Críticas de La puerta de Tannhäuser
19 de noviembre de 2022
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Garrulo hiperactivo. Rabia y descontrol que arrasa sin visión. Desquiciada terquedad tóxica. Rebeldía de arrastre, ahorcando seres por falta de comunicación sincera. Justicia sin ley. Apatía venenosa de escolta degradante. Diablos que dan pena y huelen a rechazo.
Los elementos de Fukasaku se reordenan para enfatizar en la extorsión vulgar. Vínculos de interés. Retales que sobran y delatan. Piezas sueltas de improvisada aceptación y honor tóxico. Lastres que impiden salir del rincón sucio. Escala subsocial. Peones que muerden, traiciones provocadas, desdichas machacadas...
Bunta Sugawara en estado de gracia. Pobre desquiciado de amor imposible. Precioso personaje.
Los elementos de Fukasaku se reordenan para enfatizar en la extorsión vulgar. Vínculos de interés. Retales que sobran y delatan. Piezas sueltas de improvisada aceptación y honor tóxico. Lastres que impiden salir del rincón sucio. Escala subsocial. Peones que muerden, traiciones provocadas, desdichas machacadas...
Bunta Sugawara en estado de gracia. Pobre desquiciado de amor imposible. Precioso personaje.
24 de enero de 2022
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cine negro con reflejos rojos. Propaganda belicista americana que subestima tramas de gran interés.
Guerra civil española y nazismo. Infierno y demonios. Pasado y presente. Razón y locura ¿Ideología o estupidez? Gran cantidad de matrimonios y una pregunta que los casa.
Ágil historia de suspense con toques negros. Personajes que se disfrazan de detective. Malos ocultos y corduras en equilibrio. Secuelas que entorpecen venganzas. Egos racistas llevados al extremo.
John Garfield se come la pantalla y a Maureen O'Hara, que resalta la magnífica banda sonora a base de escenas sobreactuadas.
No es una obra maestra, pero destila fragancias "noir" que embelesan.
Guerra civil española y nazismo. Infierno y demonios. Pasado y presente. Razón y locura ¿Ideología o estupidez? Gran cantidad de matrimonios y una pregunta que los casa.
Ágil historia de suspense con toques negros. Personajes que se disfrazan de detective. Malos ocultos y corduras en equilibrio. Secuelas que entorpecen venganzas. Egos racistas llevados al extremo.
John Garfield se come la pantalla y a Maureen O'Hara, que resalta la magnífica banda sonora a base de escenas sobreactuadas.
No es una obra maestra, pero destila fragancias "noir" que embelesan.
16 de diciembre de 2021
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Il paese del sesso selvaggio" cuenta una aventura y destroza colectivos.
Umberto Lenzi crea una cinta donde el único colectivo airoso es el hombre blanco occidental. Nos viene a contar una historia con moralejas sonrojantes.
Se retrata a la tribu en pantalla de forma humillante y falta de inteligencia, en posesión de la figura dominante y machista del protagonista.
La desubicación en el mundo conocido lleva al protagonista a encontrar su lugar en el desconocido. Una selva asiática será el entorno físico donde encontrará una vida plena.
La obra de Lenzi deriva en melodrama con exceso de azúcar. La historia de amor es pedante y la música maquilla un romance con previsible desenlace. Las salpicaduras de acción entran de manera irregular. Desde conflictos internos en la tribu hasta las diferencias con las vecinas.
El dato curioso es que se convertiría en la primera película de una lista de films donde el canibalismo estaría presente. En ésta queda como algo anecdótico, pero de fuerte impacto visual. Desagradable en las escenas con animales, no apto para cualquier estómago.
Una película fallida que se deja ver, entre otras cosas por el oficio de su director.
Umberto Lenzi crea una cinta donde el único colectivo airoso es el hombre blanco occidental. Nos viene a contar una historia con moralejas sonrojantes.
Se retrata a la tribu en pantalla de forma humillante y falta de inteligencia, en posesión de la figura dominante y machista del protagonista.
La desubicación en el mundo conocido lleva al protagonista a encontrar su lugar en el desconocido. Una selva asiática será el entorno físico donde encontrará una vida plena.
La obra de Lenzi deriva en melodrama con exceso de azúcar. La historia de amor es pedante y la música maquilla un romance con previsible desenlace. Las salpicaduras de acción entran de manera irregular. Desde conflictos internos en la tribu hasta las diferencias con las vecinas.
El dato curioso es que se convertiría en la primera película de una lista de films donde el canibalismo estaría presente. En ésta queda como algo anecdótico, pero de fuerte impacto visual. Desagradable en las escenas con animales, no apto para cualquier estómago.
Una película fallida que se deja ver, entre otras cosas por el oficio de su director.
3 de noviembre de 2020
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Comedia áspera y oscura. Abel Ferrara planta la cámara en un mundo nocturno para desnudar al personaje más allá de lo literal.
El declive de un negocio sustentado por el capitalismo de alguien ajeno a él es el punto de partida. La comicidad de alguien que perdió el norte. La absurda búsqueda de la suerte para remedio de males. Nada puede salir bien en una trama de perdedores buscando soluciones en el lugares incorrectos. El director otorga el imposible a su historia y hace ganadores de un boleto de lotería a sus desdichados personajes. La comedia danza delante de la cámara como si de otro personaje se tratara. La perdida del boleto ganador o las peripecias de personajes que viven en alerta y a la defensiva son claros ejemplos.
El elenco de actores le da cierto empaque a la función. Hace que cumpla sobradamente de sostén para evitar altivajos. Todo gira en torno a un Willem Dafoe solvente y carismático. De él nacen las posibles escenas con mas fuerza de la película: Su magnifico alegato final, frente a una multitud enfurecida y su actuación en el escenario mientras la versión mas irritante de Mathew Modine es seducida por Asia Argento.
Ferrara nos regala una simpática historia de gente normal, narrada en la parte oscura de su querida Nueva York. Infelices deseando la gloria que ellos mismos se niegan.
Me quedo con esa última mueca de Willem Dafoe y su capacidad de decirlo todo con tan poco.
El declive de un negocio sustentado por el capitalismo de alguien ajeno a él es el punto de partida. La comicidad de alguien que perdió el norte. La absurda búsqueda de la suerte para remedio de males. Nada puede salir bien en una trama de perdedores buscando soluciones en el lugares incorrectos. El director otorga el imposible a su historia y hace ganadores de un boleto de lotería a sus desdichados personajes. La comedia danza delante de la cámara como si de otro personaje se tratara. La perdida del boleto ganador o las peripecias de personajes que viven en alerta y a la defensiva son claros ejemplos.
El elenco de actores le da cierto empaque a la función. Hace que cumpla sobradamente de sostén para evitar altivajos. Todo gira en torno a un Willem Dafoe solvente y carismático. De él nacen las posibles escenas con mas fuerza de la película: Su magnifico alegato final, frente a una multitud enfurecida y su actuación en el escenario mientras la versión mas irritante de Mathew Modine es seducida por Asia Argento.
Ferrara nos regala una simpática historia de gente normal, narrada en la parte oscura de su querida Nueva York. Infelices deseando la gloria que ellos mismos se niegan.
Me quedo con esa última mueca de Willem Dafoe y su capacidad de decirlo todo con tan poco.
18 de noviembre de 2022
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Luchas de evolución. Sustento de hipocresía institucional. Viejos lobos sin perspectiva ética. Raíces de miseria personal. Derechos y cinismo. Futuros sin paternidad protectora. Yakuza blanqueada comparando hormas de zapato.
En esta versión del hijo pródigo desorientado, Fukasaku compara y reflexiona la honradez y honestidad del sistema. La sensación de desamparo es tan efusiva que roza el melodrama. Su apología al derecho social permanece fuerte, pero se ahoga en un final de tenebroso porvenir.
Rebeldía de efímero resultado.
En esta versión del hijo pródigo desorientado, Fukasaku compara y reflexiona la honradez y honestidad del sistema. La sensación de desamparo es tan efusiva que roza el melodrama. Su apología al derecho social permanece fuerte, pero se ahoga en un final de tenebroso porvenir.
Rebeldía de efímero resultado.
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