Haz click aquí para copiar la URL
España España · Shangri-la. Andalucía
Críticas de Maggie Smee
<< 1 9 10 11 20 76 >>
Críticas 376
Críticas ordenadas por fecha (desc.)
7
23 de abril de 2022
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
A mediados de la década de los años sesenta del siglo XX, Claude Lelouch, consigue un enorme éxito internacional con “Un hombre y una mujer”. Ganó la Palma de oro en Cannes, el “Oscar” como película de habla no inglesa, fue nominado como director y ganó el “Oscar” como mejor guion original, aunque no fuera en inglés, hazaña que no se volvería a repetir hasta que Almodóvar lo ganara con “Hable con ella” más de tres décadas después. Sus actores fueron lanzados al estrellato y su músico, Francis Lai, se convirtió en un compositor famoso. De hecho su trillada y multiversionada “Love Story” le proporcionó poco después el “Oscar”, aunque luego fuera ignorado en muchas ocasiones, como por ejemplo por “Bilitis”, de la que se vendieron millones de copias en el mundo.

Desde entonces Lelouch no ha conocido un “boom” semejante, aunque ha tenido películas que le han ido bien, reconocidas por el público y la crítica, como “Los unos y los otros”, otras que no le han funcionado mucho, como la primera secuela de su bombazo “Un hombre y una mujer: 20 años después” y otras que no nos han llegado, como su ambiciosa “La belle histoire” con un gran reparto y con una duración de tres horas y media. Tras estrenar hace poco en Francia su película número cincuenta, “L´amour c´est mieux que la vie”, que tampoco sabemos si nos llegará, Lelouch sigue siendo para muchos, fuera de su país, como por ejemplo en España, un director casi desconocido a pesar de su fructífera carrera.

En 1977 logra rodar “Otro hombre, otra mujer” (su título correcto sería “Otro hombre, otra oportunidad”) y la estrena entre nosotros al año siguiente con poca promoción. Su productora, la potente United Artists, comienza a recortarla y ofrecer diferentes metrajes de la misma. No es de extrañar que con esas maniobras no terminara de funcionar, y de hecho no aprendieron. Siguieron cometiendo crímenes con otros films, que con el paso del tiempo, se han ido recuperando de semejantes masacres. El remate definitivo fue que tres años después produjeran “La puerta del cielo”, una obra maestra también mutilada, y que les condujo a la bancarrota absoluta.

Curioso es que exista poca información sobre esta película, en la que diferentes portales se han limitado a copiar un resumen de su argumento, plagado de “spoilers” que no aporta nada en absoluto y no se le hace justicia ya que parece que no reviste ningún interés.

Francis Lai en su banda sonora se aleja de lo que sería una partitura típica de un “western” ya que realmente “Otro hombre, otra mujer” no es una película abiertamente del oeste americano, de hecho, antes de desarrollar su trama en Arizona, la acción arranca en París, en la Francia napoleónica, lo cual la hace más peculiar, mezclando constantemente en su versión original el inglés, algo de francés y muy poco de español.

Raro sería encontrar una buena copia que muestre sus colores correctos y una buena definición, ya que posee una gran fotografía del gran Stanley Cortez (entre otros trabajos suyos está “El cuarto mandamiento” o “La noche del cazador”) junto a Jacques Lefrançois, colaborador de Lelouch.

Su reparto es estupendo: desde los correctos actores de reparto, como Jennifer Warren, Francis Huster, Susan Tyrrell o Richard Farnsworth, indispensable en cualquier “western” y que aquí es el conductor de la diligencia. Por supuesto el peso lo llevan sus protagonistas: un muy entonado James Caan, con el que volvería a trabajar cuatro años después en "Los unos y los otros" y que está bastante bien, junto a una sensible, atractiva y siempre estupenda Geneviève Bujold.
.
Su guion, según la duración de la película, puede tener más baches o menos, si se trata de alguna versión que ronde las dos horas y cuarto. Cuanto más larga mejor explicado queda todo. La dirección de Lelouch no deja lugar a dudas que se trata de un director eficaz y con las ideas claras.

“Otro hombre, otra mujer” es un film que emana melancolía. Su acción no crispa, no se trataba de que lo fuera, y su romanticismo es pausado, creíble, con secuencias muy bonitas, anticipándose a Malick sin su preciosismo perfecto: el alternar el frío y el barro, con el calor y el polvo del viejo oeste, con tomas donde vemos el polvo de fondo y que dan verismo, librándolo de ser “western” impostado.

Es un buen film, sobre todo para los que busquen una historia que se cuenta sin prisas (y sin pausa), fuera de todos los parámetros previsibles. Y ahora pasamos brevemente al "spoiler".
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Maggie Smee
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
6
14 de abril de 2022
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
El británico Reg Park, en 1961 y con treinta y dos años, debuta en el mundo del largometraje en la cinematografía italiana cuando el “peplum” arrasaba en las taquillas, siendo junto a Steve Reeves, los grandes protagonistas del género.

Ese año Park estrena dos películas: “Hércules en el centro de la Tierra”, de Mario Bava y Franco Prosperi y “La conquista de la Atlántida”, de Vittorio Cottafavi, en la que el título en español omite que se trata de Hércules. Para mí, “Hércules en el centro de la Tierra” es una de las mejores que se rodaron, con Park acompañado de Christopher Lee y Leonora Ruffo, con preciosos colores y una enorme imaginación. Todo un éxito, como también funcionó esta de “La conquista de la Atlántida”, realizada con corrección, preciosa dirección artística y, salvo error, la primera (y de las pocas) filmada en Technovision 70 m/m.

Antes de pasar a comentar “La conquista de la Atlántida” decir que Arnold Schwarzenegger, cuando ve “Hércules en el centro de la Tierra” cae extasiado, desea convertirse en sucesor de Reg Park y tanto fue así, que con el paso del tiempo, Park se convirtió en su mentor y en su casi gurú tanto en su vida personal como en su carrera.

El arranque del film de Cottafavi promete: mientras vemos los créditos iniciales en una taberna, con hombres “rudos” acompañando con golpes en la mesa, como si se tratara de instrumentos de percusión, a la camarera que baila. Al término de los créditos se inicia una batalla campal, en la que se rompe de todo, mesas, vasijas y ánforas y todo vuela por los aires, incluyendo Timoteo, el enano, un personaje secundario con bastante relevancia en el relato, mientras Hércules come ajeno a la pelea. De esta actitud, posiblemente en su día muy jocosa, se inspiraron miles de veces en comedias italianas posteriores de peor calidad, como las protagonizadas por Bud Spencer.

La película es interesante, tiene su ritmo, con un guion con logros y pocos baches, está bien interpretada, sobre todo por Fay Spain, en uno de esos personajes que ella daba estupendamente, y como secundarios actores, como el gran Gian Maria Volonté, que luego adquirirían gran relevancia en la cinematografía europea.

Gino Mariruzzi Jr., junto a Armando Trovajoli, son los responsables de la banda sonora, una banda sonora que abarcaba desde las composiciones típicas que el espectador esperaba, a incursiones nuevas que en la zona del spoiler detallaremos.

También hay influencias de Fritz Lang o Cecil B. DeMille, con números de baile exóticos, con algo de magia y mucho colorido en bonitos decorados, como antes hemos comentado.

En fin, cine de evasión, sobre todo para los fans del género que no sean prejuiciosos y disfruten con productos que guardan cierta inocencia como el caso presente.

Me gustaría que Marlon Hakarl, cinéfilo estupendo y aficionado a las joyas exóticas, que aunque no se trate de un film de ciencia- ficción, le eche un vistazo cuando pueda. Y no lo digo porque sea un “frikerío” despiadado. Como curiosidad diré que en el libro editado por Nickel Odeón de “Las 25 películas de nuestra vida”, era José María Otero, productor y fundador de Sonimag y del festival de cine de Barcelona, entre otras cosas, quien la incluía entre sus películas favoritas. Y es que en esto de seleccionar las películas que más le gustan a cada cual, no hay reglas, es simplemente atracción.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Maggie Smee
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
10
14 de abril de 2022
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Como toda película que es un clásico, que es el caso de esta segunda versión de “Ha nacido una estrella”, es una tarea difícil intentar comprimir toda la información que la rodea: su preparación, su rodaje, su estreno, las injusticias cometidas por todos los sectores, los recortes inmerecidos que sufrió y su posterior paso hasta convertirse en leyenda, cosa que no ocurre hasta décadas después.

No sé qué opinión tendrá de la misma el usuario Beyoto, experto en cine y cualquier clase de musical que también escribe en FilmAffinity, pero expondré mi humilde punto de vista.

“Ha nacido una estrella”, insistimos, su segunda versión, y para mí la mejor con enorme diferencia, se le encomienda a George Cukor, que ya llevaba una dilatada carrera, casi cuarenta películas, y se trataba del primer musical que iba a dirigir su director, además de tratarse del primer film que firmaría que fuera en color y rodado con el innovador sistema Cinemascope.

La elección de Garland fue inmediata, sería un vehículo de lucimiento total para la estrella, tanto musical como dramático, pero el encontrar a su compañero para el papel de Norman Maine, fue otra cosa, pesando mucho que Cukor tenía fama de gran “director de actrices” por lo que sus parejas masculinas a veces se amedrentaban. La lista de actores propuestos, que no pudieron hacerlo bien por coincidir con otros compromisos o bien porque lo rechazaron (o incluso que fueron rechazados) fue extensa, casi una veintena de primeras figuras. Mencionaremos a algunos nada más: desde Laurence Olivier a Bogart, pasando por Fonda, Sinatra, Milland, Flynn o Brando, que fue quien, durante el rodaje de “Julio César”, el que le sugirió a Cukor, de manera algo chulesca, que seleccionara a Mason si buscaba a alguien para hacer de borracho.

Jack Warner, su productor, pretendía hacer un éxito taquillero pero sin confiar plenamente ni en el equipo ni en la película en sí. El presupuesto se fue disparando, los días de rodaje se iban alargando, los problemas de la depresión y adicciones con Garland se multiplicaron. Pasó de ser un rodaje medido y sin problemas a complicarse lentamente y a alargarse muchos meses.

Tras varios montajes, finalmente tenía una duración de tres horas y cuarto, Cukor la dejó en tres horas, que tras los primeros pases, Jack Warner, a pesar de los ruegos del director, parte del equipo y del productor Sidney Luft (marido de Garland), cortó media hora por lo sano, repercutiendo negativamente en su resultado.

La película en Estados Unidos no funcionó en taquilla como esperaba Jack Warner. De hecho James Mason triunfó ese año con “20.000 leguas de viaje submarino”, la segunda película más taquillera de ese año, ya que el número uno fue “Navidades blancas” y el tercer puesto fue para “La ventana indiscreta” con Grace Kelly, la que le arrebató injustamente el “Oscar” a Garland por su labor en “La angustia de vivir” y a la que, como muchos ya presentían, su carrera cinematográfica pronto iba a concluir. Estuvieron a punto de empatar y se convirtió en uno de los casos más difíciles para la Academia de Hollywood. Luego se supo que por solo seis votos de diferencia Garland perdió. De hecho se hizo famoso el telegrama que Groucho Marx le envió a Garland tras la ceremonia de los “Oscars”: “Es el mayor robo desde el Brink´s” , un atraco a un famoso banco ocurrido en 1950, que tardó en resolverse y tuvo mucha repercusión popular.

Aprovechamos el espacio del spoiler pero no reventamos nada.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Maggie Smee
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
7
3 de abril de 2022
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mandando mensajes con mi amiga Faye, intercambiábamos opiniones sobre esta película de Carlos Vermut, en realidad Carlos López del Rey, que me encanta, dicho sea de paso, que tenga un nombre artístico que aplaque la sed. Coincidíamos en muchos aspectos, aunque, a estas alturas y tras todo lo escrito, no sé si voy a aportar mucho, pero como le prometí que escribiría sobre ella, hago los deberes.

Aunque me quede con “Magical Girl”, la diferencia entre ambas no es tan grande ya que, para mí, se trata de de dos buenas películas. Carlos Vermut es uno de los (pocos) directores nacionales capaces de atraer mi atención. Sus trabajos han tenido una progresión positiva dentro de lo que es el lenguaje cinematográfico. Sabe crear ambientes, sugerir e ir más allá de lo escrito en el guion, lo cual no todos lo logran, ya que no solo se trata de rodearse de un notable equipo técnico. Entremezcla a sus actores en ese clima especial y eso está muy bien.

En la publicidad en Francia se aseguraba que “Quién te cantará” era un cruce entre De Palma y Almodóvar. No estoy de acuerdo. Puede que tenga elementos de De Palma pero no de Almodóvar, aunque se centre en personajes femeninos. Tiene cosas de Lynch, quizás influencias algo "hitchcocknianas", pero sin abusar de ninguna e imprimiendo personalidad propia. Incluso me llegó a recordar, aunque no se parezcan entre sí nada en absoluto, a “Lo que esconde Silver Lake”, de David Robert Mitchell, no por sus referencias, sino por su manera de planificar, su cuidada estética y su efecto de acaparar la atención.

En su guion hay elementos conseguidos y otras, las que menos, resueltas de manera previsible, aunque de eso hablaremos en la zona del spoiler, pero está bien construido y que seguro que para sus actrices habrá sido un disfrute. Están todas muy bien, desde Natalia de Molina, al trío principal: Carme Elías y sobre todo Eva Llorach (el único Goya que le dieron al film, el de mejor actriz revelación) y Najwa Nimri. Curiosamente el nombre de las tres actrices son colores: Nimri es Lila, Llorach es Violeta y Elías es Blanca. Sus actuaciones destacan por ser comedidas, controladas (sobre todo, y para bien en el caso de Nimri) están exentas de caprichos o recursos muy utilizados que no siempre han ido a su favor.

La fotografía del barcelonés Eduard Grau, tan alabado por sus trabajos americanos en “Un hombre soltero” de Tom Ford o “Claroscuro” de Rebecca Hall, que era de lo mejor del film, hace aquí un notable trabajo. El siempre laureado Alberto Iglesias ese año no fue ni nominado por su banda sonora, si no por “Yuli”, y su labor en el film era fundamental. Incomprensible. Mencionar su sonido y el vestuario, que sí recibieron justas nominaciones a los Goya.

Vermut, que no consiguió ser nominado como director, hace su trabajo más profesional y la película, que tampoco consiguió ser nominada, es sin duda una de las más interesantes de nuestra cinematografía, por más que muchos no hayan sabido apreciar que es un buen film. Tiene gracia, nosotros tan miopes, como es costumbre.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Maggie Smee
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
6
2 de abril de 2022
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ya lo dije con anterioridad en el comentario sobre “Matthias & Maxime”, el último film estrenado en nuestro país de Xavier Dolan, pero, tras visionar “Mi vida con John F. Donovan”, pero que era anterior a la mencionada aunque no estrenada en cines, lo vuelvo a repetir: al director Xavier Dolan la crítica profesional le tiene muchas ganas. Sus viles e injustificadas críticas (si es que así se les pudiera llamar), parecen responder más a una moda o una exigencia de altas esferas más que a unas opiniones con formación o conocimiento. Es más, dudo que algunos de los firmantes la hayan visto y, si no fuera así, carecen de gusto. Parece que nos encontramos más en una red dedicada a los que gusten de la caza y pesca, como “Jara y sedal” o a seguidores del programa de TVE “Parlamento” que para fans del cine.

“Mi vida con John F. Donovan” no es de lo mejor de su autor, pero es un film, a pesar de sus defectos, interesante, mucho más que bastantes basuras que se estrenan y que se justifican con más irritante benevolencia.

Este film tuvo toda clase de problemas, sobre todo a la hora de montarla. Posiblemente se intentaban contar demasiadas cosas, un fallo que a estas alturas en la trayectoria de Dolan choca bastante, y de su primera versión, que rondaba las cuatro horas, finalmente se ha quedado en la mitad, incluso el personaje interpretado por Jessica Chastain, desaparecía por completo del film, con las consiguientes disculpas de su director hacia la actriz, lo cual ya ensombreció para muchos su resultado final. También hubo un cambio de última hora con un personaje, el de Miss Kureshi, que iba a interpretar la cantante Adele, que participa en su banda sonora, con la ha seguido colaborando en sus videoclips, y pasó a encarnar Amara Karan.

El caso es que solamente por el reparto que tiene, seguro, que hubiera tenido su público. Por cierto, hacen un trabajo más que decente y no hay ninguno que haga una mala labor. A su favor diremos que también posee una notable banda sonora original, que incluye muchas canciones, como siempre en el cine de Dolan. Su factura técnica está cuidada y en ningún momento se hace ni pesada ni farragosa.

Al tratarse de la primera producción en inglés de Dolan, tener a un extenso reparto con papeles de distinta duración, lógico, y tramas que, algunas, o quizás por culpa del montaje, se queden en irrelevantes, a veces, hay cosas que no terminan por quedar claras. Puede que sean razones para que “Mi vida con John F. Donovan” no termine siendo un film redondo, pero nunca hablamos de una película defectuosa o sin interés, ya que al menos en mi opinión, Dolan no ha realizado hasta la fecha una película mala, ni siquiera mediocre. Ya quisieran muchos “autores” tener una media tan respetable en su filmografía.

No sé qué deparará el futuro a Dolan como director, ya que como actor él sigue su trayectoria, y este año ha sido nominado como mejor actor de reparto a los Cesars del cine francés por “Las ilusiones perdidas”, la gran triunfadora del año en Francia, y puede continúe con sus videoclips o anuncios. Pero cabe recordar que también participa en el vestuario de sus films, así como en el guion, la producción y la banda sonora. A sus treinta y tres años recién cumplidos puede tener algún batazo en su camino, pero seguro es que puede dar obras maestras. Le ha pasado a directores menos expertos y menos creativos que él, así que ya está bien de despreciar sin motivo a los que poseen talento y de arropar a “chiquichanclas”, posiblemente más políticamente correctos, pero infinitamente más previsibles, opacos y menos arriesgados que Dolan. Y punto.
Maggie Smee
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 9 10 11 20 76 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow