La música de Thomas Newman, la fotografía del propio Soderbergh, que en los créditos figura como Peter Andrews, las interpretaciones de Clooney y Blanchett, la historia basada en la novela de Joseph Kanon son francamente fascinantes.

Extrema ironía (sigo en el spoiler)

Es posible que la propuesta dramática esbozada por Falardeau quede en mero bosquejo, no termina de profundizar y agotar todas las posibilidades.

Particularmente, las escenas protagonizadas por los niños más afectados por el trauma fueron las que me resultaron más gratificantes.

La interpretación de Fellag me parece correcta, sin llegar al epílogo ideal.

Alegórica y conmovedora historia, por momentos desconcertante, de este singular cineasta galo, en la que, a modo de déjà vu de la genial obra de Dante, asistimos a un descenso a los infiernos en "La ciudad de la Luz".

Los personajes principales se redimen a sí mismos y a su partenaire como guías ciegos. Magistral interpretación de Juliette Binoche.

La ciudad de París, con sus claroscuros encarna tanto a Virgilio como a Beatrice. Brillante en algunas escenas la música, que no responde a una autoría concreta al parecer

Contemplar el universo onírico de Buñuel dentro de ese peculiar ambiente parnasiano que lo envuelve puede resultar desde el punto de vista estético y moral incómodo. Coincido con vosotros en que no parece apropiado buscar el significado de todas esas alegorías, aunque lo haya, puesto que se trata del intrincado laberinto de los sueños. Me da la sensación de que, salvo determinados matices, la crítica a cada película de Buñuel podría ser prácticamente la misma. No puede dudarse de su maestría, pero lo que ves en ese espejo es un tanto turbio.
Veréis, para mí las películas de Buñuel surten el efecto contrario a las de C. Theodor Dreyer. Es como si tuvieras que leer "El tratado de la desesperación" de Kirkegaard a desgana.

El título, el personaje, la trama hacían presagiar que se trataría de un drama realmente interesante, inolvidable. Es uno de esos casos en los que, a los diez minutos (y soy muy generoso) te planteas tirarle las cotufas (palomitas) al acomodador. El director se deleita en una especie de comedia dramática con tintes socarrones y surrealistas que más bien semejan una burda parodia. Una especie de "german movie" de la vida de von Humboldt.
Mi capacidad de estoicismo (o masoquismo) me mantuvo en vilo hasta la escena de la mano en el amazonas, después, para más señas, de lo de anguila eléctrica. Lo cierto es que la primera escena del gato del Dalai Lama ya pone, sobreaviso, al espectador.
Evidentemente, caben otras lecturas (hay quien ha puntuado relativamente de forma alta el film). Quizás, si somos capaces de realizar una lectura simbólica, obviando las formas, nuestra vara de medir (no ya el mundo) este film sería más amable. De las peores películas que he visto en mi vida. Siento decirlo tal cual.