Admito que Carlos Vermut, coge el toro por los cuernos y pone toda la carne en el asador. Se atreve con profesiones modernas (para sorpresa los bares son secundarios en la cinta) y se arriesga con una temática dura y unos personajes MUY BIEN interpretados.

Y es que tanto la historia como las intepretaciones son buenas pero falla el desarrollo. En ocasiones Mantícora me recuerda a ese pelmazo que filmó Sorogoyen llamado Stockholm. El espectador sufre una impotencia tremenda ante la situación pero en vez de verse recompensado con una trama que ponga sus dudas morales o active cualquier mecanismo, entra dentro de una relación que va con cuentagotas y que no parece tremendamente realista (pese al detalle del aspecto de ella, que está bien jugado).

El filme, eso sí, coge un elemento más manido en el cine y pone de protagonista a una situación INUSUAL, lo cuál le hace parcialmente entretenido. Sin embargo, ya llegados a la hora a uno poco le interesa la historia pues no se está centrando en el aspecto oscuro y si no en el de redención.

Es una película arriesgada y creo que Vermut ha sabido escoger muy bien los elementos para un posible bosquejo, pero al llevarlo al terreno de una historia completa a uno no le llega a conmover o a revolver las tripas pues durante más de una hora de metraje no sabe muy bien lo que está viendo ni si esto le va a interesar.

Es una pena, porque desde luego que la idea daba para muchísimo. Pero consigue aburrir de sobremanera.

Solemos considerar al cine (a parte como un método de contar historias) un entretenimiento o una historia que nos cuente ya sea de manera literal o metafórica algo. Una recreación que puede ser tanto de un momento como de una personalidad o situación.

Dicho lo cuál ¿CUÁL ES EL OBJETIVO DEL FILME, ÁLEX?

No es una historia entretenida, pues los elementos más cómicos y entretenidos (y sí Alterio es de lejos lo mejor del filme) se quedan en un segundo plano a mitad del filme, las tramas más tarantniescas y ridículas pasan DE PIES PUNTILLAS y hay una constante de centrarse en una RIDÍCULA historia de amor que aburre.

Los actores están bien, Alterio por personaje...se SALE. La idea de la película es interesante...el desarrollo falla, sobre todo hacia el final, los últimos veinte minutos siendo ACCIDENTADOS, CARENTES DE INTERÉS y acelerados de cojones.

No se convierte en una road movie (de hecho sobreexceso de golpes para tan poca chicha), los personajes se quedan en la superficie, hay ciertas escenas que intentan ser sexuales y quedan ridículas, los personajes no se entienden e incluso los secundarios (Ordóñez) tienen personajes que gracia poca.

Todo salvo Alterio y Carlos Areces, el tipo con una escena contada se come al resto.

Desgraciadamente no es suficiente. El filme se hace cansino y poco gracioso. Y como digo, los últimos veinte minutos, salvo la parte Areces...son flojísimos.

Me quedo con Perdita Durango o La Comunidad, aquellas sí que tenían un sentido.

Por el amor de dios. La crítica especializada diciendo que esto es original, un giro en las películas de terror y demás basura ¿Qué película han visto ellos?

Por mi parte, muy poca cosa. Los personajes no tienen nada de interesantes (de hecho soy incapaz de diferenciar uno de otros) los diálogos parecen sacados de una escuela de estudiantes, sin tener gracia ni apego.

Por otro lado, señora Takal, usted está haciendo un remake. Y aunque se agradece que se intenten innovar cosas con respecto a la película original, usted literalmente se ha cagado en la película original para simplemente hacer su discursito propagandístico de tres al cuarto. Literalmente no hay nada de la película original en esta.

Y es que hay ciertas cuestiones que uno debe plantearse ante esta película. Y sí, hablo del discursito propagandístico que ofrece.

¿Afecta en algo a la película? ¿Son las protagonistas mejores por demonizar al hombre? ¿Da esto más pista sobre su carácter o personalidad? Pues no. Me cuesta creer que leyendo una frase de la película alguien pueda distinguir de que personaje protagonista es.

¿Qué sentido tiene hacer un slasher (película en la que se supone que la identidad del asesino queda en el anonimato hasta el final) si vas a ofrecer un panfleto ultra feminista desde el primer minuto? Ninguno, resta emoción e interés a la historia. Al no ofrecer ningún malo con ninguna arista tanto emocional como psicológica tampoco consigues entender los motivos por los que matan.

¿Si vamos a demonizar a un sexo sí y al otro no, por qué demonios no hacerlo con vísceras, sangre, violencia de la buena y gore? Al menos así todos (tanto los que compran el discurso como los que no) se entretienen. Pero no, la película apenas tiene nada desagradable (de hecho creo que la versión de 2006 es bastante más gore).

En fin, mal, mal, mal. Se mire por dónde se mire. Espero que blumhouse no mantenga esta línea en el futuro y continúe con pelis como La Caza, Upgrade y demás.

Bien es cierto que un problema con el cine social (un cine que abunda en nuestro país) es el hecho de que algunas películas al querer narrar problemas comunes, pierden el norte o el hecho de que la película narrativamente hablando tiene que contar algo.

Y Jaime Rosales, que es experto en no contar nada o en rodar cosas sin pies ni cabeza como Tiro en la Cabeza, vuelve a la carga con este proyecto.

Proyecto en el que ha acertado en el cast. No tanto por las actuaciones (Ana Castillo, Manolo Solo y Carolina Yuste están más que acertados en el breve tiempo que tienen juntos) sino las intenciones del proyecto.

Pena que al igual que Tiro en la Cabeza, uno se creía que el proyecto iba sobre una pareja en complicaciones y no sobre tres relaciones de la protagonista, de las cuáles destaco al ex convicto tóxico aunque Oriol Pla está algo desmedido en la actuación.

¿El resto?

Lugares comunes y no hay mucho que contar. Conseguirá transmitir fidelidad pero lo cierto es que uno se queda atónito ante el hecho de que no sabe muy bien ni cuál era el objetivo de la película ni cuál es la intención.

Y además no todos los personajes con los que se relaciona Castillo tienen el mismo interés. Lo cual es una pena.

Será de lo mejor de Rosales, pero esto sigue siendo para uno un cine que no llama lo más mínimo la atención.

Sin duda alguna una de las películas que más sorpresa creo en su momento. Un ejemplo de diversión total, de buen cine carcelario y de una película que tiene una historia que te atrapa de principio a fin. Con unos personajes bien trabajados y algunas escenas fantásticas.

Me gustaría destacar un segmento que musicalmente se conoce como Brooks was here, en la maravillosa banda sonora de Thomas Newman y que alberga una de las mejores narracionas y una de las partes más emocionales de la película. Es la mera explicación del paso del tiempo. De la amargura y del poso de desesperación ante un cambio inesperado.

Y son muchos los que mencionan el final y demás, o otros muchos clásicos. Sin embargo a mí se me quedó grabado ese segmento, en especial cierta escena de Brooks parado ante un coche, sorprendido de que esas máquinas existiesen pues cuándo el entró en prisión las cosas eran diferentes.

Los actores están muy bien, Robbins estupendo, Freeman genial y el resto a la par. Especialmente Clancy Brown, un clásico de estos papeles y un William Sadler correcto.

A diferencia de la mayoría de estas historias, la voz en off está en su justo momento, cuadra y creo un progresivo avance evitando que la trama se atasque.

Y es que la película se hace amena y hay pocas, o ninguna escena que sobre.

Porque es un filme muy bien trabajado, pensado, dirigido e interpretado. A mí me gusta un poco más La Milla Verde, porque creo que en ese filme hay un maravilloso equilibrio entre lo que pasa en la cárcel y fuera, con un elemento mágico de lo más acertado. Pero desde luego están a la par.

Es una película, muy muy recomendable.

Y la banda sonora, como de común con Newman, de sobresaliente directo.