Ante todo, me ha desilusionado bastante después de obtener tanta premiación: parece que en 2016 hubo escasez de grandes filmes. Como bien han dicho otros críticos, se trata de una historia similar a otras muchas veces vistas en clásicos musicales y no musicales, hechas en la era dorada de Hollywood. Y precisamente creo que la peli trata sobre todo de eso, de un homenaje a esa época y a la ciudad de Los Angeles. Lo prueban es fotografía un tanto amarillenta, el estilo atemporal de la ambientación y vestuario, y por supuesto el argumento, como quedó dicho.

Lo que la ennoblece es la enorme calidad de los rubros técnicos y artísticos, comenzando por los protagonistas, actores de "bajo perfil" ambos. Y siguiendo por ciertas formidables logros de dirección como el inicial plano secuencia sobre la autopista. También es notable cómo se muestra esa particular ciudad que es LA - por eso La La Land, que juega con el apodo de la ciudad y con la música.

Pero a pesar de todo, a mí no logró conquistarme, no sé qué le falta. Quizás alguna escena culminante que conmueva. No la hay.

Dicen que menos es más, y esto precisamente es lo más valorable de este film. Casi no se va por las ramas, salvo para recordar algún episodio del pasado o algún detalle de la incipiente "fama de hèroe" del protagonista. Y a pesar de reiterar el momento clave del accidente, lo hace siempre con interesantes variaciones. (Ver spoiler)

Sobriedad en todo: las actuaciones nada desbordadas - a eso ayuda el estilo interpretativo de Tom Hanks -, el ahorro de épicas rimbombantes, la emoción que produce casi sin quererlo y los discretos efectos especiales. Y se agradece la ausencia de moralina y obviedades a que nos tienen acostumbrados esos filmes "políticamente correctos" y por eso mismo mortalmente aburridos, para mi gusto. Al contrario, en ningún momento deja de interesarnos esta historia breve a la que casi no se la ha condimentado, y como se dijo, en eso consiste su gran virtud.

Todo tan justito y sencillo, que casi no parece una gran película, pero lo es. Avizoro que será candidata segura para el Oscar en los rubros película, dirección, guión, actor protagónico y edición.

¿Qué podré decir de esta magistral película que ya no se haya dicho? Me he sentido muy idenficada, tanto que cuando la ví tenía la misma edad del personaje de Blethyn. Y me ha emocionado muchísimo, como a tantos otros, a una edad en que ya no avergüenza llorar, como cuando se es joven. Sólo le pude encontrar un defecto, quizá de casting: la actriz que interpreta a la hija debió tener un tipo más de mulata, realmente uno no imagina que tenga nada que ver con la madre. Y es importante el naturalismo en este tipo de filmes. Pero esta peli es tan buena... que bien le podemos perdonar este lunarcito.

Anteriormente hice un comentario sobre la genial "Feos, sucios y malos" (en España y este sitio "Brutos, feos y malos") donde reparaba en que Esperando la carroza está bastante inspirada en esa comedia de Ettore Scola. Ampliando el concepto, he aquí el sucinto análisis del parecido encontrado. En primer término, ambos filmes ostentan un tono grotesco muy similar, basado en miserias de las clases pobres y la la consabida crítica costumbrista. Luego, los dos son corales, sobre todo "Esperando", o sea que todos los numerosos personajes tienen su lugar destacado. Los personajes conforman, casi todos, una familia. Finalmente, en las dos películas hay una "Abuela" interpretada por un actor. Y por si fuera poco, las dos son muy logradas y atrapan por sus incontables detalles desternillantes. Ya no está Doria para decirlo, pero sería bueno que alguno de los participantes del film contara si se tuvo en mente la comedia italiana durante la realización, o previamente.

INada se puede decir que no se haya dicho de este film en otras críticas favorables. Quizá aporte algo decir que, además de centrarse en el mundo íntimo femenino con cierta complicidad entre ama y criada, también hace alusión a los contrastes de mundos diferentes. Arriba la mansión, abajo el mundillo que frecuenta Cleo.,con sus contrastes y, a veces, interacciones.
Asimismo se notan influencias en Cuarón, recuerda por momentos el Buñuel mexicano, a veces el cine japonés clásico. Y algo del neorrealismo italiano, desde luego. Cabe destacar en el formidable trabajo de dirección las reconstrucciones de época en exteriores y el particular uso del sonido, que entremezcla diálogos banales con el ruido ambiente pero los hace claramente audibles cuando lo que se dice es importante para el espectador.
Por último remarco que cierta escena clave resulta estremecedora en su naturalismo, y ella sola vale la visión del filme.