Haz click aquí para copiar la URL
Críticas de Kyrios
<< 1 9 10 11 20 263 >>
Críticas 1,314
Críticas ordenadas por utilidad
3
5 de enero de 2022
20 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
El problema de Stigmata (Stigmata, 1999), película realizada a finalísimos de siglo XX, es que tiene un guión que no sé lo cree ni Dios. La película, que sigue la fórmula del éxito que en los setenta cosecharon las películas con tema diabólico como The Exorcist (El Exorcista, 1973) o The Omen (La profecía, 1976) se puede comparar perfectamente con casos literarios como El código da Vinci de Dan Brown. Porquería, con aires de grandeza artística, que pretende adoptar una postura crítica con la iglesia pero que en realidad acaba convirtiéndose en un bochorno continuo.

Sigue en Spoiler
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Kyrios
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
8
28 de agosto de 2013
19 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hablar de Posesión, de Andrzej Zulawski es hablar de una de las películas de terror más fascinantes que ha dado la historia del cine. Si alguna vez los tópicos se cumplen es en esta ocasión, porque pese a que la película nos cuenta una historia que ya por aquella época había sido explotada por producciones norteamericanas (la posesión de un ente demoníaco en una mujer), se nota que la película toma unos senderos muy poco habituales para retratar la narración, es decir, la etiqueta de terror europeo le viene ni que pintada.

Y es que Zulawski es un auténtico maestro, que puede recordarnos a otros directores que también crean atmósferas pesadas y casi insoportables como David Lynch (recapacitando, mejor quítenle el casi). Porque es muy cierto que Posesión no es una película de usar y tirar, sino que tiene imágenes que se quedarán para siempre en la mente del espectador, para bien o para mal. Que no significa que Zulawski se vaya por la senda del gore (en ese mismo año se estrena Evil Dead, la película de Sam Raimi que sin duda contiene mucha más violencia explícita que Posesión), sino que consigue dosificar sus ingredientes para crear una historia realmente horripilante.

Ya en su época fue recibida con ambivalencia por los críticos, pese a que fue nominada en Cannes para competir por la palma de oro a la mejor película. Aún así hay que advertir que la película no está hecha para todos los gustos y en muchas ocasiones se desvía hacia una poética casi del mal que puede hacer tirar para atrás a más de uno. Evidentemente, como en la película el bando que sale triunfante es el mal (en realidad habríamos de escribir el MAL en mayúsculas), a más de un iluminado se le ocurrió pensar que la película hacía una apología al satanismo y demás lindezas, cosa totalmente absurda, pero ya sabemos que pasa en el cine cuando un director se atreve a romper el Happy End, y más en una película de estas características.

Y eso que en los primeros minutos nada hacer ver que estamos ante una película de Terror. Sam Neill interpreta a un hombre que vuelve después de largo tiempo trabajando en el extranjero a su casa con su mujer (interpretada por Isabelle Adjani) y su hijo. Pero pronto cambiará totalmente al enterarse que su mujer ya no siente nada por él y que ha estado todo el tiempo viéndose con otro hombre. Ahí la película parece tomar los caminos de un drama en toda regla, aunque el director ya nos presenta algunos elementos que nos hacen sospechar que estamos ante una relación totalmente disfuncional. En gran parte es debido a que Zulawski recrea una magnífica atmósfera para definir su película, mediante una gran gamma de tonos grises y azules que transmiten la desesperación que hay entre Adjani y Neill Después de mostrarnos bastantes escenas más que reiterativas entre los dos, la tensión va igualmente en crescendo, hasta que vemos que las cosas empiezan a sobrepasar los límites de lo real. Una gran metáfora es el escenario donde se ubica la historia, en el muro de Berlín, que podría simbolizar perfectamente los límites que siempre bordea la película, entre lo real y lo fantasioso, o entre la relación tortuosa de Sam Neill e Isabelle Adjani.

Después de observar como su matrimonio se evapora, el director polaco adopta una actitud más agresiva, adentrándose en el auténtico terror. Un acierto sin duda de la película es el tempo con el que se articula todo el film, que es el culpable que hace que primero choque tanto al espectador la reiteración de las peleas entre los dos protagonistas (algunos acusarán a la película de aburrida) para más tarde seguir con un espectáculo que podríamos calificar como Dantesco, pero en el sentido más literal de la palabra. Aunque para ser exactos la película nunca exhibe demasiado sus fantasías, sino que las deja en el punto de cocción perfecto para que el espectador ponga de su parte para acabar con el rompe cabezas, como sucede exactamente en el final. A más de uno le provocará dolor de cabeza, pero en realidad es bastante fácil de adivinar por dónde van los tiros.

En realidad, aparte de la fascinante historia de terror que hay en la película, también observamos una historia de amor totalmente retorcida, en la que se nos cuenta hasta donde es capaz el ser humano con tal de amar una persona. No hace falta ni decir que Zulawski tiene una imaginación desbordante y parece que hay momentos en los que el director desvaría, pero aún así, el personaje de Sam Neill está tan encaprichado de su esposa, que es capaz de perdonarle los más terribles actos. No hay que extrañarse, que por algo el director en la primera parte de la película ya nos lo señala como un ateo.

Sigue en Spoiler sin desvelar nada

http://neokunst.wordpress.com/2013/08/28/posesion-1981/
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Kyrios
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
7
21 de mayo de 2019
18 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
The Balkanian Line (2019) se trata de una superproducción rusa (con apoyo económico de Serbia; de hecho las lenguas mayoritarias del filme son las dos) del género de acción, y que nos presenta una obra que al contrario que las que estamos acostumbrados a ver sobre este momento histórico, está planteada desde el punto de vista serbio. La película fue estrenada el 21 de marzo en Serbia, coincidiendo con el veinte aniversario del bombardeo sobre Yugoslavia por parte de la NATO. 

La película empieza en plena Guerra de los Balcanes, cuando los soldados rusos aún estaban pendientes de las órdenes de la OTAN. Ahí vemos como después de que unos albaneses maten a un compañero del equipo, uno de ellos toma venganza incumpliendo las órdenes de la misión. Por este motivo se les impide la vuelta a Rusia. Años más tarde, se les dará una nueva misión: Tomar un aeropuerto. Si lo consiguen, podrán volver a su patria.

Entre el plantel de actores se puede destacar casi un elenco internacional, con algunos actores rusos como Anton Pampushnyy como Andrey Shatalov, Ravshana Kurkova como Vera e incluso un cameo del propio Emir Kusturica.

Para comentar The Balkanian Line es obligatorio un contexto histórico y político. La película está ambientada en la Guerra de los Balcanes, en el 1999. La película se centra en el conocido incidente de Pristina. En dicho suceso histórico, las tropas rusas ocuparon un aeródromo que según la OTAN pertenecía a su jurisprudencia. Por momentos se olía un conflicto entre Rusia y los países occidentales que podía haber desencadenado terribles consecuencias.

Y es que sobre la Guerra de los Balcanes hemos visto, leído y oído de todo, pero siempre desde el bando ganador de la Guerra, es decir, desde el bando americano. En esta ocasión nos encontramos con una película que nos cuenta precisamente el otro lado de la moneda. La película es para más inri una coproducción entre Rusia y Serbia, y el filme tiene una intención propagandística (como toda película de acción ambientada de aquella). De hecho, en palabras del crítico ruso Anton Dolin, la película "Muestra a NATO como lo peor del mundo y a los musulmanes en el segundo puesto...los mejores eslavos, los rusos, sin ellos los otros pueblos eslavos están perdidos"

A pesar de que la película retrata el horror de la guerra, si es cierto que hay una tendencia en la película a mostrar a los serbios como víctimas y a los albaneses como a los principales enemigos. De todas maneras, vista la gran cantidad de propaganda occidental que hemos tragado en este conflicto, la película es ciertamente estimulante por ver la otra cara de la moneda, frecuentemente ignorada. 

Y también incluso resulta interesante destacar como la película hace hincapié en como los propios albaneses fueron financiados por las potencias occidentales, pero perdieron el control sobre ellos (escena clave cuando los propios albaneses asesinan al responsable suizo de financiar a las guerrillas de Kosovo). Sólo como obra política The Balkanian Line merece un visionado para todos aquellos interesados en ese tablero de ajedrez que supuso y supone aún hoy en día los Balcanes.

Pero si dejamos el tema político de bando, como película de acción, The Balkanian Line es una obra más que notable. Las secuencias de acción están rodadas con pulso y en la segunda mitad de la película asistimos a una singular reinterpretación de películas clave del género de acción como Zúlu (1968) o Black Hawk derribado (2001) en el que un grupo de soldados debe mantener la posición ante un enemigo claramente superior. Para ello el filme ha hilvanado bien las historias de los personajes, con lo que sentimos una cierta empatía, y además la película cuenta con una potente producción detrás. Cero quejas en ese aspecto.

Los problemas del filme los encontramos en un metraje que en ocasiones se vuelve reiterativo, en cuanto a señala constantemente a los albaneses como los enemigos mediante secuencias de matanzas demasiado repetitivas, y que podrían haberse eliminado fácilmente para darle más dinamismo a la película. 

Conclusión

Si al espectador le interesa el cine de acción, la película es indispensable. Y se une a un género que últimamente está teniendo precisamente empuje en países que hasta ahora no habían tenido tanta repercusión internacional. Pero más allá de ello, la película también puede analizarse como una pieza política de un gran interés.

Crítica escrita para https://cinemagavia.es/e
Kyrios
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
6
14 de agosto de 2016
17 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
Podría decirse que In the Deep (In the Deep, 2016) es una película que viene a rebufo de otra película mucho más comercial, como es la que ha dirigido este mismo año el español Jaume Collet-Serra The Shallows (Infierno azul, 2016). Sin embargo, esto no tin porqu desmerecer In the Deep, que es una película bastante digna dentro de la serie B en la que se inscribe. El director es Johannes Robert, un cineasta de origen británico (también la producción es británica, por ejemplo, la recreación de las escenas submarinas se realizó en los estudios británicos de Essex), que se ha especializado en producciones de terror. Sin embargo, no ha sido hasta el momento que ha conseguido despuntar de entre la mediocridad que había venido dirigiendo. También se ha afirmado que junto a Infierno azul, se ha producido un pequeño Revival del cine que nació a corriente de Jaws (Tiburón, 1975), aunque eso no sería del todo justo cuando hablamos de In the Deep. Porque la película de Johannes Robert explora otro tipo de situaciones que no nos encontrábamos en la película de Spielberg. De hecho, y a pesar de lo que indica el poster de la película, en este filme se explota más la fobia conocida como talasofobia que no tanto la explotaiton de escualos (que eso no quiere decir ni mucho menos que estos no tengan importancia en el filme).

Y eso que la película no empieza precisamente bien. De hecho, la primera parte del filme es un horror, en el sentido estricto del término. La presentación de los personajes está hecha a desgana (típicos turistas pijos norteamericanos en busca de aventuras fuertes, sin que haya una explicación lógica de sus decisiones, como por ejemplo, porque deciden realizar una actividad tan arriesgada con gente de la que no saben nada) y además con una selección musical de lo más desafortunada. Por suerte, el cineasta va directo al grano y esta primera parte dura apenas unos minutos. Johannes Robert sabe que la historia personal importa entre poco y nada, y por esto se pasa directamente a la acción. También chirrían en estos primeros compases algunos elementos, como a ver a Mathhew Modine hablar en castellano (no se sabe muy bien con qué objetivo). Pero pronto empieza la acción y se desvela el eje principal del filme, y es que nuestras protagonistas, que están probando la inmersión submarina mediante jaula quedarán atrapadas en el fondo del mar después de un incidente. Nunca te fíes de un bote no estadounidense.

A partir de este momento, la película es un tour de forcé continuo, donde el cineasta pierde todos los complejos. Sin duda se podría decir que la gran virtud del filme es que consigue construir una película de género que continuamente consigue poner en tensión al espectador. Para ello el filme se sirve de pequeños recursos de guión, de pruebas que han de superar las protagonistas, que si bien no aportan demasiado al género si resultan la mayoría lo suficientemente estimulantes y sobre todo, variadas.

Y es que el cineasta consigue realizar una interesante diversidad de planos que consiguen romper con la monotonía general. Para ello se combinan planos subjetivos (pero Roberts no abusa de ellos como si fuera un videojuego) con otros planos y movimiento de cámara. El director consigue algunas imágenes de mucho interés estético, y pese a los recursos limitados, la creación de la atmósfera submarina es prácticamente perfecta.

Quizá en los temas de producción es donde la película se desarrolle peor. Es cierto que en comparación con anteriores películas del cineasta esta sea mucho más respetable (incluso como estrella invitada aparece Matthew Modine, aunque el reparto es más o menos desconocido) pero hay algunos defectos que pueden traslucirse. Especialmente si hablamos de los escualos, que aunque curiosamente consiguen parecer verosímiles en algunas escenas complicadas (como aquellas en las que atacan y se les ve de mucho más cerca en el plano) en algunas otras (como en las que simplemente aparecen de fondo) canta bastante más.

El guión tiene también algunos defectos. Que se necesitaba carnaza era obvio, y para ello el filme incluye innecesariamente un momento un tanto absurdo, que afortunadamente es sólo un pequeño detalle. Incluso el giro final de guión que realiza la película en su último tramo no resulta tampoco demasiado brusco, o por lo menos podríamos decir que el director consigue realizarlo correctamente, especialmente si comparamos el filme con otros del mismo género que abusan de este recurso sin demasiado éxito. Pero, ¿Era necesario?

Se puede concluir que In the Deep sabe perfectamente a lo que va, y que al no andarse con rodeos esto la convierte en un entretenimiento perfecto. Cierto que no pasa de ahí, pero ya les gustaría a muchas películas del género conservar ese toque de terror tan clásico y a la vez contemporáneo que desprende el filme de Roberts.

https://neokunst.wordpress.com/2016/08/14/in-the-deep-2016/
Kyrios
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
7
20 de febrero de 2015
17 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
Wake in Fright (Despertar en el Infierno, 1971) es una película de nacionalidad australiana (en realidad, una coproducción) dirigida por Ted Kotcheff (que no nació en Australia, sino en Canadá). Se trata de un filme desconocido para el público mayoritario (incluso para el espectador con una cultura cinéfila más amplia) y sin embargo, resulta sumamente atractivo. Tan atractivo como una pesadilla.

A pesar de que leyendo la sinopsis nunca definiríamos el filme como perteneciente al género de terror, lo cierto es que la película tiene en esencia una idiosincrasia muy cercana al ámbito del horror. Y no sólo por los métodos que emplea, sino sobre todo por los resultados que consigue. Visionar Despertar en el Infierno resulta una experiencia tan terrorífica como ver El Ángel Exterminador (El Ángel Exterminador, 1962). Y como veremos más adelante, el filme de Kotcheff comparte ciertas semejanzas con el de Buñuel.

La historia, que tiene unos toques surrealistas bastante importantes, nos cuenta las aventuras de un joven profesor, que debe realizar un viaje a Sidney. Sin embargo, lo importante del filme no lo encontramos en su destino final (que por cierto, sobre el que nunca llegamos) sino en el desarrollo del camino. Nuestro protagonista se ve atrapado en una aldea rural, de la que no podrá salir. Poco a poco se irá integrando con una serie trabajadores rurales con los que entre ellos surgirá una atracción más que enigmática.

Como decía anteriormente, hay algo en el filme que nos acerca a la película de Buñuel. Nuestro personaje nunca es obligado a punta de pistola a seguir bebiendo y a formar parte del ecosistema rural. Sin embargo, de alguna manera de la que nunca somos capaces de adivinar, hay una especie de supra estructura que mantienen atado a nuestro personaje a ese círculo de autodestrucción. Parece como una trampa para osos, que se coloca en el momento en que nuestro protagonista entra en la sala de las apuestas, y que inmediatamente lo atrapa para no soltarlo hasta el último momento. Secuencia, la de la sala de apuestas, rodada de manera brillante (abstrayendo a nuestro protagonista sobre el ruido y la fiesta con unos fondos negros que recortan su silueta mágicamente).

Nuestro protagonista, interpretado por Gary Bond, es un personaje que aparece definido en los primeros compases del filme como un hombre bastante culto y formal. Típica clase media perteneciente a una ciudad pequeña. El viaje, cambia totalmente su vida. Se integra en un tipo de ambiente del que precisamente siempre parece haber rehuido y al igual que las diferencias entre su comportamiento y el de los hombres del pueblo. No define, nuestro cineasta, precisamente un lugar amable, sino todo lo contrario. El proceso de asimilación que se produce en nuestro protagonista está totalmente pintado como una pesadilla de la que resulta imposible escapar. El filme propone una inmersión en un Modus vivendi, que al igual que para nuestro protagonista, resulta totalmente extraño y amargo para el espectador. La secuencia más significativa de este proceso la encontramos en la famosa caza de canguros. Y es que los hombres del pueblo llevan a nuestro protagonista a realizar una caza de este animal. Ahí nuestro protagonista deberá abatir con sus propias manos uno de estos animales para demostrar que a pesar de sus prejuicios iniciales, es en realidad una bestia más como los aldeanos.

Formalmente la película recoge un tono abigarrado y totalmente excesivo. Pero es que si la propuesta formal no funcionara, nunca habríamos entendido lo que pretende transmitir el filme. En efecto, cualquier recurso es poco para Kotcheff, cuando nos muestra el sinsentido de la situación de nuestro protagonista. Desde los constantes fundidos en blanco, que simbólicamente tienen la intención de, aparentemente, reiniciar la situación (como el despertar de una borrachera), un montaje desenfrenado en determinados momentos (primeros planos fijos de las caras de los habitantes, colocadas una detrás de otra) o la utilización de fondos totalmente abstractos.

Algunos han definido la película como un intento de nuestro protagonista por adentrarse y ser aceptado en la sociedad rural, dominada exclusivamente por los hombres[1] (pensemos en el papel de la mujer en el pueblo y las connotaciones homosexuales que se desprenden en más de una secuencia). Lo único que hace nuestro protagonista durante los días en los que se encuentra en este pequeño pueblo es lo mismo que tópicamente se dice de por ejemplo, los Hillbilly sureños de Norteamérica o en nuestro caso más concreto, la España profunda: Berrear ante una mujer, tomar cerveza y cazar animales.

El espacio donde transcurre la acción, cobra una función simbólica y vital en el filme. El desierto de Australia, es un reflejo del inmenso proceso de autodestrucción por el que se adentra nuestro protagonista. Las secuencias iniciales que nos muestran el páramo desolado se graban a fuego en la memoria.

[1] V.V.A.A, Passionate Histories: Myth, Memory and Indigenous Australia, Ed. Anu E Press, Canberra 2010

https://neokunst.wordpress.com/2015/02/20/despertar-en-el-infierno-1971/
Kyrios
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 9 10 11 20 263 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow