Súper empollonas es la historia súper surrealista de dos adolescentes al estilo Zipi y Zape.
La rubia es una especie de pasota, medio fumada que desde el minuto uno te dice que es súper lesbiana, ok. La morena es la típica súper sabelotodo que quiere parecerse al joven Sheldon, aunque sin pizca de gracia.

Desde el inicio te cuentan que son unas súper empollonas incomprendidas y marginadas, que no caen bien a nadie; ya que las dos son súper inteligentes y el mundo es súper demasiado poca cosa para ellas... Con estas premisas, cuando las ves llegar al instituto piensas que serán víctimas de burlas o acoso escolar, sin embargo son las jefas del lugar y los compañeros las saludan sin parar. También son amigas de los profesores, e incluso tienen el teléfono de una profesora para que la llamen cuando quieran salir de fiesta, WTF?.

La película va de disparate en disparate hasta el final. Ya por pedir podría haberlas llamado Obama para anunciarlas que iría a su fiesta de graduación. No te rías, seguro que la directora Olivia Wilde lo pensó, lo que pasa es que estamos en 2019 y con Trump de presidente no haría dinero en las taquillas.
También habría estado bien que al final, a las dos súper empollonas les hubiese tocado una súper lotería, digamos unos 1000 millones de $ a cada una, ya puestos a vivir en un mundo de fantasía, que mejor opción que hacerlo podridas de dinero.

Y es que vistas las altas puntuaciones dadas en esta sección de críticas, diré que la directora Olivia Wilde se vende muy bien. La película está enfocada descaradamente como un negocio para ganar dinero, más que para contar una historia o hacer reir. Y es que son tiempos duros para el cine. Tiempos en los que la gente no va tanto a las salas porque las entradas son muy caras, y cualquiera puede conseguir la película por internet. Así que hay que ingeniárselas y tocar todos los palos posibles, para llegar a todos los públicos.
En esta película encontrarás: historias malas de colgados, historias románticas de adolescentes, historias románticas de gays, historias románticas de lesbianas, drogas, sexo (pero sin porno ¿eh?, qué es una comedia de adolescentes), alcohol, fiestas, desfase, borracheras… qué súper guay, ¿no?... Pero que no te engañen. La película es bastante sosa; muy alejada de películas como: Súper Fumados, Súper Salidos, etc. Las dos protagonistas se pasan toda la cinta diciendo lo súper guays que son. Que el mundo es super maravilloso y la vida es super molona. Y es que en el súper mundo de éstas dos super empollonas no existen los problemas personales, el acoso escolar que sufren los empollones, la marginación social que puede sufrir un gay o una lesbiana cuando sale del armario... En Súper Empollonas las historias que se suceden son tan súper surrealistas como las dos protagonistas en la vida real, pero como es una súper comedia de súper empollonas...

Retornados es una película confusa. En el cartel de la película ya avisa que los retornados no son zombis ni humanos, son retornados. Pero retornados de no se sabe que. Viendo la cinta vemos que la historia tiene de todo menos zombis. La cinta podría pasar perfectamente por una historia médica de virus letales. Sin embargo, el director ha querido dar un giro extraño metiendo por medio un antídoto que frena la infección zombi. No consigue su propósito, ya que la historia pierde fuerza desde el principio. Se supone que las películas de zombis deben de tener grandes dosis de terror y lo que acabamos encontrando es drama empalagoso por todos los lados.
A pesar de que la historia pinta bien en un principio, se diluye rápidamente por culpa de excesivas dosis de drama incoherente, ausencia de escenas de terror y ritmo lento en el transcurso de la historia. Aún me sigo preguntando que es realmente un retornado, si la verdad es que ese tal retornado nunca regresó de la muerte, porque nunca tuvo la oportunidad de ser zombi.

Antes de ver esta película primero debería uno pararse a pensar con que predisposición va a sentarse a verla. Si lo que espera es ver una entretenida comedia de super héroes con ciertos super poderes, combinados con escenas de humor efectivas, o algo mas serio, en el que un grupo de super héroes anónimos; llamados "hombres misteriosos" acuden a la llamada del deber para salvar su ciudad de las garras de un super villano implacable.
Sin embargo, la triste realidad, es que esta película no ofrece ni una cosa ni la otra. Por el contrario, nos encontramos con una pandilla de super frikis, con escasa gracia y menos habilidades poderosas aún de los que nos quieren hacer creer.
Este grupo de"hombres misteriosos", son tan poco "misteriosos", que el simple título que se le ha puesto a esta película ofende la inteligencia del espectador que se digne de ser un poco serio.

Combinando típicas tramas de humor absurdo, sin caer en el mal gusto de recurrir a escenas casposas - escatológicas, con una falsa mitificación del super héroe clásico, que no deja de ser un impostor de supuestas habilidades especiales, para encontrarnos con engendros como: Bailarina-Man, Cara Lápiz y su hijo, el Gofrero y su plancha justiciera o la Vengadora de la Regla que trabaja cuatro días al mes ¿algún inconveniente?... nos podemos hacer una idea hacia donde nos lleva esta singular historia, compuesta por siete super frikis, que parecen no haber abandonado nunca la edad del pavo.

Para ver una historia de super héroes sin poderes, pero con mas gracia, mas escenas de acción y mejor guión, recomiendo que vean cualquiera de las dos películas de Kick Ass. Al menos Kick Ass y sus amigos justicieros tratan de ser super héroes sin serlo, sin la necesidad de abochornar al espectador con una serie de escenas de dudosa catadura humorística, que degenera en una cutrez escénica apabullante, cuya finalidad es buscar la carcajada espontánea de un espectador confiadamente engañado.

A pesar de no ser un gran fan de la saga Scary Movie, debo reconocer que para ser su primera parodia en el mundo de los superhéroes la cosa ha salido curiosa.

La película centra toda su historia en la primera cinta de Spiderman; la que dirigiera Sam Raimi en el año 2002.
En esta ocasión, Spiderman es sustituido por La Libélula y el malo de la película viene a ser un mutante que aspira la energía de todo bicho viviente.
Con la aparición estelar de el hombre antorcha y un mas que logrado Lobezno, la cinta sigue la misma dinámica que en Scary Movie, pero con un pelín mas de gracia, que estoy seguro que hará dibujar una sonrisa casi permanente en la cara de todo seguidor de los comics o amante de las películas de superhéroes.
Pero eso sí, no esperen encontrar algo deslumbrante y espectacular de las películas serias de superhéroes, pues Superhero Movie sigue la misma línea chistosa-absurda de las películas de Scary Movie.

"Afterparty" es un filme que intenta copiar descaradamente la esencia de películas como: "Scream" o "Se lo que hicisteis el último verano", nada mas ver los primeros minutos, con un resultado bastante aceptable, si no fuese porque esas primeras escenas ya están rodadas hasta la saciedad.
Ante esta sorpresa inicial un tanto amarga y recordando que la película está producida por Telecinco, vemos como enseguida empiezan a meternos esa bazofia rosa, marca de la casa, al ver los comentarios que hacen por internet unas fans pijas y patéticas, mas preocupadas por llenar su vida vacía con opiniones que a nadie interesa, que por vivir su propia vida. Para meternos por los ojos un montón de escenas apestosas, opinando sin parar sobre el actor de moda, protagonista de la supuesta saga de terror y que trae loquitas a todas.
A partir de ese momento, la película deja de tener sentido y empieza a caer en picado hacia su propia destrucción, que si no llega a ser porque está producida por diversas televisiones, la película se habría zambullido de cabeza hasta tocar el fondo mas casposo de un película cutre de serie Z. Sin embargo, ahí tenemos otro producto mediocre hecho a medida y gusto del tipo de espectador que se conforma con poco. Ya que con meter a un tío cachas para volver locas a las adolescentes, a cuatro pivones para poner palotes a los chavales, unas cuantas historias de chismes para la gente que degusta la telebasura y una sucesión de escenas mal rodadas de asesinatos de adolescentes copiados de Scream, pero en plan cutre y conseguimos crear Afterparty, para divertimento efusivo de unos y aburrimiento mortal de otros. Y es que viendo el resultado de este truño, se puede decir con verguenza ajena y sonrojo propio, que tenemos la televisión y el cine que nos merecemos.