una belleza poco común pero con unos ovarios como el caballo de Espartero". Ella se lo guisa ella se lo come en esta hermosa película, protagonizando, cantando, sufriendo, enamorándose y dejándonos una preciosa banda sonora para la historia del cine musical, integrada perfectamente en la historia, como debe ser un musical- como el caso de West Side Story que también vi este finde.

Una historia curiosa por el reducido mundo que cuenta, preciosa por la valentía de su personaje, y su afán de aprender y cumplir su sueño, naif por las historias de amor que cuenta, la de Hassa, la Aviddorg, la de Yentl.

Es tan cándida cuando canta "The way he makes me feel", vamos, para el contexto de la sociedad actual me ha parecido casi infantil, pensemos que el finde que viene estrenan "50 sombras de Grey", en la antítesis de esta historia y de lo que ocurre ahora. Si no te abres de piernas en la primera cita eres una monja clarisa, o si no eres un hombre dominante que empotres a tu pareja eres un monje cartujo (sé que es una exageración, pero analicemos fríamente lo que nos vende la sociedad actual, la tele actual, el cine, cierto tipo de literatura). Dejo el tema que me voy por los cerros de Ubeda.

Retomo la peli; Oh, señores y señoras, aquí llega el momento de sentir mariposas en el estomago al reconocer al gran Mandy Patinkin, el Saul de Homeland, como un joven mozo lleno de atractivo, enamorado de pies a cabeza de una bella mujer que representa todo lo que el desea.Pero al mismo tiempo no puede evitar tener a Yentl cerca, discutir con "él/ella", cederle a su amada para formar un extraño triangulo amoroso. Madree del amor hermosoooo, esa escena del rio....a la imaginación.
Y cuando le susurra en el oido palabras del Talmut para saber tratar a una esposa...muy muy sugerente, respetuoso y la base de un buen matrimonio.

En resumen, una historia de superación personal, una historia de amor preciosa con la gran Barbra, con Mandy Patinkin tan adorablemente masculino, joven bello e irresistible. Yo también me hubiera enamorado irresistiblemente.

Un gran musical. Un 8