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Críticas de mirage (Flor y Luna)
16 de noviembre de 2010
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Más que la guerra o el romance destaca en esta historia el coraje de quien vive y muere por una pasión. De quien lo deja todo, enfrentándose a desiertos, traiciones, a una carrera contra el tiempo por cumplir una promesa. De quien tiene tan claros sus objetivos que no le importa aliarse con los "enemigos", que no le importa morir después y sólo después de darlo todo por cumplir esa promesa. Junto al coraje de este hombre también se ve el dolor de otro a quien él mismo se lo causó. Y es que este es el otro gran protagonista: el dolor. Está presente en múltiples facetas. De él se muestran sus consecuencias físicas, sin olvidar los estragos de una guerra. De cómo éste puede llevar a la venganza, a una persecución sin límites que sólo detiene la existencia de otro mayor. Se ve que también produce compasión y perdón. Un perdón que también afecta a este paciente haciendo ver que no hay peor carga que la propia culpa aún siendo inocentes. ¿Cómo se puede vivir consumidos por el remordimiento?
Los actores excelentes. A la altura de ese clima denso y asfixiante del desierto.
Los actores excelentes. A la altura de ese clima denso y asfixiante del desierto.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
16 de noviembre de 2010
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tras la pérdida de un ser querido sus hallegados también se pierden ya sea en la rabia, en la venganza o en el comprimiso para con este ser. Queriendo estar a su altura o la de las circunstancias. Divagando entre lo que se debería hacer, buscando lo correcto. Queríendo hacer lo que éste hubiese hecho. Todo vale por no perderle del todo. Esta red de sentimientos y confusión les impide seguir adelante. No es hasta cuando redescubren la verdad y la simpleza de la vida que pueden volver a ser ellos mismos y disfrutar tanto de sí, como del recuerdo de quien se ha perdido.
Días perfectos
22 de abril de 2010
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un escritor que quiere ser padre para seguir adelante y no estancarse en el amor a su difunta esposa. Futuro padre que tiene que ser un marciano, convivir con lo extraño para poder conectar con lo cotidiano. Podría ser genial, pero no lo es. No hay un niño con un don en ciencias y un hombre que escribe sobre ciencia ficción. Hay una relación que resulta forzada, sin sal, hay un montón de frases que quedan muy bien pero que no tienen sentido, no hay profundidad o credibilidad. Cariño y simpatía con calzador son sinónimo de nada.
Siguiendo una definición empleada como expresión de lo que le falta la mitad para que sea algo, lo que hay es "un huevo medio frito".
Gusta más por lo que podría llegar a ser que por lo que es. Y no es suficiente.
Siguiendo una definición empleada como expresión de lo que le falta la mitad para que sea algo, lo que hay es "un huevo medio frito".
Gusta más por lo que podría llegar a ser que por lo que es. Y no es suficiente.
11 de abril de 2010
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
No es la típica película que se ve una y otra vez. Es la que se ve pensando que luego se debería ver otra vez para atender mejor a todo lo que dice. Es la que al final recuerdas aún no estando segura de haberla entendido. La que recomiendas por diferente y profunda, aquella en la que un joven con ansias de aventura y de gran espiritualidad llega a plantearse la verdad sobre la vida.
Al verla sabemos que nunca viviremos lo que él. No es nuestro viaje, ni nuestra aventura, quizá por eso prestamos tanta atención para aprender lo que él nos quiere enseñar. Lo que aprendió desde lo salvaje. Lo que reflejó en su diario con reflexión pero también con la obviedad de lo innegable. Desde la sinceridad más íntima para todo aquel al que le pudiera interesar.
Él es el auténtico ermitaño y el espectador el que quiere viajar con él aprendiendo de su viaje. Que buen legado el suyo. Que buen homenaje la película y el libro para Christopher MacCandless.
¡Qué hermosos paisajes los de Alaska!
Al verla sabemos que nunca viviremos lo que él. No es nuestro viaje, ni nuestra aventura, quizá por eso prestamos tanta atención para aprender lo que él nos quiere enseñar. Lo que aprendió desde lo salvaje. Lo que reflejó en su diario con reflexión pero también con la obviedad de lo innegable. Desde la sinceridad más íntima para todo aquel al que le pudiera interesar.
Él es el auténtico ermitaño y el espectador el que quiere viajar con él aprendiendo de su viaje. Que buen legado el suyo. Que buen homenaje la película y el libro para Christopher MacCandless.
¡Qué hermosos paisajes los de Alaska!
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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31 de marzo de 2010
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es una película difícil de puntuar y también de explicar. Como gran resumen se podría decir que es un pulso entre verdad y mentira, entre mente y corazón. (Ver spoiler)
En contra se podrían citar planos que no encajan, secuencias que no se corresponden, vasos de agua, notas encontradas, carne en lata.. Incluso hay fallos dentro del propio razonamiento de Teddy Daniels sólo salvables en su situación final.
A favor está esa atmósfera envolvelte que te hace caer de lleno, que te lleva a compartir las mismas dudas del protagonista. Un mundo de oscuridad al que ni si quiera llega a alumbrar un fósforo encendido.
Las escenas oníricas sobrecogedoras, me gustan. Y el póster me encanta.
Pero un final sorprendente debido a los giros de la trama pierde efecto de cara a la segunda vez que se vea, y los fallos antes citados cobran fuerza.
Todo junto vuelven a hacer que la balanza se tambalee. No es fácil ponerle una puntuación, quizá más justa sería un 7'5. O más porque realmente me emocionó y sorprendió. Es fácil hacer propia la pregunta final y vivir o morir en base a la respuesta.
Lo mejor que puedo decir de la película es que es de Martin Scorsese, director que no me gusta, que sale DiCaprio, actor que tampoco me gusta, pero que sin embargo, la pelícuala en sí si me gustó.
En contra se podrían citar planos que no encajan, secuencias que no se corresponden, vasos de agua, notas encontradas, carne en lata.. Incluso hay fallos dentro del propio razonamiento de Teddy Daniels sólo salvables en su situación final.
A favor está esa atmósfera envolvelte que te hace caer de lleno, que te lleva a compartir las mismas dudas del protagonista. Un mundo de oscuridad al que ni si quiera llega a alumbrar un fósforo encendido.
Las escenas oníricas sobrecogedoras, me gustan. Y el póster me encanta.
Pero un final sorprendente debido a los giros de la trama pierde efecto de cara a la segunda vez que se vea, y los fallos antes citados cobran fuerza.
Todo junto vuelven a hacer que la balanza se tambalee. No es fácil ponerle una puntuación, quizá más justa sería un 7'5. O más porque realmente me emocionó y sorprendió. Es fácil hacer propia la pregunta final y vivir o morir en base a la respuesta.
Lo mejor que puedo decir de la película es que es de Martin Scorsese, director que no me gusta, que sale DiCaprio, actor que tampoco me gusta, pero que sin embargo, la pelícuala en sí si me gustó.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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