Si bien no es una película muy verosímil que digamos, al menos intenta en algo alejarse de las típicas cintas superficiales sobre adolescentes y sus conductas.

Es una película que mezcla el cine de terror sobre adolescentes con el de torturas y venganzas, siempre de fondo tratando de realizar un ejercicio crítico y reflexivo sobre la crueldad que muchas veces existe cuando se discrimina a otro por no poseer la imagen física exigida por los estereotipos sociales.

No es una obra que abuse del derramamiento de sangre en pantalla, pues en cierta forma se nota que en el filme hay un intento por ir más allá de las convencionales cintas teens. Ello se ve en el hecho de que el director trata de dejar al menos una mínima moraleja sobre las nefastas consecuencias que trae consigo el despreciar a alguien por no tener la imagen aceptada y modélica impuesta por las sociedades actuales.

Por ende estamos en presencia de un filme que de a ratos se vuelve convencional, pero en otros pasajes al menos aporta algo distinto, ofreciendo un tipo de cine un tanto más profundo y menos banal que el estándar al que estamos acostumbrados dentro de este subgénero.

Las actuaciones no son nada del otro mundo, tenemos un elenco de actores jovencitos que brindan lo esperable para una cinta de estas características.

En fin, al menos es una película que trata de darle algo de volumen a sus personajes y de justificar el horror dejando un mensaje de fondo y evitando por allí los típicos formulismos tan trillados dentro del subgénero de terror con adolescentes.
Si bien no es ninguna maravilla, al menos merece la pena darle una oportunidad si no se tiene otra obra más apetecible para ver, pues es una cinta sobre venganzas hecha con bastante tino para criticar de fondo a la discriminación.

No hay dudas que Spielberg no quiso arriesgarse dirigiendo y salir mal parado con esta tercera entrega que lo que mejor tiene son sus efectos digitales y sus sugestivos escenarios.
Lo demás, lo típico del cine industrial donde hay pocos riesgos y muchos formulismos que reditúan ganancias: una aventura de supervivencia donde un sabelotodo siempre tiene la carta ganadora para salir bien parado, una moraleja con previsible desenlace que se edifica de fondo en torno a la reconstrucción de una familia devastada por el divorcio, un guión bastante improvisado que disimula con dinamismo y con alto impacto técnico-estético sus falencias y sus absurdas resoluciones, unos toques cómicos como para que el espectador se distienda y no piense que lo que está viendo va en serio, muchas exageraciones que van en desmedro de una cinta de ficción hecha en serio.
Pero de algo hay que estar seguros, si el público exige diversión sin más pretensiones, esta cinta es un pasatiempo que no disgusta y que se tolera bien aunque de antemano hay que saber que no se rescata nada nuevo de lo que ya se ha visto anteriormente.

Destaco que si bien desarrolla un tópico ya visto muchas veces como el de los adolescentes perseguidos en el medio de la nada por un psicópata, la cinta mantiene una sobriedad narrativa notable y sólo incurre en muy pocas situaciones ilógicas (y esto ya es mucho mérito para este género).
Como está basada en hechos reales, el director se esfuerza por mantener una cierta compostura en las circunstancias, dándole un toque de credibilidad saludable. A ello hay que agregarle que la película desarrolla una trama sólida al principio, sin embarullarse sino que por el contrario se detiene en pormenores para darle cierto marco de realismo a las situaciones. Y cuando llega el momento de lo truculento, tampoco se guarda nada. La cinta se torna lo suficientemente sangrienta como para satisfacer las expectativas que podría generar una propuesta como ésta.
Sin dudas que el aspecto estético del filme es para encomiar, sobre todo cómo la cinta está fotografiada con notorio contraste de colorido. También el manejo de cámaras brinda una sensación de peligro constante y una impresión de inestabilidad con movimientos ampulosos. No hay que olvidar que los escenarios naturales ambientan muy bien el filme, dándole un marco sugerente, hostil, asfixiante y tenso a la historia.
Lamentablemente y como dije, no hay mucha originalidad en la trama, pero viendo lo que hay en el mercado dentro del género, al menos creo que vale la pena darle una oportunidad porque se evidencia un toque distinto a la típica comercialidad reinante en este tipo de cintas.

Sin duda alguna que esta cinta es un mamarracho inconsistente que trata de ser polémico cuestionando una verdad sagrada del cristianismo como es la Resurrección de Cristo.
El filme cae en una irrisoria mixtura de fe, ciencia, política y fundamentalismos religiosos. La trama sigue la línea y la estructura propia del thriller de acción donde no faltarán explosiones, tiroteos y una sarta de incoherencias que terminan tirando por la borda la poca seriedad y sobriedad de la película. Hay espacios para la investigación, pero son muy poco fundamentados, se manejan conceptos improvisados y no llega a ser una propuesta razonable y racional que desestabilice uno de los pilares del cristianismo. Terminamos asistiendo a un espectáculo dantesco de mucha parafernalia frenética, plagada de incongruencias que sólo alientan al entretenimiento masivo y cualquier viso de mesura en los planteamientos se diluye indefectiblemente.
Las interpretaciones son poco convincentes, no me creo el papel de Antonio Banderas como sacerdote católico ex guerrillero salvadoreño ni el de Olivia Williams como arqueóloga. Actuaciones fallidas, que contribuyen a generar más dudas en este batiburrillo político-religioso con aires de cientificismo.
En definitivas, hace falta mucho más que este revoltijo narrativo para cuestionar con asidero la jerarquía católica.

Discurso:
Pobre, carente de originalidad y con las mismas falencias de la mayoría de las pelis con mucha acción. Una propuesta simple: pasar el rato con muchas escenas de acción condimentadas con buenos efectos especiales. Sin mucho que pensar la idea es directa: entretener criticando el endeble sistema de defensa militar yanqui.
Lenguaje:
Llevada a la pantalla con mediocres actuaciones, impregnadas de coreografías de lucha. Slater podría ser uno de los que salve la película en este tópico. Un guión simple, directo y contundente. Con algunas variantes desde las estrategias, pero nada encomiable. Los efectos visuales adornan la película en su desarrollo. Bien logrados.
Género:
Como filme de acción cumple satisfactoriamente con su cometido: entretener sin mucho que pensar. Bien cerradita, poco original de hecho.