En principio, pensada para relanzar la ya por aquel entonces mortecina carrera de Travolta y de paso, concretar la de Curtis. Sin embargo, viniendo firmada y dirigida por el interesante Bridges ("El síndrome de China") no podía ser nada más que eso. Y efectivamente, no lo es.

El italoamericano está vez es un periodista de la 'Rolling Stone' que tiene un artículo entre manos sobre un millonario que está acusado de narcotráfico, a la vez que intenta entrevistar un famoso escritor que vive en Marruecos. Sin embargo, los directivos de la revista quiere que cubra el fenómeno de la proliferación de clubs de aerobic. Acepta obligado este último encargo sin desatender los otros. Asi, mientras la monitora (Jamie Lee Curtis) le hace sudar tinta, será justamente la tinta de su 'Underwood' la que haga que los tres asuntos le salpiquen de lleno.

Con cierto aire de telefilm pero con una historia que no está nada mal, el film fue un fracaso en todo el mundo que hundió todavia más la carrera de su protagonista. Sin embargo, fue su valedor en "Pulp Fiction" Tarantino, quien incluyó este largometraje en la literalmente famosa "Lista no oficiosa de las películas más cojonudas de todos los tiempos". Así que si lo dice el cinéfilo Quentin, quien soy yo para desmentirle. Merece un visionado.

Debido a su reciente pase por un canal de televisión, pude descubrir esta conseguida comedia que, a parte de tener su propio valor cinematográfico lo tiene aún más como documento sociológico, puesto que retrata esa clase media española de mitad de los 70 que intentaba evolucionar segun los tiempos.
La historia de cinco oficinistas de una empresa de seguros que al ser absorbida por una multinacional americana ( Bruster & Bruster Company ) se ven aleccionados y obligados a cambiar cada uno de los muchos aspectos de sus respectivas vidas.

En realidad, se trata de una farsa un poco exagerada pero veraz sobre esa dificultad que tenía el trabajador de adaptarse a un nuevo sistema de mercado laboral distinto y exigente (la mencionada multinacional), en donde será capaz de conseguir una vida llena de comodidades y enseres pero que perderá lo más importante en ese camino (spolier).

Representativa de lo que se llegó a conocer como la "Tercera Vía" del cine español, aqui están practicamente todos su componentes tanto artísticos como técnicos, (principalmente su productor y director).
Con un estupendo reparto, en el que todos están bastante bien, las escenas más cómicas son aquellas en las que se confrontan la mentalidad española y la estadounidense.

Recomendable su visionado, aunque sólo sea una vez.

El penúltimo trabajo del irregular pero interesante Stuart Rosenberg está rodado a mediados de los 80 pero su inspiración es mas bien de corte clásico. Narra los avatares de dos chulescos italoamericanos, que les une lazos consanguineos (lejanos) y que en su desesperado intento de salir adelante se topan nada más ni nada menos que con la Mafia.

Con un título español francamente ridículo, la película se mueve comodamente entre la comedia, el drama y el thriller en un TONO bastante conseguido. Equilibrando todas sus propuestas. Tiene escenas bastante divertidas y otras más convencionales pero manteniendo siempre el interés e incluso el suspense, sobre todo en su parte final (spolier).
Con un equipo artístico francamente bueno, en el que cada actor se ajusta perfectamente a su personaje, Destaca la labor de una dura Geraldine Page en un breve papel y principalmente, de Eric Roberts, (en su mejor momento, un año después vendría "El tren del infierno") que hace un divertido trabajo (para mí, hace creíble un personaje de esas características).

Con buena fotografía de John Bayle y acertada música de Dave Grusin, la película se abre y se cierra con el estupendo tema "Summer wind" de Frank Sinatra. Para disfrutar.

Gary Sinise, ese actor talentoso de rostro peculiar, firmó antes de su interesante adaptación de Steinbeck "De ratones y hombres", otro drama rural que tiene ciertas conexiones con aquél.

Se trata otra vez de las desventuras de dos hombres en un ambiente rural, ciertamente depresivo, que les acecha y les obliga a tomar decisiones y actuar a contracorriente. Ésta, ambientada ya en la época moderna, cuenta la historia de dos hermanos que heredan una granja ( en otros tiempos, una de las más prósperas de Iowa), llena de deudas tras sufrir un accidente natural. Y antes de que los directivos de un banco se queden con ella, deciden quemarla y pasarse al otro lado de la ley.

Richard Gere interpreta al hermano mayor Frank y Kevin Anderson al pequeño Terry. Ambos están bien en sus papeles. GERE, nunca ha sido santo de mi devoción, pero no es ese actor tan infravalorado que la gente cree. Es cierto que es bastante limitado pero cuando está bien dirigido y con un personaje al que aferrarse resulta conviciente, aquí lo está como el hermano más impulsivo y violento. También están el sóbrio Brian Dennedy en un breve papel haciendo de padre y las atractivas Penelope Ann Miller y Helen Hunt ( jovencísima aquí y que coincidirá mucho más adelante con Gere en otros proyectos).

En definitiva, una especie de "road movie" de espiritú crítico bastante desconocida que se ve con agrado, sin ser ninguna obra mayor.

Producida en parte por la Walt Disney (de ahí su matiz familiar) y con cierto aire televisivo, se presentó este policíaco que la crítica rapidamente tildó de soso y de muy conservador. Fernando Morales de El País tampoco se queda atrás.

Esta historia de un policia y su mujer que deciden hacerse cargo de las hijas de un compañero abatido en acto de servicio me resulta, como mínimo, entretenida. Es de esas pelis que antes ponían después de comer y que ahora se echan en falta. La pareja formada por MIchael Keaton y Rene Russo cae bien y tienen su química y las niñas estan creíbles (son muy simpáticas y no las típicas sabioncillas de las pelis americanas). Además, el dilema moral que se le presenta al protagonista, que no puede hacer frente económicamente a la nueva responsabilidad, está bien planteado. La agradable música del ex-Chicago David Foster hace el resto.

En definitiva, un pasatiempo muy de agradecer.