Poco ofrece, se diluye en algo que no entendemos porque en ningún momento se ajustó el foco hacia algún lugar donde encontrar ese punto de inflexión que cualquier relato cinematográfico, necesita.

Está bien interpretada, pero al fallar su guion, no puede salvarse. El cine argentino suele gustarme, porque frecuentemente ofrecer historias interesantes y sus actores, por lo general, resultan brillantes.

No la puntuaré muy baja. Aunque tampoco podría aprobarla.

Estos super héroes mantienen sus similitudes justicieras comunes, aun siendo simples coincidencias argumentales en el tiempo, incluso perteneciendo a épocas y procedencias muy distintas.

AGUILA ROJA se muestra como un producto de entretenimiento liviano, con las características clásicas del genero como puede ser ese suspense tan utilizado, donde el conflicto macabro e insidioso se resuelve en el último segundo.

Entre los errores que podrían destacarse, se encuentra el rigor histórico, pues aunque no es algo que deba exigirse en una serie de estas características, no estaría de más cierto trabajo de documentación previo.

Los mas de 8.000 usuarios que han votado en la página, la aprueban con un cinco, lo cual confirma que nos siguen gustando estas series que la televisión ofrece desde hace décadas. Y eso está bien... los espectadores son generosos... muy buenos, pues disfrutan deseando que los Robin Hood, de cualquier lugar planetario, continúen ganando y defendiendo las grandes causas.

Combina con poco acierto, secuencias cuidadas en su ambientación, con un guión que hace llorar, un poquito... solo un poquito, al rozar lo penoso.

Siento atracción por el cine de cualquier género que me divierta. Evidentemente, siempre tengo mis preferencias, algo que nos pasa a todos, pero cuando existe calidad, resulta algo secundario por donde se mueva.

Todavía estoy pensando, si el toque friki es algo buscado a propósito (sospecho que sí, o al menos quiero pensarlo) porque de no ser, resultaría lamentable.

Quiero hacer referencia a Brays Efe, un actor que la mayoría descubrimos en Paquita Salas, el cual nos cautivó. Ahora, a mi entender, alejado de aquel personaje rompedor, tiene escaso recorrido, en guiones convencionales, movidos desde la cotidianidad resesa.

Es una película que te atrapa elevando tu azúcar a niveles de ingreso en la UCI. Tenemos una sociedad muy mala de muy malas personas malísimas, y los chavales, los peores porque se burlan de un pobre niñito, compañero de clase que tiene la cara deformada después de sus 27 operaciones. Mira... lo que es llorar y suspirar, muchísimo, porque es una película que te llega justamente hasta el centro de tu corazón de persona con sentimientos humanos del interior de los cuerpos.

Julia Roberts nunca estuvo más fea y peor aderezada. ¡¡Cómo se estropean los cuerpos de las personas... y que guapa estaba haciendo de puta en la Pretty Woman...!! Pero los años pasan y hay que trabajar para seguir comiendo.

En fin. Verás... si eres buena persona y te gustan todo eso que conmueve las almas por el dolor, pues bien... Yo soy más de ir a enseñar la pilila, en verano, a una playa nudista.

Cada género tiene sus claves, métodos y fórmulas, que deben emplearse para conseguir acertar. Este tercer "PADRE" se estructura en una serie de gags hilvanados que se suceden uno tras otro componiendo un relato sin mucho sentido, y relativo humor.

Santiago Segura, continúa apoyando el ingreso de sus hijas en el mundo cinematográfico; las niñas resuelven con eficacia el asunto, aunque el guión adolece del talento del que siempre hizo buen uso, el padre de Torrente.

Espero que su director y actor principal, no agote la fórmula consiguiendo que los espectadores dejen de seguirlo, no sería justo.

Segura se está convirtiendo en el Mariano Ozores de estas dos últimas décadas, con algunas notables diferencias... Ignoro si ese título le gustaría al actor-director.

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