Notable sitcom creada y dirigida en su totalidad por Ricky Gervais y Stephen Merchant. La misma se basa en un extra aspirante a actor, Andy Millman (Ricky Gervais), que hará todo lo que esté a su alcance para lograr aquello que se propone, pese a las trabas que representa su agente Darren Lamb (Stephen Merchant). Además, esta sitcom hace hincapié en la relación de Andy con una compañera/amiga, Maggie Jacobs (Ashley Jensen), que será su eterna cómplice.

Si bien fue una serie que, en su momento, contó con el beneplácito de la crítica y el público, rápidamente pasó al olvido, a diferencia de otro producto marca Gervais como fue "The Office". Tiene que buscarla uno por sus propios medios, ya que no aparece en plataformas streaming ni tampoco se suele recomendar. ¿A dónde quiero ir con esto? Uno la busca sabiendo con lo que se va a encontrar...

Humor negro. Comedia despiadada, inteligente. Temporadas de pocos episodios. Además, ésta tiene la particularidad de tener un reparto repleto de estrellas del mundo del espectáculo. Una vez más, Ricky Gervais nos deleita a todos, sobre todo a nosotros, sus seguidores.

Endeble largometraje dirigido por Ted Post y protagonizado por Chuck Norris.

La historia se centra en John T. Booker (Norris), un mayor del ejército americano que, en el marco de las negociaciones diplomáticas para alcanzar la paz con Vietnam del Norte, es enviado junto al grupo que comanda, The Black Tigers, a rescatar a los soldados que se encuentran secuestrados y/o desaparecidos.

Sin más vueltas diré que es una película mala. Abierta y decididamente mala. No merece un tres como calificación sino un uno. No es muy distinta de cualquier telefilme barato de los que llenaron la pantalla chica allá en la década de 1970. Las escenas están mal filmadas, el guion carece de sentido, se suceden situaciones totalmente increíbles. Sorprende la pésima dirección a cargo de Ted Post, quien cinco años atrás dirigió con considerable estilo la secuela de "Harry el sucio".

Las cosas que rescato son:

1 - La presencia de Chuck Norris. Esta es su segunda cinta como protagonista absoluto. El look de época que ostenta lo acerca más a un actor pornográfico que a un héroe de acción (le mando un saludo a los políticamente correctos).
2 - La patada voladora al auto que todos conocemos. Fantástica.
3 - Pese a los evidentes errores, cuenta con la mini-ventaja que te incita a querer seguir viendo la película hasta el final.

Entretenida comedia de enredos protagonizada por Alberto Olmedo y con un reparto virtuoso que incluye a Nadiuska, Olga Zubarry y Joe Rígoli.

El film se centra en Juan Carlos (Olmedo), un ejecutivo machista del rubro de la publicidad que está buscando un rostro agradable para la nueva campaña de cigarrillos. En el medio se cruza a una honorable señorita, de nombre María (Nadiuska), que viajó de Punta del Este, Uruguay, a Buenos Aires, Argentina, para probar suerte en el mundo del modelaje. Nada será fácil dado que María posee una madre sobreprotectora (gran Olga Zubarry).

Recomendable para aquellos que disfruten el humor de antaño del "Negro" Olmedo.

Regular largometraje dirigido por Robert Mulligan y protagonizado por el tándem Lee Remick-Steve McQueen.

La historia se centra en el intento de reconstruir una familia por parte de Georgette Thomas (Remick), luego de enterarse que su esposo Henry (McQueen) ha salido de prisión.

A decir verdad, luego de mirar aquel peliculón "Love with the Proper Stranger" (1963), dirigido por el mismo director y protagonizada por el mismo actor masculino, hice lo posible por localizar este filme y mirarlo. Robert Mulligan, me parece, es el mejor director en lo que respecta a melodrama; mientras que, al mismo tiempo, me declaro admirador total de Steve McQueen. Esta vez no estaba la sobresaliente Natalie Wood sino Lee Remick, una gran actriz de la época. Prometía bastante.

Luego de un comienzo favorable, la película fue decayendo notablemente. No pude entender la falta de potencia de la narración, la poca gana para filmar ciertas escenas, la cantidad de tópicos utilizados. La sobreactuación de Steve me molestó, en parte tiene la culpa el escueto guion: justamente era un papel que le iba a sentar bien dado que él tenía una vida no tan distinta de la que aparece en la pantalla. Los papeles de la anciana en sus últimos días y del ayudante del sheriff quedaron desdibujados. Funciona, sin proponérselo, como telefilme menor.

Lo único que rescato: la convincente actuación de Lee Remick y la fotografía a cargo de Ernest Laszlo (buen empleo del blanco y el negro, los contrastes, los sombreados).

Entretenido documental dirigido por Dan Reed para la cadena HBO.

El filme trata del abordaje mediático que el inefable Alex Jones realiza de la masacre de Sandy Hook, en diciembre del '12 y las consecuencias judiciales del mismo.

A lo nuestro. Es un documental ameno, por eso está aprobado. Un poco largo para la historia que relata, pero pasable al fin. Lo que vengo a analizar aquí es la forma de encarar lo acaecido. Es superficial e infantil el imputar como único culpable a Alex Jones y no al supuesto 24% de americanos (unas 70 millones de personas) que descreen de la versión oficial de los hechos. Siempre es fácil fabricar un villano, lo difícil es revisar cómo se deja llegar al villano a ese lugar. Brilla por lo distinto la siempre valiente película "El huevo de la serpiente" (1977), que se atreve a sindicar al propio pueblo alemán como artífice y responsable de la llegada de cierto abominable dirigente político al poder, quien a su vez era fruto de la época que le tocó vivir.

Alex Jones es culpable de la práctica más común en el capitalismo actual: la venta provocativa de un producto dudoso. En este caso, con la condición agravada que utilizó una masacre y el dolor de unos padres consternados por el fallecimiento de sus hijos. Eso sí es repudiable. De los usuarios anónimos que amenazaron y escribieron cosas espantosas en las redes sociales no sabemos nada. No van a pagar por lo brutal de sus palabras, de su conducta hostigadora. Los empresarios de las redes sociales no se hacen cargo tampoco de la habilitación de ciertos discursos de odio. Los periodistas que avalan guerras obscenas o toman bando por alguna de las facciones en pugna, antes de venderte una hamburguesa o una camisa: bien, gracias.

Finalizo la crítica con un mensaje hacia algún despistado: no soy "fan" de Alex Jones. Nunca miré de él más que algún video corto que pulula subtitulado por allí. No me interesa. Pero no es Alex Jones, son los anónimos extendidos por el mundo de las redes sociales, los seres más aterradores. El señor Jones ya tiene dos sentencias en las cuales se lo insta a pagar lo que le corresponde por lo que dijo.